Creado el: 2025-08-02 08:32 am
Lecciones“Quiero enseñarles a trabajar en su futuro eficientemente. Así que comencemos por dejar a un lado el fabuloso arte de soñar, y tengámosle paciencia a la resistencia al cambio. De ese modo podamos ir directo a la mentalidad que favorece el diseño positivo y comprometido del futuro.
Para empezar, no es tan indispensable como crees eso de tener completamente claros tus objetivos. Te sugiero que en vez de proponerte cosas muy puntuales vayas por logros abiertos, que incluyan flexibilidad, adaptabilidad, y un margen de beneficios más amplio que ese que trazarán muchos de tus supuestos.
Para ponerte en contexto, es más conveniente ponerte la meta de alcanzar tu mejor felicidad, que soñar con la felicidad tal como la de esa persona que consideras tiene la vida perfecta.
Es mucho más realista desear, en lo material, aprender a ser un excelente administrador, que soñar con una fortuna exuberante que impresione a los demás. Un excelente administrador hace crecer un negocio, y eso no implica un techo en su crecimiento. Soñar con impresionar a través de resultados financieros es cuando menos un propósito enfocado en el reconocimiento más que en el valor y la tenacidad de hacer crecer una fortuna.
Trabaja en tu futuro reconociendo entonces tus características más íntimas, incluyendo aquellas que aun no tienes bajo control, pues esa es una medida estratégica en la que enfocarte. Reconoce tus contradicciones, eso no es un problema.
El futuro puede funcionar como una especie de imán, la vida que estás haciendo se compagina con un rumbo que bien puede ser próspero; no necesitas dejar de ser tú para crecer, más bien puede que necesites pulir algunas cosas que le has agregado a ser tú, que no te vienen muy bien.
Elige, para desarrollar tus propósitos, métodos que sí cumplas, plazos que sean realistas, y cambios. Si te pones tiempos pero no hay cambios te verás decepcionándote inoficiosamente sin siquiera haberlo intentado.
Repetir experiencias no es en sí mismo avanzar. Si solo repites un patrón, un tipo de relación, una conducta, y no hay cambios, de nuevo te decepcionarás. Enfrenta ya la realidad de reconocer que si algo no se transforma es porque aun no ocurre lo que se requiere para transformarlo. A mi juicio, muchos de ustedes se engañan con la fe. Creen que tener fe es repetir un propósito o un deseo, y poner mucha atención a cómo sucede.
Para aprender a llegar al futuro deseado debes estar muy atento a los pequeños cambios que funcionan. Casi como un diario de campo en una investigación, observa con detenimiento lo que te sale bien, y en vez de decir que ese cambio no te llevará a lo que deseas sospecha que son cambios de ese tipo los que te conducirán a grandes cambios más adelante.
Una persona que gana un buen salario puede decirse que ese es el premio a su gran esfuerzo, y derrochar. O puede entender que siendo generosa, la cifra no es infinita, y asumir su responsabilidad de administrar y cuidar apropiadamente. Luego, deberá comprender también que administrar bien indica a veces privarse de antojos o impulsos, de gastos estrafalarios, o de necesidades impuestas. Entonces vendrá el reto más directo, entender que ganar bien no indica darse gusto en todo.
Eso, de no complacerse a como de lugar, es de los retos más desafiantes de construir el futuro. Una persona que tiene como meta perder peso se enfrenta al placer de la comida, una persona muy relajada o indiferente debe enfrentarse a la molestia de incomodarse, de salir de la dicha de la parsimonia para caminar con esfuerzo hacia delante, donde se encuentra el futuro. Quien necesita gastar menos atiende todos los días la tentación de las soluciones inmediatas que solo cuestan «un poco», taxi en vez de bus, comida a domicilio en vez de cocinar, nueva ropa en vez de desmanchar.
Recapitulemos. Trabaja en tu futuro a partir de metas generosas y suficientemente personalizadas, detecta los engaños, esos métodos o focos donde no se encuentra la verdadera construcción de tu futuro, enamórate del cambio (esta parte es indispensable), valora los pasos, en especial aquellos que representan un logro significativo de tu parte, persiste, remodélate, y vuelve a comenzar.
Ahora, quiero que sepas que trabajar en tu futuro, una vez has cumplido los requisitos anteriores, se convierte en un trabajo de magia. Si logras conectar con ambiciones amplias y generosas para ti seguramente te iras viendo atraído por un camino que aporta diariamente a ese destino. Los recursos, o las maneras, no deberían preocuparte, un corazón que se alinea con el esfuerzo es un maravilloso recolector de recursos.
Me refiero a que no necesitas saber cómo lograr algo antes de valorar la verdad y disponerte a ella. Puede que ya te atraiga un logro que la vida te quiere proponer, pero no corras a preguntar cómo llegar a él, primero alinéate con el objetivo, siéntelo, negocia con esas partes de ti que están en contra, con esas opiniones de oposición que a veces consideras, ya sea consciente o inconscientemente. Las maneras vienen fluidas cuando el propósito tiene un sentido profundo.
Objetivos como la salud, la fortuna, el amor, son en realidad ambiciones profundas del espíritu que toman forma así, en resultados evidentes. Para llegar a un amor sano una persona debe encontrar lo recursos de sí misma para amar mientras conoce a otras personas o recibe de ellas. Quien desea prosperar se encuentra en realidad en un camino profundo de enriquecimiento, y aquellas taras que han de ser superadas irán apareciendo como estaciones de un camino, todo para que esa persona encuentre mucha riqueza de sí mismo antes que resultados financieros únicamente.
La salud, que es un tema de todo mi agrado por lo transformador que es, no se queda fuera de la misma lógica. Un diagnóstico, una condición, una amenaza a la salud, es un llamado de alerta que es difícil de ignorar. A través de los males del cuerpo las personas abrazan sus necesidades, aunque aprender a hacerlo cueste años, o implique una condición con la que deban a vivir.
Entonces el futuro amigos está más en la construcción de un camino profundo, honesto, no siempre fácil de descifrar. Cuando planees logros a futuro recuerda tomarte el esfuerzo de sentarte tranquilo, con tu taza favorita, a meditar eso que en el fondo se debe mover incluso a pesar de tu parecer.
Me sentirás como una sombra de luz del otro lado de la mesa, tratando de susurrarte un pequeño paso a la vez. Me gusta que seas ambicioso, solo no pretendas resolverlo todo con una sola taza de té, harán falta muchas para recorrer el camino, recoger los frutos, y vislumbrar los retos profundos. Pero si me escuchas, amigo, si me invitas a tu mesa, sentirás abiertamente que hay mucho que no sabes, y que tienes el derecho de ir por ese conocimiento para descubrir lo que de verdad espera por ti".

Olga Castaño
Comentarios (3)
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