LA VIDA DE A DOS

Creado el: 2024-11-06 12:01 pm

Lecciones

"Cuántas personas sufriendo por la vida en pareja. Creo que ese es un tema que debemos conversar con más frecuencia, pues para nosotros es una gran oportunidad de enseñarles a vivir.


Es que suelen depositar en su pareja toda clase de expectativa emocional. Desean que su compañero o compañera sea la solución a su bienestar, y el motivo de su satisfacción. Y yo solo puedo decir que una relación es más verdadera cuanto más independiente es a nivel emocional.


No entendamos independencia emocional como indolencia, desinterés, falta de solidaridad, egoísmo. La independencia a la que me refiero tiene que ver con que entiendes que el otro no es el primer responsable de tu bienestar, que esa tarea te corresponde a ti, y la pareja ayudará seguramente, pero según sus posibilidades y necesidades, no según tus necesidades y requerimientos.


Entiendo que si una vez esa persona fue pilar emocional, si te ayudó a lidiar con algo difícil, te consoló, te ayudó a levantar, te exaltó, entonces te haces una idea de que esa persona es proveedora. Pero, ¡cuidado!, es muy fácil quedarse asumiendo eso. 


Si un día las flores, los chocolates, el helado inesperado, fueron la ilusión que le estaba faltando a tu vida, no puedes quedarte con la idea de que esa persona es la solución que tanto esperabas. Más bien hay que entender que a veces la gente regala momentos significativos, pero nunca para asumir la responsabilidad de garantizarlos según un futuro requerimiento.


El amor, cuanto más espontáneo, más mágico. En cambio, esperar, ya sea a cambio de algo que haces, o esperar porque asumes que te corresponde recibir, es una especie de reto que propones a la otra persona para ver cómo responde y si va a seguir mereciendo lo que tienes para ofrecer.


No tejas una pelea sin ganadores de cuenta de tus expectativas. Más bien cuestiona lo que de verdad sucede contigo. Puedo verte desdeñando tus posibilidades para preferir las soluciones ajenas. Y claro que lo entiendo, nunca el placer de recibir de otro se compara con lograrlo por los propios medios. Recibir es calor, es regalo, es bendición.


Sin embargo te digo, no puedes depender emocionalmente de otras personas tanto como para despreciar los propios esfuerzos por sentirte bien, no si lo que quieres es ser alguien adorable e inspirador para alguien más.


A largo plazo, es mucho más fácil sentirte bien contigo mismo a través de lo que has hecho por cuenta propia. Esas conversaciones internas que te dejan bien parado, las metas que te has propuesto y ahora son un triunfo tuyo y de nadie más, las cosas que has resuelto con generosidad por ti, el autocuidado en general, el buen trato a ti mismo. Todas ellas, y otras más, medidas que te hacen sentir bien contigo y con la vida, recomponerte, apreciarte.


Ni qué decir si hablamos de los caminos profundos, del trayecto espiritual que cada uno viene recorriendo a través de los tiempos. Ahí sí que te recomiendo que sospeches lo separadas que dos personas llegan a estar. 


A pesar de entenderse uno solo de vez en cuando, una pareja no recorre el mismo camino en lo que a su ser se refiere. Sí hay un viaje que hacen juntos, en el que se encuentran en asuntos sustanciales de la vida, pero siempre sigue dominando algo que es individual, un trasegar único de esa alma, su transformación esencial. Y claro que la pareja es una parte transformadora, pero no es el alma. No puede otra persona ser el alma de alguien, si eso estás sintiendo por favor preocúpate, pues puede que estés olvidando el valor de tu esencia y te descartes a ti de una manera poco cortés.


Es que si esperas que alguien haga tu recorrido vital por ti entonces ese progreso no será tuyo, y el vacío que creías cubierto volverá. Hay que saber que no se trata ahora de identificarse solo en el mundo. Si ya caminas de a dos, lo que más conviene es entender la diferencia entre esos caminos, en especial la diferencia profunda, aquello que de verdad se dirige a destinos diferentes.


Puedes saber esa diferencia a través del llamado que cada uno parece obedecer. De hecho, suelen aliarse en la vida de pareja personas que van hacia destinos opuestos en algún sentido. Una mujer que necesita aprender humildad se enamora de ese hombre comprensivo y gentil que le ayuda a recordar la generosidad de la sencillez. Él por su parte aprende con ella a poner límites y a darle fiereza a sus derechos.


Los hombres sedientos de adulación se unen a personas que corresponden a su necesidad de atención, y a cambio esas personas reciben gratificación y son exaltadas por su servicio; gente que espera ser sostenida por una fuerza, protegida por un respaldo.


El impetuoso y el relajado, el perezoso y el compulsivo, el inocente y el astuto, el racional y el intuitivo, el perseverante y el polifacético. En fin, alianzas increíbles ligadas por un sentido casi opuesto de sus caminos, que seguramente algunos de mis lectores ya han reconocido como un factor que produce también algunas decepciones: «¿porqué no es como yo?»


