LOS ERRORES DEL PASADO

Creado el: 2023-04-29 07:06 am

Lecciones

“Los veo enredados resolviendo en sus ideas los eventos que ya deberían quedar atrás. La vida amigos encuentra maneras de poner en el presente lo que hay que resolver, esta es una invitación entonces a refrescar la mirada, a superar en el ahora y con nuevas capacidades eso que alguna vez no salió bien.

 

Mi amiga Andrea sigue atada a errores de su juventud, y aunque trata de seguir adelante no sabe cuanto está obedeciendo a las culpas y las consecuencias de lo que una vez ella protagonizó. Este dictado no es para absolverlos, o para darles la sensación de que no hay nada por hacer, al contrario lo que espero es que puedan verse sanando sus propios errores a través de nuevas actuaciones, de un despliegue de ustedes mismos renovado donde resuene el poder que alguna vez faltó para hacerlo mejor.

 

Sé que volver al pasado es apasionante, más que nada para la comprensión. La comprensión produce perdón y perdonar es un comienzo fundamental. Ahora, me parece que quedan con ganas de poder hacer algo, de reparar, de transformar una realidad. A eso me refiero cuando les digo que la vida encuentra maneras de traer al ahora la oportunidad de transformar eso que quedó dañado; es que los errores tienen una función formativa, cambian a las personas, o al menos les dan una oportunidad concreta de cambiar.

 

Si sigues mirando entonces tus errores del pasado sin haber hecho algunos cambios tal vez eso explique la incomodidad que aún persiste sobre lo ocurrido. Podrás notar en cambio que algunos hechos contundentes, dolorosos o vergonzosos, han sido superados gracias precisamente a algún tipo de reparación de tu parte.

 

Aclaremos, no se va a presentar una opción calcada, es decir no te verás en la misma situación otra vez, pero sí vas a verte teniendo que usar ese poder que no tuviste en el pasado. Es ahí cuando decides abrir el corazón y enfocarte en cambiar antes que nada, el perdón y la paz vendrán detrás como premios a un cambio verdadero.

 

Es lo que ahora trato de hacer con Andrea, que ella entienda que en el ahora reparará esos eventos de su juventud. La veo compensando a su familia, incluso dándoles lo que no están necesitando, los mira a través del velo oscuro de la responsabilidad no asumida y entonces llora en sus adentros los hechos pasados de los que no se puede desprender.

 

El tiempo ha hecho lo suyo, la familia al contrario ha superado mucho de lo que fue tormentoso, y tienen una nueva idea de Laura a pesar de que ella se sigue viendo como la jovencita que se equivocó. Esa mirada le impide ver lo que de verdad necesitan de ella, y la encuentran tan desesperada por complacer que hasta se aprovechan sin querer de sus inocentes intenciones. 

 

¿Como sabrá Andrea lo que de verdad necesitan de ella?. Para comenzar cada uno está necesitando algo distinto. Su presencia, su atención, su respeto, su autoridad; ya ella sabrá sentirlo, porque sé que cada uno se lo muestra con sus ojos, con sus dificultades, con su apetito de recibirla. Al contrario esos espacios de sus vidas donde no la reciben, donde no resuenan con ella, están saciados y espero que Andrea pueda respetarlos.

 

Insisto, la tarea es esforzarse por ver con claridad el ahora, no esforzarse por corregir el pasado, y así mejor corregir lo que quede por corregir. Si miras claramente en los eventos actuales, en lo que incluso personas desconocidas demandan de ti, verás que tienes la oportunidad a la mano de resolver lo que antes ocurrió. Si la dedicación de Andrea fue su principal falta entonces ahora seguro la vida le exige mucha dedicación en distintos ámbitos de su vida, mucha tolerancia, incluso devoción. Si antes la rigieron los placeres o los impulsos, ahora se está viendo retada por controlarse y asimilar sus necesidades desde una perspectiva de equilibrio.

 

Entonces, en vez de darle vueltas amigo a lo que antes ocurrió, trabaja en observar cómo la vida lo replantea ahora para ti. 

