DÉJATE CULTIVAR

Creado el: 2022-05-21 01:17 pm

Inspiración

“Ocurre que cambias la vida y sientes que aún falta más, eso es porque siempre la vida va a cambiar, siempre hay que avanzar, crecer. Pero por favor, que eso no sea en nada una mala noticia, al contrario que signifique que ganarás más, que sentirás nuevas y mejores emociones, que avanzarás hacia mejores versiones de ti.


Si ahora te sientes cansado seguramente dirás que eso no es lo que quieres, pero lo quieres, crecer es justamente la solución a esa fatiga o a esa decepción. Siempre hay más, hay que empezar a asumir esa verdad. Incluso eso que ahora es muy bueno seguirá cambiando para ser aún mejor. 


Ahora, avanzar en la vida no tiene que significar siempre un esfuerzo, más bien la tarea es que tengas que ser feliz de saber que solo lo facilitas, lo permites. Al contrario la resistencia al cambio, la terquedad sobre lo que algún día decidiste que debería ser, es lo que frena el cambio natural. 


Es lo que pasa con la tierra, ya sabes que se mueve, te lo enseñaron en la escuela. Aún así te sientes aferrado terreno que habitas y sientes que es tierra firme, que no va a ningún lado. Bueno, así mismo se aprende a dejarse mover, casi sin darse cuenta, viendo al sol pasar y a la luna coquetear, sabes que la vida depende de ese movimiento, así que no insistas más por favor en que todo se quede tal y como está.


Vivir se parece más a bailar que a caminar, cuando bailas das pasos atrás y eso le confiere gracia al movimiento, también giras o te agachas. Por qué no vivir así, sabiendo que a veces hay que agacharse y otras saltar.


Da miedo, lo sé, confiar y dejarse llevar es algo que no sucede cómodamente cuando te has educado para tener la razón y aferrarte a las certezas. Si más bien aprendes ahora, por tu voluntad y con amor, a dejarte atraer por esa aceptación contenida en la humildad, la vida puede comenzar a hacerse mucho más sencilla, más liviana, más positiva, y al final más próspera, te lo aseguro.


Prosperar consiste mucho en dejarse llevar al fruto que sí te corresponde. Claro que hay que estudiar y arriesgarse, es parte de bailar, pero quiero que sepas también sentir donde está tu camino para florecer y así poder obtener tus propios frutos. Sentir ese camino es a veces un anhelo tan desesperado que te apresuras a una respuesta simple. 


Para mostrarte cómo funciona esa respuesta quiero contarte el caso de Ángela, trabajadora incansable, le da todo a su negocio y se entrega sin límites. Llevo ya varios años diciéndole a Ángela que establezca ciertos horarios y ciertos espacios, que diferencie el trabajo de sus otras áreas de la vida. Ella prefiere seguir pensando con miedo, le gusta creer que el miedo la protege, se apega a sentir que tiene todo bajo control por si las cosas salen mal. No logra darse cuenta mi amiga que ya están saliendo mal por su resistencia, se está fatigando en exceso, está perdiendo su salud innecesariamente y el amor por su oficio va en decadencia. 


Prosperar amigo tiene que ver con que floreces en distintos ámbitos de ti mientras tu productividad crece, es decir, si tienes un negocio o un empleo debes poderte ver crecer en salud, en hábitos positivos, en habilidades y conocimiento productivo, en general en bienestar. Si en cambio salir adelante con un proyecto para prosperar te apaga o te enferma hay algo que deberías sospechar, no todas tus partes están de acuerdo, no todo tú estás ganando. 


Les hablo de esto porque quiero verlos prosperar, pero no a la fuerza por favor, no a todo costo. Esforzarse no significa trabajar muchas horas o sin límites, el verdadero esfuerzo a la hora de prosperar en todos tus aspectos es la sensatez, el equilibrio que no siempre comienza por lo que deseas. 


La sensatez es una especie de brújula especializada en encontrar el norte donde todo parece turbulento. Puede servirte para saber cuándo parar, no solo se para cuando estás cansado, a veces un alto es el que muestra el paso a seguir; puede servirte también para tomar la iniciativa cuando sientes que todo está muy bien, es decir para aprovechar oportunidades que no estabas viendo. La sensatez además es una gran aliada del Cielo a la hora de dejar algo, tal vez el paso más difícil para quien busca prosperar; por medio de la sensatez te verás dejando en paz y con naturalidad, si no le haces caso te verás luchando con una realidad que poco a poco necesitará mostrarse con dureza.