La vida de a dos requiere entonces un poco de consciencia si deseas mantener el equilibrio, en especial consciencia de ti mismo. Cada vez que se te olvide que son diferentes, que tiene caminos espirituales distintos, ocurrirá que te diluyes en quejas, reclamos, expectativas, decepciones.


La alianza, en cambio, que suelo admirar entre dos personas que se unen para vivir, es la del respeto de lo esencial, del derecho a sentir diferente, de la libertad respetuosa de ser. Si quieres quedarte con algo para indagar después de este dictado, te sugiero pensar en qué tan respetuoso eres del ser que duerme al otro lado de la cama, o qué tanto has establecido respeto por tu ser como una tarea fundamental para lograr una relación balanceada".

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Olga Castaño

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Comentarios (6)

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Consuelo
La vida en pareja es un camino que se inicia con anhelos y en el caminar se van presentando altibajos por muchas circunstancias, pero si luchamos por continuar el camino y hay mutua voluntad y entendiendo que somos dos personas cada una responsables de si mismo y a la vez en mutua convivencia caminaremos con cuidado de no tropezarnos o recargar el uno al otro.Gracias por las lecciones de vida.

2024-11-06 02:13 pm

Olga Castaño
Gracias a ti por la experiencia. La vida en pareja es una tarea, una tan esencial que vale la pena esa lucha, esa voluntad, ese entendimiento, ese cuidado.

2024-11-08 07:44 am

Andrea Roldán
Siento que la vida de pareja es el aprendizaje más grande y continuo del universo y sobre todo cuando esa pareja se vuelve familia son varios universos buscando idealizar cosas que no son, el amor se vendió de una manera muy romántica al igual que la vida en pareja y la realidad es que va mucho más allá de ser romántico y de tener el príncipe salvador creo que se trata de salvar todas nuestras versiones por medio de ese espejo tan sabio que la vida nos puso al otro lado de la cama.

2024-11-06 09:33 pm

Olga Castaño
La sacaste del estadio, gracias querida. Nos venden, y compramos, ideas que alcanzan mucho daño: que hay que encontrar el alma gemela, jaja, cuando la mejor llave es un opuesto. Que todo nos tiene que gustar, es que no me gusta esto de él, es que no hace esto que me gusta, es que yo quiero que sea de este modo, es que yo busco un hombre que… Y qué tal la tapa, que si no nos sentimos bien por algo hay que irnos, como si el matrimonio fuera un masaje, jajaja.

2024-11-08 08:28 am

Yanet
Que lindo 😍 la vida en pareja no es fácil pero basado en el amor ❤️ todo se puede lograr más cuando hay compasión por el otro al reconocer lo diferentes que podemos ser ,aceptando que somos un complemento y respetando cada ser por su esencia 🥰.

2024-11-07 04:08 pm

Olga Castaño
Mucha belleza de mensaje Yanet. Amor, compasión, aceptación, complemento, respeto. Eso suena como un trabajo difícil que se puede hacer con tanto encanto que termina siendo el gran logro de la vida. Ojalá mis amigos que anhelan el amor encuentren inspiración en tus indicaciones.