 

Ustedes suelen pensar que los eventos se comportan fieles a la cronología, y para la vida mejor ocurre que se trata de un ritmo, más parecido al palpitar del corazón que a una línea recta donde los acontecimientos van en fila. Vivir se trata mucho de un bombeo, de subidas y bajadas, del balance entre fuerza y soltura, entre ruido y silencio, entre perdón y transformación. 

 

Por favor acompásate, da la vuelta, deja de mirar hacia atrás estático y suplicante, más bien siente el llamado, la oportunidad de virar para aprender a reparar hoy en vez de lamentar o compensar lo que no requiere compensación”.

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Olga Castaño

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Comentarios (4)

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Consuelo
Lo pasado es pasado, cada día es una oportunidad mas para buscar la plenitud, no vale la pena torturarnos recordando con dolor para seguir estancados.🤔 como el Dicho, para atrás ni para coger impulso. No es fácil pero tampoco imposible. gracias querida por ayudarnos a recapacitar.🙏

2023-05-01 08:56 am

Olga Castaño
Así es Consu, gracias. Es un placer 🙏🏼

2023-05-01 09:05 am

Monica
Es una felicidad leerte. Es oro estar en el presente, anclado, y navegando con la señal. Ojalá dure siempre.

2023-05-15 05:52 am

Olga Castaño
Que dicha ayudar a hacerte feliz, jeje. ¡Sí!, dejarse atraer al futuro que aunque es incierto para tus ojos es certero para la vida.