Alíate entonces a la sensatez, utilízala como brújula de prosperidad, siempre te mostrará lo correcto, no precisamente lo que deseas o lo que parece evidente. Tendrás así una garantía de grandeza, de éxito, nosotros estamos ahí siempre tratando de mostrarles el camino, pero escuchar en medio de tanta resonancia de ideas es difícil. Si en cambio te vas acostumbrando a sentir con sensatez estarás cultivando el hábito de dejarte guiar. 


Sé que has visto a quienes se dejan guiar, y anhelas ese beneficio. Pues aquí te espero, ¿dónde comenzar?, escuchando a la sensatez”.


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Olga Castaño

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Comentarios (2)

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Adriana C
Eh aquí nuestro gran reto personal de lograr discernir entre el abono que le permitirá a nuestra semillas germinar, crecer, florecer y dar fruto y los contaminantes que dificultarán dicho proceso. Nos han (mal) enseñado que para crecer y prosperar debemos tener certezas garantizadas o metas establecidas según el sexo y la edad. El riesgo además, que representa salirse de ese libreto establecido, es muchas veces mal visto socialmente, así sepamos que los propósitos de nuestro corazón van en contravía de ello. El hecho real (y a la vez desconocido o mirado de soslayo) es que nuestro interior siempre sabe qué es lo que realmente queremos y qué es lo mejor para nosotros. Es tan simple como cuando lanzamos una moneda para definir en un cara y sello el camino que debemos tomar e internamente anhelamos con intensidad y antes de que caiga la moneda, el resultado que queremos. Simple en el juego, complejo en la vida real. Si bien es cierto, nuestros padres, amigos, pareja, compañeros de trabajo, cercanos, pueden llegar a ser una guía o una luz en medio de la oscuridad que nos ayuda a ver con claridad sobre cuál camino o decisión tomar, tienen ese doble rol de llegar a ser también nuestros peores enemigos, cuando cuestionan, juzgan o manipulan sobre aquello que se supone es lo mejor para nosotros. Entiendo precisamente que la Sensatez nos invita a discernir con prudencia y sabiduría en esa intersección de la vida, es decir, en ese espacio entre dos mundos de posibilidades. El buen juicio, o mejor el juicio sensato sobre los pasos que debemos dar en la vida para crecer o sobre cómo afrontar los cambios que ésta nos depara, se encuentra dentro de nosotros mismos. ¿Lo podemos escuchar? ¿Sentir? Eh ahí el gran reto!

2022-05-22 09:17 pm

Olga Castaño
“Mi querida Adriana, no te envuelvas en el discernimiento de algo que más bien trabaja en armonía, justamente las exigencias sociales han de mostrarte todo lo que no eres, y cuando descubres lo que no es para ti entonces te demuestras lo que sí, sin dudas ni oportunidad de retrocesos. Veámoslo de otro modo, es un juego de ping pong, tú lanzas y se devuelve una verdad, juega hasta saber que no tienes rival, que el juego se trata de ti”.