2024-11-08 08:36 am

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CUANDO ALGO SE ROMPE
"Me gusta que las cosas se rompan. Rara vez algo se rompe antes de tiempo. Pocas veces algo roto conduce solamente a lamentos o pérdidas. Me refiero a romper una relación, romper un vínculo, romper un proceso, o romper un sueño.En la manera de vivir actual, casi todo es desechable, desdeñable, y me gusta pensar que eso trae ligereza, y que le enseña a la gente a valorar lo efímero. Sin embargo, se rompen también las alianzas, las lealtades y los saberes, y esa parte no me gusta tanto como la anterior.Tengo muchos amigos que ahora mismo están rompiendo un afecto, ya sea porque están en el final de una relación, porque su trabajo ya no significa lo mismo, o porque tienen nuevos sueños que desplazan lo que en otro momento era su ilusión.Cambiar está bien, dejar que se rompa lo que ya necesita romperse, también, romper aquello que necesita primero darlo todo, eso no. Ya lo hablamos en el dictado anterior, qué mejor que llevar las tareas a cabalidad, hasta extraer de ellas todo lo que puedan aportar aunque sea inesperado. Pero tenemos entonces esta faceta contraria, la de no lograr desapegarse de las cosas, las personas, los procesos, las experiencias.Comencemos por las adicciones, que son la fiel muestra de no poder dejar algo que hace daño, y vayamos de una vez a esa materia inconsistente que es el apego, que termina dejándote pegado donde no deberías estar más. El apego es precisamente inconsistente porque no posee una fuerza en sí mismo, sino que te sostiene en algo o con alguien con base en las emociones que un día experimentaste.Es así como, aunque esas emociones ya no estén, o tengas que engañarte mucho para experimentarlas, te quedas por el recuerdo, por el anhelo, o por la negación de que ese algo que sentiste ya no existe más. Por eso me gusta que las cosas se rompan. Se trata de una manera contundente y evidente de invitarte a finalizar algo. La necesidad de abandonar algunas cosas suele confundirse o juzgarse como traición, inestabilidad, deslealtad, o falta de esfuerzo. Sin embargo, no siempre es así, hay que saber romper algunas cosas aunque la sensación de anhelo o de añoranza permanezca por ahí. Hace poco Carolina tuvo que romper una alianza que significaba mucho para ella. Su grupo de amigas del colegio, con quienes compartió por años momentos maravillosos, se venía convirtiendo en un nacedero de conflictos y pullas. Las tensiones de la edad, sumadas a los cambios en la vida familiar de las amigas, trajo el lamentable desenlace de que cada una sin excepción se volcará en el grupo para desahogarse de un modo nocivo y perturbador.Ella no sabía lo que tenía que hacer. Se preguntó muchas veces si era indiferencia lo que sentía, y por eso se quedaba en el grupo. Un par de ocasiones el tono de la discusión se puso tan fuerte que Carolina terminó en el patíbulo castigada por su vida cómoda y ordenada. Estaba tan sorprendida que ni siquiera se defendió, respiró un poco de la culpa que le querían imprimir, y calló.Fue la tarde antes de la última reunión cuando, conversando con su amigo del trabajo, Carolina se dio cuenta que estaba envuelta en un ambiente enfermizo del que debía salir. Afortunadamente tuvo claro que no se trataba de salir de la amistad, de romper el vínculo, se trataba más bien de ir a otro espacio por un tiempo para ser ella, y que así las chicas, unidas en el mismo melodrama, pudieran tener su grupo de represión sin el ofuscamiento de un cisne blanco en medio de la sala. No fue fácil para Carolina. Al día siguiente, sin entender muy bien lo que estaba sucediendo, avisó a las amigas que no iría a la reunión de ese jueves. No hubo explicaciones, ni reclamos. El silencio con su peso rompió las teclas del teléfono, y las lágrimas lograron circular.Carolina sentía entre libertad y dolor. No sabía qué pensar, mucho menos qué sentir. Algo sí le hacía saber que estaba bien ser ella, en sus maneras, aliviando la pena con la libertad de no cargar con tragedias ajenas de una manera improductiva y dañina.Tuvo de momento el impulso de ocupar ese espacio de los jueves con una rutina de ejercicio, o con algunas citas médicas pendientes, pero pronto cayó en cuenta que llevaba mucho sin tiempo para ella, para su ocio y sus lecturas. Lo que vino después, ya lo podrás imaginar. La gente dice cosas, lanza indirectas, trata de lastimar para dar a probar su propio dolor. No fue fácil ese día, pero para Carolina los días venideros trajeron una dulce sorpresa.  