2023-05-15 12:03 pm

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“Tengo un reto, una tarea para ti amigo que te la pasas dándole vueltas a lo que quieres arreglar sin ir directo a la verdad, aprende por favor a moverte como lo hacen las moscas. No son erráticas, ni mucho menos divagan, tienen claro a donde van pero refuerzan su camino encontrando la verdad de poco en poco. Figúrate siendo el piloto de la mosca, ella sin voluntad y tú dirigiéndola con tu decisión asertiva. Preferirías, y me lo pides con frecuencia, ir directo a la verdad de lo que quieres conseguir, al objetivo sin dar vuelta alguna, cuando necesitas hacer un recorrido más que específico, y a veces amplío, para llegar preparado a ese objetivo que ves como algo simplemente para tomar. Vuelas constantemente como mosca, pero estás luchando con eso, no quieres ser mosca, quieres ser águila rapaz que va por su objetivo con determinación salvaje. Te cuento mi amigo que incluso las águilas merodean, hay información, caminos que se recorren más fácil cuando te das el tiempo para prepararte. Ahora, por favor no prefieras volar sobre un águila o un cóndor, déjate llevar por la mosca. Ella tendrá siempre la facultad de recordarte que eres pequeño frente a una realidad que no alcanzas a dimensionar por completo, frente a elementos que no estás contemplando simplemente porque no los puedes percibir. Hay cosas en la vida mucho más allá de tu apreciación que determinan ese camino, deja ya de pelear con la vida por ponerte taras, más bien es la manera como trabajamos en ti los recursos que necesariamente conducirán a un objetivo de fondo, no solo a alcanzar la meta por satisfacción. Recuerda por favor, la vida tiene sorpresas para ti, no solo hablo de los retos inesperados, también estan esperando por ti las habilidades o comprensiones que aún no añoras pero que van a liberar tu vuelo. No hace falta que aspires a dejar de volar sobre una mosca, no te pelees con la condición errática de lo humano; mejor deja que dar vueltas, seguir etapas, sea la reconciliación que tanto bien te hace con respetar lo complejo de la vida y dejar ya de esperar que la vida se comporte como una lista de tareas simples por chequear. Muchas de las metas que te propones no se llevarán a cabo como lo planeaste, eso es porque hay mejores metas o mejores maneras de lograrlo. Tampoco tendrás que saber dirigir diferente tu vuelo, la fuerza de la vida siempre encontrará la manera de retarte para que habiendo avanzado en tus vuelos recibas el siguiente regalo, de comprensión o de renuncia.  Claro que no tiene que gustarte esto que digo, te invito a fallar, a volar sobre una mosca, pero si lo miras a fondo estarás entendiendo que se trata en parte de darnos a nosotros permiso de guiar a la mosca y que tú solo te dejes llevar. Esa es la manera como mejor podemos entrar en tu vida, guiando los acontecimientos uno tras otro, poniendo las oportunidades y las condiciones para que encuentres lo que no sabías buscar. Comprende mi amigo, no estamos en la tarea de complacerte para comenzar, más bien estamos ahí para que las complacencias lleguen como consecuencia de un logro supremo; así, más que placeres inmediatos buscamos que consigas metas que transforman tu vida en muchos sentidos a la vez. Es decir, amamos que los regalos tengan muchas dimensiones”.
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CUANDO ALGO SE ROMPE
"Me gusta que las cosas se rompan. Rara vez algo se rompe antes de tiempo. Pocas veces algo roto conduce solamente a lamentos o pérdidas. Me refiero a romper una relación, romper un vínculo, romper un proceso, o romper un sueño.En la manera de vivir actual, casi todo es desechable, desdeñable, y me gusta pensar que eso trae ligereza, y que le enseña a la gente a valorar lo efímero. Sin embargo, se rompen también las alianzas, las lealtades y los saberes, y esa parte no me gusta tanto como la anterior.Tengo muchos amigos que ahora mismo están rompiendo un afecto, ya sea porque están en el final de una relación, porque su trabajo ya no significa lo mismo, o porque tienen nuevos sueños que desplazan lo que en otro momento era su ilusión.Cambiar está bien, dejar que se rompa lo que ya necesita romperse, también, romper aquello que necesita primero darlo todo, eso no. Ya lo hablamos en el dictado anterior, qué mejor que llevar las tareas a cabalidad, hasta extraer de ellas todo lo que puedan aportar aunque sea inesperado. Pero tenemos entonces esta faceta contraria, la de no lograr desapegarse de las cosas, las personas, los procesos, las experiencias.Comencemos por las