2022-05-23 07:22 am

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COMO CONECTARSE CON EL ESPÍRITU
“Aquí en el Cielo buscamos estar cada vez más cerca de ustedes, por eso espero atraerlos a esta intención de encontrar las maneras de acercarnos, en lo preferible las propias maneras, ya que cada uno hará su conexión desde la riqueza de su corazón. Ha pasado mucho tiempo desde que los hombres son conscientes de su propia voluntad, pero poco han aprovechado esa consciencia en lo que a nosotros se refiere. Con nosotros me refiero a la naturaleza también divina de la vida, al misterio, a la sabiduría sin fin, a todo lo que un hombre puede obtener cuando se conecta con esa parte más elevada que es su espíritu. Para aceptar mejor esa pertenencia a lo divino, ese vínculo inescrutable, cada persona ha de saber, con los ojos cerrados más fácil que con ellos abiertos, que ya tiene algo muy dentro vinculado con la esencia de la vida, con la magia y el encanto de un misterio sin igual. Ahora, ¿qué tal si esa algo misterioso que los une tan estrechamente a la vida es precisamente el misterio de la vida ya vivo en ustedes en forma de espíritu?. Hablamos entonces del espíritu de la vida, es decir no de algo netamente individual, hablamos de la vida dentro de ti y como tú, un ser con voluntad, la facilitas o la detienes. Facilitar la vida consiste en fluir con ella en su dinámica siempre cambiante, detenerla ocurre cuando pretendes guiar a la vida en vez de permitirle a ella, vieja sabia, mostrarte el camino del progreso. Así, la voluntad funciona como un facilitador o un freno a la vida, cada día tomas elecciones en las que propicias o retienes el progreso de la vida en todos sus matices, lo que pasa es que no siempre te das cuenta. Por eso es que conectarse con tu espíritu es una disposición de la voluntad a algo que ya existe, algo así como animarse a percibir el movimiento de la tierra por pequeño que seas ante ella. Tu espíritu es la hoja en progreso de un gran árbol, aceptarlo vivo es sintonizarse con sus ciclos y avanzar integrado a las fuerzas naturales de la vida. Una sintonía así causa sensaciones hermosas, además de aciertos inesperados derivados de sentir cierta guía, en especial a abandonar la resistencia al cambio, al reto. Mejor dicho, estar sintonizado con el espíritu es recibir ayuda para crear sobre lo que la vida quiere proponer; cientos de veces va a proponer tu propia transformación, otras tantas hará que renuncies a limitaciones aprendidas, pero unas pocas también va a ocurrir que el espíritu te regale la fuerza, las ideas, los recursos excepcionales para generar cambios a profundidad que llevarán al espíritu a un nuevo nivel. ¿Cómo se siente un espíritu que gobierna la vida? Básicamente como una existencia sin grandes conflictos, en armonía con la transformación natural que implica existir. Dejando de lado los anhelos más caprichosos, ser guiado por el espíritu es la manera directa como una vida se enaltece para ser llevada a su mejor expresión. Tu mejor expresión eres tú desbloqueado, abierto, creciente, cambiante, sobre todo siempre listo para dar grandes pasos prescindiendo de la innecesaria comodidad de tus pensamientos, ¿cómo resuena esa invitación?”. 
MUJER, TE DIGO UNA COSA
“Lamento las conmemoraciones, lamento que estén felices de ser mujeres hoy y muchos días del año ese sea un verdadero dolor. Y lamento más que no puedan apreciar la trascendencia de ser mujer. Permítanme regañarlas hoy, con el amor que saben que ello contiene. Tienen esta mirada triste por el mundo que las rodea, por la brutalidad y las ideas ajenas, pero siguen bebiendo esa misma limonada al desayuno, incluso hasta creerlo. ¿Quién dijo que ser mártir es bueno para ustedes?, hay que sacudirse de la molestia para llegar a los límites, mientras no construyan cada vez mejores límites no podrán superar las quejas o el dolor. Llevan sus cabellos recogidos, absortos en modelos, cuando en ellos vive su creatividad. Permítanles que cambien, que se caigan, que muestren su verdad. Para qué seguir ocultando lo que va por dentro, que el cabello cuente a los cuatro vientos que ustedes no son siempre hermosas porque son cambiantes y los cambios pasan por etapas donde la belleza no es la prioridad. Se dicen cosas bonitas para sentirse bien, que propaganda odiosa la del amor propio cuando las engaña haciéndoles pensar que tratarse bien arregla todo. Hay cosas que sencillamente deben irse, cambiar, romperse. Excusadas en embellecer hasta lo más feo se quedan atrapadas en los adornos y no logran una vida hermosa con los ojos cerrados, que triste realidad. Ocultan su inteligencia, eso sí que me molesta, porque la ocultan incluso de ustedes mismas. Su poder intuitivo es tan elevado que él mismo las guiaría a su grandeza, a su sabiduría, pero para ajustarse y no molestar a nadie se ocultan, hacen invisible su propio poder. Me molesta en especial esa necesidad instaurada de sostener a su propio costo la paz y la armonía de aquello que las rodea. No las estoy llamando a la rebeldía o a la frustración, las quiero en la determinación de su propia magia, de su sabiduría inesperada para resolver cosas, para mover la vida propia y la ajena hacia la honestidad, el respeto, la bondad. Que enojado me siento de verlas supeditadas, en gran parte por pereza de ser grandes. No despiertan sus talentos porque se acomodan a entregarle la vida a otros, a que otros