Cada cierto tiempo se dio que una de las amigas, de manera individual, la invitaba a un café para conversar íntima y honestamente. Entre ellas, las amigas del grupo, era un secreto, y Carolina disfrutó mucho saber que el verdadero vínculo se había renovado, casi purificado.Por supuesto que a veces extraña el tumulto, la euforia, la sinrazón de cinco mujeres diciendo cosas al mismo tiempo, pero sabe que ahora ese montón de dolor y confusión no está tomando un curso a favor de nadie, y que es mejor salir para así tal vez abrir la compuerta a través de la cual se movilice toda esa carga emocional mal entregada.Lo que se rompió, en esencia, fue la mirada temerosa que Carolina acostumbraba a tener de las rupturas. El grupo no se rompió, necesitaba una limpieza, y ella les dejó ese regalo de despedida. Ahora, cuando las chicas se reúnen, hacen bromas un poco más saludables acerca de su drama, y se exigen comentar cosas diferentes, como el partido de fútbol o la nueva estrella de las redes sociales. Han despersonalizado sus problemas, lo cual me resulta profundamente admirable, para eso se rompen las cosas, para despersonalizarlas. Si se está rompiendo un vínculo, si ves la necesidad de romper algo y no lo logras, recuérdate que no tiene que ser una tragedia esa ruptura. Bien entendidos, los rompimientos son pasos adelante, no caídas a un agujero oscuro. No salgas castigándote, o castigando a nadie, no dejes que los errores cometidos sean la causa del rompimiento, es mejor que rompas motivado por la ilusión de algo nuevo, un nuevo destino, una nueva morada de la realidad, o una nueva libertad.A cambio de los rompimientos, la vida suele proponer renovación, y la pérdida se hace llevadera y hasta saludable si la enfocas en ser más tú, mejor tú. Por ejemplo, si pierdes peso en estos días, que no sea una pérdida validada por el sacrificio o el dolor, sino una que te traiga ligereza, libertad, armonía. Luego cuídate de recuperar ese peso de otras maneras. Veo a muchos amigos, y en especial a amigas, romper relaciones dañinas para ir después al mismo patrón de relacionamiento, diciéndose sin mirar la realidad que esta vez va a ser diferente. Si quieres cambios, si tienes ambiciones, permite que algo se rompa dentro de ti cuando se rompe afuera. Si no es así, solo estás tratando de darle forma a un mundo nuevo apegado al mundo de lo viejo y conocido".
A CABALIDAD, POR FAVOR
"Me gustan las cosas a cabalidad. Espero que cuando resuelves un problema, lo hagas a cabalidad. O si trabajas en un sueño, llegues al máximo de ese sueño, a cabalidad.Estamos en una época en que empezar cosas es fácil, pero pocos la llevan al término de lo mejor que pueden conseguir. Puede que sea el afán, el impulso, la alegría de obtener algo inicial, o el descuido. Y es sobre este último al que les quiero invitar a reflexionar.Pensemos hoy que el descuido es lo contrario de la cabalidad, de ir a la excelencia, a lo completo, a lo mejor. Quiero invitarte a esto porque te quejas mucho de las cosas que no te sorprenden, de lo poco bueno que te sucede, y para ayudarte necesito que entiendas que para que sucedan cosas extraordinarias hay que trabajar a cabalidad.Esperas, equivocadamente, que una iniciativa, o un deseo muy sentido, conduzca a un resultado extraordinario. Eso no funciona así, creo que has tenido que vivir ya mucho que promete ser grandioso pero solo se asoma y no se concreta. Te alcanza la fuerza para el impulso o el inicio, y no para el esfuerzo sostenido que requiere trabajar por tus sueños hasta el final.Una tarde, hace poco, encontré a mi amigo Miguel pensando en lo mucho que le gusta la poesía. Él no se anima a escribir porque le parece que la poseía está fuera de este tiempo, de su círculo social, y hasta de lo que se considera interesante o agradable.Lo que no les he contado es que Miguel ya tiene el hábito de escribir durante el ocaso, es casi un ritual, y a veces suceden cosas extraordinarias sobre esas piezas de papel. A mi tristeza, cada vez que termina de escribir, Miguel se levanta de su escritorio desdeñando lo ocurrido y recordándose lo poco apreciado de su talento, lo íntimo pero a la vez inocuo que es.En el periódico donde trabaja no saben que él escribe poesía. Su esposa recibió la última pieza poco antes de vivir juntos, y a su hija jamás le ha mencionado que decir las cosas de manera sentida es un gran recurso para vivir. Acabo de proponerle a Miguel que editemos una pequeña muestra, y Miguel se enojó. No quiere enfrentar la frustración, las opiniones ajenas, el desdén por ese arte, ni tampoco quiere exponer sus sentimientos. «Es una muestra de fragilidad», suele decir, y no entiende que abrirse es algo que deseo tanto para él como para el pequeño mundo que lo rodea.Seguramente Miguel no ha considerado que exponer su poesía va a ayudarle con la timidez que lo limita para presentar nuevos proyectos. No sospecha que tratando de expresarse es como mejor ofrecerá al mundo sus talentos más sinceros. Tampoco cree mi amigo que a la familia le causará un estruendoso golpe de amor ver a ese hombre revelarse en su sensibilidad y sofisticación.No sabes muy bien a qué vas con un proyecto. Llevarlo a cabalidad no es estrujarlo hacia donde tiene que ir según tus estándares o propósitos iniciales. A veces los proyectos cobran vida, y propósito. Si aprendes a sentir el llamado de ese proyecto, puede que te veas cambiando de rumbo, pero es ajustándote como mejor llegarás a aprovechar a cabalidad eso escondido que hay para ti, eso que te sorprenderá o te hará sentir maravillado con tu propia vida.Te dices que quieres vender