adicciones, que son la fiel muestra de no poder dejar algo que hace daño, y vayamos de una vez a esa materia inconsistente que es el apego, que termina dejándote pegado donde no deberías estar más. El apego es precisamente inconsistente porque no posee una fuerza en sí mismo, sino que te sostiene en algo o con alguien con base en las emociones que un día experimentaste.Es así como, aunque esas emociones ya no estén, o tengas que engañarte mucho para experimentarlas, te quedas por el recuerdo, por el anhelo, o por la negación de que ese algo que sentiste ya no existe más. Por eso me gusta que las cosas se rompan. Se trata de una manera contundente y evidente de invitarte a finalizar algo. La necesidad de abandonar algunas cosas suele confundirse o juzgarse como traición, inestabilidad, deslealtad, o falta de esfuerzo. Sin embargo, no siempre es así, hay que saber romper algunas cosas aunque la sensación de anhelo o de añoranza permanezca por ahí. Hace poco Carolina tuvo que romper una alianza que significaba mucho para ella. Su grupo de amigas del colegio, con quienes compartió por años momentos maravillosos, se venía convirtiendo en un nacedero de conflictos y pullas. Las tensiones de la edad, sumadas a los cambios en la vida familiar de las amigas, trajo el lamentable desenlace de que cada una sin excepción se volcará en el grupo para desahogarse de un modo nocivo y perturbador.Ella no sabía lo que tenía que hacer. Se preguntó muchas veces si era indiferencia lo que sentía, y por eso se quedaba en el grupo. Un par de ocasiones el tono de la discusión se puso tan fuerte que Carolina terminó en el patíbulo castigada por su vida cómoda y ordenada. Estaba tan sorprendida que ni siquiera se defendió, respiró un poco de la culpa que le querían imprimir, y calló.Fue la tarde antes de la última reunión cuando, conversando con su amigo del trabajo, Carolina se dio cuenta que estaba envuelta en un ambiente enfermizo del que debía salir. Afortunadamente tuvo claro que no se trataba de salir de la amistad, de romper el vínculo, se trataba más bien de ir a otro espacio por un tiempo para ser ella, y que así las chicas, unidas en el mismo melodrama, pudieran tener su grupo de represión sin el ofuscamiento de un cisne blanco en medio de la sala. No fue fácil para Carolina. Al día siguiente, sin entender muy bien lo que estaba sucediendo, avisó a las amigas que no iría a la reunión de ese jueves. No hubo explicaciones, ni reclamos. El silencio con su peso rompió las teclas del teléfono, y las lágrimas lograron circular.Carolina sentía entre libertad y dolor. No sabía qué pensar, mucho menos qué sentir. Algo sí le hacía saber que estaba bien ser ella, en sus maneras, aliviando la pena con la libertad de no cargar con tragedias ajenas de una manera improductiva y dañina.Tuvo de momento el impulso de ocupar ese espacio de los jueves con una rutina de ejercicio, o con algunas citas médicas pendientes, pero pronto cayó en cuenta que llevaba mucho sin tiempo para ella, para su ocio y sus lecturas. Lo que vino después, ya lo podrás imaginar. La gente dice cosas, lanza indirectas, trata de lastimar para dar a probar su propio dolor. No fue fácil ese día, pero para Carolina los días venideros trajeron una dulce sorpresa.  Cada cierto tiempo se dio que una de las amigas, de manera individual, la invitaba a un café para conversar íntima y honestamente. Entre ellas, las amigas del grupo, era un secreto, y Carolina disfrutó mucho saber que el verdadero vínculo se había renovado, casi purificado.Por supuesto que a veces extraña el tumulto, la euforia, la sinrazón de cinco mujeres diciendo cosas al mismo tiempo, pero sabe que ahora ese montón de dolor y confusión no está tomando un curso a favor de nadie, y que es mejor salir para así tal vez abrir la compuerta a través de la cual se movilice toda esa carga emocional mal entregada.Lo que se rompió, en esencia, fue la mirada temerosa que Carolina acostumbraba a tener de las rupturas. El grupo no se rompió, necesitaba una limpieza, y ella les dejó ese regalo de despedida. Ahora, cuando las chicas se reúnen, hacen bromas un poco más saludables acerca de su drama, y se exigen comentar cosas diferentes, como el partido de fútbol o la nueva estrella de las redes sociales. Han despersonalizado sus problemas, lo cual me resulta profundamente admirable, para eso se rompen las cosas, para despersonalizarlas. Si se está rompiendo un vínculo, si ves la necesidad de romper algo y no lo logras, recuérdate que no tiene que ser una tragedia esa ruptura. Bien entendidos, los rompimientos son pasos