cosas, para aumentar los ingresos y diversificarlos. Yo creo que mucho de lo que deseas en verdad es explorar tu potencial en otras esferas, mostrarte al mundo de una manera más particular, y si las ventas no funcionan te retraes como si lo verdaderamente importante fueran las ventas y hubieras fracasado. La verdad amigo es que hay mucho de lo que inicias que no tiene solamente el propósito que te resulta obvio, hay propósitos escondidos en tus deseos más evidentes, la cabalidad es entonces la capacidad de seguir un impulso o un deseo y permitirle que te conduzca a un destino inesperado, a un destino vecino que otra vez transforma el propósito, y así.No te engañes, o te detengas, diciéndote que ningún proyecto funciona si los objetivos no son totalmente claros y hasta rígidos. Yo he visto a mucha gente triunfar a través de ensayos y errores, de eso se trata en gran medida lo que conduce a lo extraordinario, que aprendes a seguir pequeñas pistas, pedazos de fracaso y pedazos de verdad, para terminar entendiendo en dónde ocurre la magia y pudiendo revelar tu interior y sucumbir al llamado de tu grandeza.Detienes tu grandeza cuando escribes en un papelito un deseo y ese deseo tiene que ser así como te la imaginas. Cómo decirte cariñosamente que tu imaginación es claramente escasa, poco creativa. La vida tiene ingeniosas maneras de conducirte a destinos inesperados que revelarán de ti lo que no puedes descubrir sentado en tu escritorio.Puede que Miguel no triunfe en su publicación, si entiende triunfar como causar un éxito literario, pero esa publicación conducirá a Miguel al éxito de ser más abierto, a un arrojo mayor a la hora de escribir sobre otros menesteres, y a la apertura de su carácter que tanto bien le hace a todos los que lo rodean.Puede que esa publicación salve a Miguel de la separación que se está cocinando, su mujer ya no da más con la parsimonia e inexpresividad de su compañero. A su hija esa publicación puede enseñarle que los hombres también sienten, y le dará una idea fuerte para llegar a la escuela y entender a quienes se burlan de una niña llorando o de un niño queriendo dulzura. Al jefe, a quien nada incomoda más que las sugerencias, saber eso de Miguel le permitirá escuchar la pista silenciosa de que hay un potencial por explorar en ese periodista disipado y juicioso.No dejes amigo que los estándares sociales te digan a dónde no ir, mejor escucha ese llamado que susurra, y por favor escúchalo con la libertad de no saber a dónde te lleva. Esos sueños meticulosamente trazados limitan a la vida de causar vida dentro de ti, asfixian la creatividad de las situaciones, y te dejan encuadrado en lo que te resulta cómodo o imaginable.Incomodarte, siempre te pediré incomodarte. Incomódate para tu propio bien. Si esa es la invitación, por favor sospecha que algo bueno ha de resultar. La incomodidad es la facultad de los valientes, que se mueven de su silla preferida para ir a una que les talla pero les muestra una nueva perspectiva de sí mismos y del mundo.Esos ojos acomodados a un solo lente no traerán algo que te sorprenda, o algo extraordinario. Hay que cambiar el lente, y volverlo a cambiar. Eso que ayer fue esquivo, que hoy sea el reto de convertirse en una virtud cómoda y severa. Que las normas que te rigieron un día sean más bien el recuerdo que dice que te sabes transformar, y entonces te inspiren a más cambios, más aventuras, más iniciativas propicias para la ejecución de una iniciativa desde su principio intencionado a su fin inesperado, a su cabalidad.Que ir a cabalidad a tus proyectos sea ir hasta el final absoluto de lo que esa experiencia te puede ofrecer. Ya verás que el miedo o la timidez no hacen mucho caso a los eventos que se enriquecen de lo que la vida va proponiendo en el camino. Si en cambio vas solamente con tus ideas, ahí si puedes verte detenido, atemorizado, dubitativo. La intención, enriquecida sana y profundamente por lo inesperado, conduce a la excelencia. La voluntad solitaria y rígida alienta un mundo austero, de resonancia, donde lo nuevo no cabe, y la alegría no puede brillar. Te invito amigo mío a esperar más de lo inesperado. Que al contrario de verte ofuscado por lo que no planeaste, seas astuto y sospeches que ese factor aparece deliberadamente para moverte hacia algo en lo que vas a encontrar más de ti. Así, la ilusión se abrirá paso sobre la incomodidad. ¿Qué prefieres, que te rija la ilusión, o la incomodidad?".
MEZQUINDAD HUMANA TESORO DIVINO