adelante, no caídas a un agujero oscuro. No salgas castigándote, o castigando a nadie, no dejes que los errores cometidos sean la causa del rompimiento, es mejor que rompas motivado por la ilusión de algo nuevo, un nuevo destino, una nueva morada de la realidad, o una nueva libertad.A cambio de los rompimientos, la vida suele proponer renovación, y la pérdida se hace llevadera y hasta saludable si la enfocas en ser más tú, mejor tú. Por ejemplo, si pierdes peso en estos días, que no sea una pérdida validada por el sacrificio o el dolor, sino una que te traiga ligereza, libertad, armonía. Luego cuídate de recuperar ese peso de otras maneras. Veo a muchos amigos, y en especial a amigas, romper relaciones dañinas para ir después al mismo patrón de relacionamiento, diciéndose sin mirar la realidad que esta vez va a ser diferente. Si quieres cambios, si tienes ambiciones, permite que algo se rompa dentro de ti cuando se rompe afuera. Si no es así, solo estás tratando de darle forma a un mundo nuevo apegado al mundo de lo viejo y conocido".
A CABALIDAD, POR FAVOR
"Me gustan las cosas a cabalidad. Espero que cuando resuelves un problema, lo hagas a cabalidad. O si trabajas en un sueño, llegues al máximo de ese sueño, a cabalidad.Estamos en una época en que empezar cosas es fácil, pero pocos la llevan al término de lo mejor que pueden conseguir. Puede que sea el afán, el impulso, la alegría de obtener algo inicial, o el descuido. Y es sobre este último al que les quiero invitar a reflexionar.Pensemos hoy que el descuido es lo contrario de la cabalidad, de ir a la excelencia, a lo completo, a lo mejor. Quiero invitarte a esto porque te quejas mucho de las cosas que no te sorprenden, de lo poco bueno que te sucede, y para ayudarte necesito que entiendas que para que sucedan cosas extraordinarias hay que trabajar a cabalidad.Esperas, equivocadamente, que una iniciativa, o un deseo muy sentido, conduzca a un resultado extraordinario. Eso no funciona así, creo que has tenido que vivir ya mucho que promete ser grandioso pero solo se asoma y no se concreta. Te alcanza la fuerza para el impulso o el inicio, y no para el esfuerzo sostenido que requiere trabajar por tus sueños hasta el final.Una tarde, hace poco, encontré a mi amigo Miguel pensando en lo mucho que le gusta la poesía. Él no se anima a escribir porque le parece que la poseía está fuera de este tiempo, de su círculo social, y hasta de lo que se considera interesante o agradable.Lo que no les he contado es que Miguel ya tiene el hábito de escribir durante el ocaso, es casi un ritual, y a veces suceden cosas extraordinarias sobre esas piezas de papel. A mi tristeza, cada vez que termina de escribir, Miguel se levanta de su escritorio desdeñando lo ocurrido y recordándose lo poco apreciado de su talento, lo íntimo pero a la vez inocuo que es.En el periódico donde trabaja no saben que él escribe poesía. Su esposa recibió la última pieza poco antes de vivir juntos, y a su hija jamás le ha mencionado que decir las cosas de manera sentida es un gran recurso para vivir. Acabo de proponerle a Miguel que editemos una pequeña muestra, y Miguel se enojó. No quiere enfrentar la frustración, las opiniones ajenas, el desdén por ese arte, ni tampoco quiere exponer sus sentimientos. «Es una muestra de fragilidad», suele decir, y no entiende que abrirse es algo que deseo tanto para él como para el pequeño mundo que lo rodea.Seguramente Miguel no ha considerado que exponer su poesía va a ayudarle con la timidez que lo limita para presentar nuevos proyectos. No sospecha que tratando de expresarse es como mejor ofrecerá al mundo sus talentos más sinceros. Tampoco cree mi amigo que a la familia le causará un estruendoso golpe de amor ver a ese hombre revelarse en su sensibilidad y sofisticación.No sabes muy bien a qué vas con un proyecto. Llevarlo a cabalidad no es estrujarlo hacia donde tiene que ir según tus estándares o propósitos iniciales. A veces los proyectos cobran vida, y propósito. Si aprendes a sentir el llamado de ese proyecto, puede que te veas cambiando de rumbo, pero es ajustándote como mejor llegarás a aprovechar a cabalidad eso escondido que hay para ti, eso que te sorprenderá o te hará sentir maravillado con tu propia vida.Te dices que quieres vender cosas, para aumentar los ingresos y diversificarlos. Yo creo que mucho de lo que deseas en verdad es explorar tu potencial en otras esferas, mostrarte al mundo de una manera más particular, y si las ventas no funcionan te retraes como si lo verdaderamente importante fueran las ventas y hubieras fracasado. La verdad