“Qué difícil es comprender la mezquindad, se las voy a explicar sencillamente y ustedes por favor no saquen conclusiones que no estén en el marco de todo lo que una persona es por completo, pues la mezquindad aislada asusta y despierta desprecio, pero amigos, la mezquindad es parte de las conquistas que emprenderán en medio del camino a la virtud. El bien y el mal no son algo simple, no pretendo enseñarles a diferenciarlos ahora, solo recuerden esto, el camino al bien es largo y exigente, el camino de retroceso es fácil y abrupto, les permite acceder a algunos de sus anhelos de manera inmediata pero se quedan anclados a las consecuencias por tiempos indefinidos. Sé que la invitación al bien va estando clara, es una realidad de la vida que se ha ido perfeccionando y ahora la humanidad medianamente entiende que no está bien hacer el mal. Ahora, cuánto de ustedes en su corazón entiende eso, vamos a tratar de verlo con la siguiente idea. Imagina que eres una semilla de naranja, una fresquita y recién caída de la fruta que alguien saborea con entusiasmo. Buscarás pronto la tierra para germinar y protegerte y así cumplir tu propósito, pero vaya si las cosas están difíciles, la tierra se ha cubierto de una extraña capa, el suelo ya no es blando y no puedes buscar por ti mismo el camino de vuelta a tu naranjo. La vida para muchas personas es la búsqueda del naranjo, volver al origen para germinar, tener el abrigo para sentirse bien y así poder cumplir el cometido. No poder germinar se ha convertido en un motivo de infelicidad, una cuestión de insatisfacción personal de no ser aquello para lo que sienten que están hechos. Quiero que sepan que muchos de ustedes no tienen como cometido volver al naranjo aunque provengan de él, y ese conflicto de no saber a donde ir se está convirtiendo en una pelea con la vida. Así, quienes tienen dinero buscan propósito, quienes carecen de lo básico buscan alivio y quienes están en medio padecen de una especie de conflicto existencial de luchar por su bienestar contra algo que pareciera impedirlo. No estamos hablando de clases sociales, me refiero a las metas humanas esenciales, los recursos para la vida que logran hacerlos sentir que están germinando. Una semilla de naranja germina en verdad de distintas maneras, como alguien lo haría si supiera que no tiene que anclarse a unos ideales determinados para lograrlo, más bien se trata de dejar que el verdadero camino se muestre y así encontrar la plenitud descubriéndolo.  Si empieza a quedar claro la mezquindad se refiere a una pelea con la vida por no ser la gran cosas que esperan, un ideal que ustedes mismos se trazaron sin darse cuenta de las implicaciones de aferrarse a unas ideas que no se cumplirán. La gente que mejor vive, en quien menos avanza la mezquindad, es la gente que se adapta sin cesar ajustando sus planes y enfocando sus esfuerzos en la oportunidad real de germinar, no en la oportunidad ideal. Al final, aceptando el misterio de la vida, la oportunidad real es la ideal, la que logra hacer brotar de la semilla de naranja una nueva variedad, más fuerte, adaptada, creciente. Sufren por su mezquindad, por su pelea con la vida, aquellos a quienes las oportunidades reales no logran satisfacer. Sufren porque inocentemente creen poder cambiar ese camino con su determinación por el conflicto, sufren también porque están esperando que un día la vida les otorgue la razón. Eso sería algo así como un pulso entre la fuerza transformadora de la vida y una pequeña semilla de naranja insistiendo en regresar a su naranjo, más o menos así es lo inocente de la lucha o al contrario la intensidad, el desgaste que puede llegar a tener una semilla, una persona, para finalmente adaptarse y germinar. Mezquindad es pelear con la vida para decirle como tienen que ser las cosas según tú, adivina cuanto la vida se ajustará a tu parecer”.
NO TE CREAS LA MÁS ESPIRITUAL, POR FAVOR
"Llegó la moda de ser espiritual, y ahora hay más maestros que aprendices. ¡Ja! Como si la esencia misma de la espiritualidad no fuera el aprendizaje.  Quiero que hablemos de esto porque se están preocupando más por parecer que por ser de verdad. No es más. No es que esté mal buscar rituales, hábitos, prácticas, o acercarse al conocimiento espiritual. Todo lo que me gustaría que corrigieran es el hecho de convencerse de que son seres de luz, como dicen ustedes, sin siquiera ocuparse de atender en serio el verdadero llamado de la luz.Trato de mil maneras de mostrarle a cada persona su llamado. Lo hago, la vida lo hace, en especial a través de lo cotidiano, de sus experiencias o dificultades. Y los oídos sordos abundan. Ustedes diseñan el llamado, lo prefieren explícito, hasta lo escogen.Tengo una amiga cuyo llamado es a conectarse en verdad y profundamente con su esencia. Ella da vueltas, tantas que puede decir que lo ha probado todo. Y entonces se define como alguien muy espiritual.La verdad es que no te hace ser espiritual una práctica en sí misma. Mi amigo religioso lleva años diciéndose entregado a lo más elevado, y sigue dando vueltas en el mismo defecto de cuando era adolescente. ¿Qué sentido tiene una devoción que no te transforma?, ¿no será que la estás usando como pretexto, cuando en definitiva no esperas cambiar?Volvamos al llamado, no te creas tan espiritual por favor, sé tú mismo, tanto como puedas, admitiendo tus errores, fracasos, insatisfacciones, y hasta las tareas desagradables que la vida te propone, así es como se es de verdad una persona espiritual. La autenticidad está poco valorada. Es fácil encontrarlos repitiendo palabras o frases de alguien que los inspira, y eso, lejos de estar mal, es un puente. Por favor no te detengas en el puente. Ve a buscar tu camino propio, síguelo buscando, apóyate en las tendencias si eso te conecta, pero deja por favor que el llamado sea algo tan íntimo, tan tuyo, que pueda ser real.Hablar de espiritualidad, enseñar o replicar algo sobre espiritualidad, no transforma tu espíritu en sí mismo. No te equivoques pensando que esas palabras de las mañanas harán el milagro de una transformación en la que no estás trabajando seriamente. Si no te dejas poner condiciones de la vida, estás lejos de ser espiritual en verdad.La verdadera magia ocurre cuando tomas esos conceptos inspiradores y algo de ti se mueve dentro. Paso seguido, la magia continúa si tú sigues el movimiento interno, y no reversas a quedarte en el sentimiento o en la idea inspiradora. Marina leyó en redes una frase que la conmovió . El texto decía: «pocas cosas en la vida valen la pena tanto como para quedarse atrapado en el dolor, todo es pasajero, vive el momento, y progresa» En su momento ella lloraba una decepción, estaba bastante afectada por las actitudes de su familia. Usó el texto para decirse que todo es pasajero, y decidió quitarle importancia a lo sucedido porque quería creer que pronto todo volvería a ser como antes.Definamos por favor tu verdadera espiritualidad en torno de los movimientos internos que puedes tolerar, no de las ideas que puedes repetir.Le pedí a Marina que tratara de asimilar la verdad sobre su familia por medio de los eventos recientes, y ella, como lo ha hecho antes, cae en la negación o en el autoengaño, lo hace para evitar el dolor o la decepción, para seguir adelante y decirse que todo va a estar bien.Aparentemente no tiene nada de malo seguir adelante como si nada, pero si nada cambió, ¿para qué la experiencia?Desperdicias las experiencias si no tomas de ellas el sustrato, la enseñanza, la transformación que espera suscitar.Tener una familia que decepciona o daña no es una tarea fácil de enfrentar. Pero quien la enfrenta la supera, quien no la enfrenta solo la lamenta en el silencio de la trastienda de sus verdaderas.Vamos amigos a entender que la verdadera espiritualidad consiste en aprendizajes profundos, no superficiales. Entendamos también que hay tanto por aprender que la vida se ha especializado en ser singular para cada uno. Esa frase, y todos los aforismos que puedas encontrar, deben funcionar solamente porque te conducen a una verdad propia. Si lo que haces es repetírtelos para sentirte mejor, sin que algo se mueva dentro de ti, estás maquillando una verdad, y de paso haciéndote creer que la superas.Luego vienen dolores más profundos, confusiones, malos entendidos, y lo que más me duele, rencores hacia la vida. La verdadera espiritualidad te abre, la falsa espiritualidad te cierra.Tengo otra amiga que ahora anda en la onda de lo espiritual. Compró algunos libros, tomó buenos cursos, cambió su estilo de vestir y de hablar, y ha comenzado a enseñar a la gente como superar algunas ataduras emocionales. Ella se siente feliz, descubriendo una vida maravillosa, y viviendo el milagro de las verdades reveladas.Fue algo que soñó por años, que buscó, que anheló. Ahora que lo tiene ella siente que su sueño se ha cumplido. Yo estaba feliz porque se acercara a sanar, pero a sanar para ella. Y resulta que se embelesó de tal manera con el conocimiento que se entretuvo enseñando, y dejó de aprender.No voy a decir que enseña mentiras, pero, ¿qué puede enseñar alguien que no ha vivido su aprendizaje?, básicamente teorías. Luego, si ella de verdad quiere sanar en su interior, tendrá que encontrarse con esas teorías fuera del lugar mental que ha construido, en su propia realidad, y saber que se ha perdido del verdadero aprendizaje encriptado, sin lenguaje y sin repetición, el aprendizaje de la transformación profunda. Claro que ese es un camino, muchos de ustedes lo han recorrido. Primero van a las teorías. Pueden repetir cosas por un tiempo que los sorprenden y los inspiran, y después de un tiempo de repente algunas de esas ideas cobran sentido personal, y ¡tarán! La magia explota.En consecuencia viene el silencio. El silencio sagrado. Cuando las teorías cobran sentido, la atención de la mente no se queda en repetir mensajes inspiradores, sino en seguir la verdad profunda. Casi como canino olfateando el alimento, el espíritu es capaz de percibir el aprendizaje revelador, y no necesita detenerse para explicarlo o enseñarlo a alguien, no al menos hasta concretarlo, asimilarlo, apropiarlo.¿Quieres ser espiritual? ¿Sientes el llamado? ¿Te gusta esta onda? Pues bien, bienvenido al mundo de las correcciones profundas, los cambios, las aventuras complejas. No tanto al mundo de las repeticiones, sino mejor al de las apropiaciones. No tanto al mundo de mostrar, mejor al mundo de ser. Me refiero a que si escuchas algo atractivo, lo apropies, lo adaptes a tu aprendizaje, y también lo sueltes pronto para que el aprendizaje siga avanzado.No seas monotemático con tus hallazgos, no te quedes en un mismo hallazgo por años, remoldea el lenguaje una y otra vez, y ojalá muchas veces, y hasta evítalo. Quien sabe callar sus aprendizajes profundos ha alcanzado la claridad de que no se trata de conceptos, sino de movimientos profundos, y mejor los respira, los disfruta, los inspira. Deja por favor de creer en milagros express, en técnicas universales, en llamados a dejar que todo lo hagamos aquí en el cielo. Acepta por favor que ser espiritual es una lucha para vencerse a sí mismo en los arraigos más profundos y verás así a la verdadera espiritualidad en acción".