amigo es que hay mucho de lo que inicias que no tiene solamente el propósito que te resulta obvio, hay propósitos escondidos en tus deseos más evidentes, la cabalidad es entonces la capacidad de seguir un impulso o un deseo y permitirle que te conduzca a un destino inesperado, a un destino vecino que otra vez transforma el propósito, y así.No te engañes, o te detengas, diciéndote que ningún proyecto funciona si los objetivos no son totalmente claros y hasta rígidos. Yo he visto a mucha gente triunfar a través de ensayos y errores, de eso se trata en gran medida lo que conduce a lo extraordinario, que aprendes a seguir pequeñas pistas, pedazos de fracaso y pedazos de verdad, para terminar entendiendo en dónde ocurre la magia y pudiendo revelar tu interior y sucumbir al llamado de tu grandeza.Detienes tu grandeza cuando escribes en un papelito un deseo y ese deseo tiene que ser así como te la imaginas. Cómo decirte cariñosamente que tu imaginación es claramente escasa, poco creativa. La vida tiene ingeniosas maneras de conducirte a destinos inesperados que revelarán de ti lo que no puedes descubrir sentado en tu escritorio.Puede que Miguel no triunfe en su publicación, si entiende triunfar como causar un éxito literario, pero esa publicación conducirá a Miguel al éxito de ser más abierto, a un arrojo mayor a la hora de escribir sobre otros menesteres, y a la apertura de su carácter que tanto bien le hace a todos los que lo rodean.Puede que esa publicación salve a Miguel de la separación que se está cocinando, su mujer ya no da más con la parsimonia e inexpresividad de su compañero. A su hija esa publicación puede enseñarle que los hombres también sienten, y le dará una idea fuerte para llegar a la escuela y entender a quienes se burlan de una niña llorando o de un niño queriendo dulzura. Al jefe, a quien nada incomoda más que las sugerencias, saber eso de Miguel le permitirá escuchar la pista silenciosa de que hay un potencial por explorar en ese periodista disipado y juicioso.No dejes amigo que los estándares sociales te digan a dónde no ir, mejor escucha ese llamado que susurra, y por favor escúchalo con la libertad de no saber a dónde te lleva. Esos sueños meticulosamente trazados limitan a la vida de causar vida dentro de ti, asfixian la creatividad de las situaciones, y te dejan encuadrado en lo que te resulta cómodo o imaginable.Incomodarte, siempre te pediré incomodarte. Incomódate para tu propio bien. Si esa es la invitación, por favor sospecha que algo bueno ha de resultar. La incomodidad es la facultad de los valientes, que se mueven de su silla preferida para ir a una que les talla pero les muestra una nueva perspectiva de sí mismos y del mundo.Esos ojos acomodados a un solo lente no traerán algo que te sorprenda, o algo extraordinario. Hay que cambiar el lente, y volverlo a cambiar. Eso que ayer fue esquivo, que hoy sea el reto de convertirse en una virtud cómoda y severa. Que las normas que te rigieron un día sean más bien el recuerdo que dice que te sabes transformar, y entonces te inspiren a más cambios, más aventuras, más iniciativas propicias para la ejecución de una iniciativa desde su principio intencionado a su fin inesperado, a su cabalidad.Que ir a cabalidad a tus proyectos sea ir hasta el final absoluto de lo que esa experiencia te puede ofrecer. Ya verás que el miedo o la timidez no hacen mucho caso a los eventos que se enriquecen de lo que la vida va proponiendo en el camino. Si en cambio vas solamente con tus ideas, ahí si puedes verte detenido, atemorizado, dubitativo. La intención, enriquecida sana y profundamente por lo inesperado, conduce a la excelencia. La voluntad solitaria y rígida alienta un mundo austero, de resonancia, donde lo nuevo no cabe, y la alegría no puede brillar. Te invito amigo mío a esperar más de lo inesperado. Que al contrario de verte ofuscado por lo que no planeaste, seas astuto y sospeches que ese factor aparece deliberadamente para moverte hacia algo en lo que vas a encontrar más de ti. Así, la ilusión se abrirá paso sobre la incomodidad. ¿Qué prefieres, que te rija la ilusión, o la incomodidad?".
LA LUZ QUE TE CUBRE
"Hay una luz tratando de abrigarte. Hace tiempo esa luz trata de ponerle calor y verdad a tus días, pero tú, amigo mío, la rechazas sin saberlo. Esa luz, personal, íntima, sagrada, no está ahí para complacerte, y esa es quizá la parte más difícil de recibirla. Esa luz es entonces un reto en sí mismo.Una luz que invita a renunciar a una conducta es una luz retadora. Ni qué decir de la luz que trata de detenerte. Pues voy a recomendarte que seas más astuto y sospeches que si una fuerza de la vida, silenciosa y precisa, trata de redirigirte o alertarte, le hagas un poco más de caso.El ímpetu por complacerse, por estar satisfechos rápidamente, los lleva a tomar decisiones que no calculan los beneficios a largo plazo. Es así como los veo con frecuencia eligiendo el camino más corto, el plato más atractivo.Resulta que la luz a veces ilumina rincones austeros, descuidados, o poco valorados. No viven ustedes en una sociedad que valore mucho el bienestar en la vejez, o que alabe el amor honesto y la verdad de las cosas. Más bien han recibido muchos estímulos para parecer fabulosos, exitosos y felices aunque no lo sean en verdad. Y ya sabemos todos que la felicidad es exigente en extremo, si no es real, ni dura, ni llena.Quiero que sepan respetar su luz. A veces la luz los invita a madurar, y ustedes la detienen porque desean seguir siendo juveniles, entusiastas, no se quieren aburrir. Por supuesto están atendiendo el prejuicio de que la madurez es triste, que si la piel se arruga, la vida aburre. Les contaré un secreto en este dictado: la vida se compone más de experiencia que de gracia. La gracia de la diversión, del entusiasmo o la alegría, es el complemento más bien de algo sustancial que cubre los días y el fondo del corazón. La experiencia en cambio, administrada con atención y ambición de cosas plenas, consigue algo a prueba de falta de alegría: plenitud.Es como una barriga llena de satisfacción de ustedes mismos. ¿No quieren una vejez con hambre, o sí? Hablo de que una juventud enfoca únicamente en la alegría y satisfacción inmediatas difícilmente construye una madurez rica en el gusto de ustedes mismos. En la medida en que una persona entiende su plenitud la sigue llenando satisfactoriamente. Sospecha, amigo, que no te da plenitud vivir un día agobiante y una noche de placer para compensar. Entre sumas y restas sales perdiendo, eso es definitivo. Al contrario, quien se anima a descubrir, a permitir que la luz le ilumine sus mejores rincones, se aventura en la búsqueda más complaciente, la de llenar espacios descuidados de armonía y placer profundo y duradero.«¿Eso cómo se hace?», me suelen preguntar. Pues esta vez les dejaré lo que espero que sea un decálogo de satisfacción profunda. Si bien no confío mucho en las listas, tal vez la puedas leer con la astucia de no chulear, de no dar nada por sentado, de ir al placer de explorarla valiente para ver qué tan vacío se encuentra ese rincón. Y volver. Hoy céntrate en un par de elementos, luego ven por más, no todo a la vez, mejor donde la luz ponga su rayo este día.Para ir a lo profundo es mejor no tener prisa, la prisa confunde y entorpece.Evita vivir en función de hacer sentir bien a los demás. Es mejor que ellos se inspiren en ti, no que dependan.Descubre satisfacciones discretas, íntimas, que no necesiten de nadie más, de espacios o momentos. A veces un talento es el descubrimiento más revelador para alimentar la plenitud.Trabaja en equilibrio con lo que eres. No puede el trabajo ser un sacrificio, un alimento para el ego, o una mentirilla para ganar dinero. Trabaja logrando que ese espacio se parezca a tu esencia.Ten ambiciones que cubran distintos niveles de ti mismo. Si tus ambiciones materiales no están ligadas de algún modo a tu nivel trascendente entonces duda. Nota: no cuenta dar como trascender.Acaba tu día sonriendo por el pequeño paso que pudiste descubrir en medio de las actividades de rigor. Encuentra algo que aprendiste, algo que cambió, o algo que ayudó a sanar.Perdona. Al incauto, al torpe, al malintencionado. Distingue cuánto de eso es personal y cuánto en verdad es solo la historia de su propio vacío.Abraza. Para que un abrazo suceda sincero hay que tener vínculos estrechos, que superan defectos y conflictos. Ten una caja de tesoros invisible, llena de riquezas intangibles, con un poder que no se pueda contener. El amor fraterno, tu bondad, las buenas historias, las batallas triunfales, son cosas que pueden hacer estallar esa caja imaginaria.Duda de ti siempre para aprender. No te desgastes dudando de lo que no vas a cambiar. Duda, eso sí, de lo que no está trayendo una riqueza para el cofre de los tesoros invisibles.Invitados entonces a elegir uno de los consejos, profundizar, vivirlo. Te adelanto trabajo, no elijas el que te hace sentir glorioso de inmediato, sé astuto y elige el que la luz discreta trata de iluminar, que puede ser precisamente el que más necesita trabajo consciente 😉".¿Necesitas ayuda? Con gusto, deja tu pedido en los comentarios, o hablemos por WhatsApp.