MAMÁ, TAMBIÉN LE PERTENEZCO A LA VIDA
“Mamita, soy en esencia un ser libre, provengo de la libertad, del albedrío que creciente me irá mostrando el camino. Tu papel es crucial, pero no te adueñes de mi vida por favor, no esperes corregir el mundo para mí, ni esperes que yo corresponda a lo que deseas, esta vez te pediré que me regreses mi libertad, es un derecho que los dos tenemos; disfruta la tuya, recuerda que tú también eres un ser libre. Quiero que esto que haces por mí sea un placer para los dos, que tu vida se engrandezca por esta tarea maravillosa de acompañarme, pero que yo no sea lo único en tu vida. Quiero que tengas una vida, que te regocijes con frecuencia de tu mundo secreto y tus placeres personales. No tengo yo que estar en todo, no debo. No quiero ser tu planeta y tu universo, no puedo; si me conviertes en ello perderé mi propio planeta en construcción, uno que necesariamente será distinto al tuyo. Cuando las cosas se pongan difíciles para mí recuerda compartirme tu poder, no me entregues pesar por favor. Tu pesar me hace sentir pesar por mí, me pone en situación de víctima, me quita poder. Si en cambio me regalas tu fuerza, tus talentos, tu inspiración, juntos superamos los retos que la vida ha creado justamente para mí. A veces ni siquiera yo mismo lo sé pero esos retos son precisos; esa enfermedad, esa dificultad académica, mi personalidad, mis tendencias, todo ello es mi historia en construcción, así que recuerda por favor, tú no eres la escritora de mi historia. Vienes jugando un papel importante, casi definitivo, pero ahora que voy creciendo hacia mi independencia espero que puedas comprender que no me debes entender por completo, que no vas a sentirte satisfecha como antes de mis gracias de niño, y que me gustarán cientos de cosas que a ti ni siquiera te parecen apropiadas. Todo ello mamita ocurre para que podamos recordar que no nos pertenecemos, no eres mía, no tengo porque abusar de tu entrega o descargar en ti las tareas más incómodas que con gusto has llevado por años. Llegó la hora de asumir que la vida no es placentera en todo y eso solo lo lograré si me permites incomodarme, sentirme insatisfecho, molestarme con las responsabilidades y deberes de la vida cotidiana. Además mamá, para qué tanto esfuerzo por regirme la vida, eso de cierta manera ya ocurrió, ya llegó dentro de mí, impreso con tinta indeleble, lo que eres. Sucedió mientras estaba pequeño, viéndote, sintiendo tus verdades, aceptándote. Ahora tratas de decirme muchas cosas que no necesitan palabras, mejor hablemos también de ti, muéstrame cómo logras esa felicidad que esperas provocarme, déjame ver lo auténtica que eres, cómo pones límites, como eres libre. Tranquila, siempre serás mi inspiración. No es algo que yo pueda decidir, es más bien algo que sé que ocurrirá, tu tinta está en mi corazón, a veces siento que respiro como tú. De cierta manera mamá eres inevitablemente inolvidable, aunque me aparte de ti o no te piense estás impresa de modos casi biológicos. Así que descuida, estarás presente siempre. Por eso por favor ruego hoy por mi libertad, quiero que me liberes mamá, quiero que sepas que lo haré bien, seguiré mi camino, cometeré mis errores necesarios, me defenderé del mundo que a mí me corresponda defenderme, y crearé así el mío, uno auténtico, del que seguro a la larga estarás orgullosa. Te propongo un pacto, cada vez que te lamentes por lo que me falta o no hago bien recuerda que estoy creando mi mundo. Ya sabes, cuando los niños aprenden a pintar primero arman un desastre, no quieras una gran obra antes de que yo aprenda a manejar el pincel. Así es la vida, hay que equivocarse, y hay que respetar las equivocaciones necesarias, las del camino, las de las lecciones que me enseñarán a saber de mis límites y posibilidades. Déjame ser mamá, tal vez te enseñaron a ser mamá así, y es obvio que tú sabes y yo no. Pero ocurre que la vida sí sabe lo que necesito, ella es exacta, y está eligiendo para mí justamente las experiencias y desmanes que me llevarán a conocerme mejor y a ver yo mismo la necesidad de corregirme. Si tú eres quien me corrige siempre yo no voy a desarrollar la habilidad necesaria de hacerlo por mí mismo. No me regules el mundo, por favor no lo tiñas del color que a ti te gusta, puede que mis colores aún no tengan gracia o carezcan de sentido, pero recuerda, estoy aprendiendo a ser libre, y la libertad mamá consiste primero en sentir el peso de todo lo que ella implica, si me dices cómo hacerlo, si me reparas el mundo, si embelleces mis errores, jamás aprenderé a ser libre de verdad”.