brillen. No se dan cuenta que si se dedican a ser grandiosas igualmente servirán a otros, incluso mejor. Pero les gustan las sombras, y todo lo que anhelo es que brillen, que iluminen el mundo, que nos representen para bien. Tenemos tanto por lograr juntos, ustedes allá y nosotros desde aquí, que mejor anímense a aceptar su poder. Ya lo han visto en acción, lo sé, ya saben lo que ocurre cuando se atreven a sentir su verdadera superioridad, a ser discretas y severas, a tratar los asuntos con mirada suspicaz, esperando el momento, sabiendo ir más allá. Esos afanes de lograr cosas visibles las distraen terriblemente de su capacidad de lograr cosas grandiosas. Nos tienen como aliados, aquí en el Cielo amamos a las mujeres que nos invocan para ir más allá, corremos felices a su auxilio y les entregamos más poder. Deja ya mujer de escudarte en el pasado, en los dolores ajenos, en la tragedia de vivir. Vive esta vida de fantasía que solo tú que eres mujer puede lograr, perdura en la mirada de los otros sabiéndote especial, iluminada por la vida para lograr la magia de lo invisible”.
APACIGUAR LA MENTE
“Apaciguar habla de alcanzar paz de a pocos justo donde las cosas han estado turbias o conflictivas. Hablemos de apaciguar esas mentes alborotadas que traen caos y sufrimiento, porque es de ese modo como mejor se puede pensar, pensar bien y pensar más allá, dándose cuenta de lo que sí corresponde en vez de estar tan distraídos en ese ruido a veces incesante en el que se convierten sus pensamientos. Calmar la mente es difícil si justamente tratas de hacerlo a través de pensamientos. Si buscas una respuesta desesperadamente y das vueltas una y mil veces no estás ayudando a calmar la mente para encontrarla. O si te has establecido como tu propio psicoanalista difícilmente entenderás aquello en lo que estás atrapado ya que le pides al artífice del engaño que se ilumine para vencerse a sí mismo cuando en verdad está ocupado sosteniendo su postura. Es que vivir de pensamientos no es algo que les pueda recomendar. Se vive de ideas, mezcladas con sentimientos, sensaciones, acontecimientos, incluso revelaciones, pero solo vivir de ideas es inquietante por decir lo menos. Veamos que tanto estás dedicado a tus ideas y como las estás convirtiendo en tu carcelero. Eres prisionero de tu propio parecer si además de querer expresar tu punto de vista permanentemente te ofuscas cuando no es escuchado o validado. Cambias de parecer sobre algo y te descubres atacando con vehemencia aquello que ayer considerabas la verdad. Te sientes maravillado cuando alguien habla con convencimiento y autoridad sobre algo, tanto como para apropiarte de sus ideas y replicarlas a la primera ocasión. Tienes miedo de no saber, lo sabes porque te cuesta verte ignorante sobre algo, admitiendo tu ignorancia, o avergonzándote de no saber desde antes algo que parecía tan obvio. Te han elogiado por ser inteligente, y con ello has creado un deber de saber, un apetito por ideas y conceptos que alimenten una posible conversación o una futura respuesta salvadora. Consideras definitivamente despierto a quien argumenta y pasmado a quien no habla o evita expone sus ideas. Te parece que reservar tus pensamientos es esconder tu poder. Bueno, podríamos continuar, de hecho te invito a que elabores tus propias descripciones, porque estoy seguro de que has abusado en algún momento del poder del pensamiento. Y eso ocurre gracias a la necesidad humana de aventajarse, la lucha por la vida que salió de los bosques y selvas para vivirse en la jungla del pensamiento donde hay que competir por la supremacía a través del rigor del que parece más vivo. Eres mucho más que pensamientos, solo que aún no conoces todo ese poder más allá de ellos. Ocurre que ese poder reside en la discreción, en la pausa o el silencio, y deviene más entre susurros y modestias que entre concluyentes hallazgos evidentes. Me refiero a que están los pensamientos al alcance inmediato, y más allá de ellos los susurros, las ideas del futuro, las insinuaciones de la vida coqueteando para invitarte a una nueva realidad. La gente suele preguntarme cómo acallar la mente, yo les digo que tomen menos café, que practiquen algún arte, que disfruten la naturaleza. Algunos meditan, beben té de hiervas u oran. Incluso los más activos mentalmente se refugian en juegos, redes sociales, series o música para ocuparse de algo distinto a sus propios pensamientos. Mi llamado, más que acallar la mente, es a aprovechar su poder para avanzar, alejarse al máximo de la desesperación que puede venir tras el desborde de la razón, incluso hasta aprender a evitarla con determinación y disciplina. Que se aloje entonces la idea de que pensar en exceso entorpece. Si ese primer paso es para ti, y lo conquistas, habrás logrado ya algo esencial, despreciar la desesperación y privilegiar la cordura.  No estás desesperado solo cuando te sientes nervioso, si te encuentras hablando sin parar o rumiando pensamientos caóticos comienza a sospechar que la desesperación anda por ahí reprimida queriendo ser superada. De acuerdo a mi sensación de ustedes solo los veo tranquilos con facilidad de cuenta de la satisfacción o del cansancio, y me gustaría mucho que pudieran transformar esa realidad.  Entonces comienza por observar tus posibles momentos de desesperación, acude a ellos con mirada serena, es decir sospechando que no eres tú toda esa desesperación, que sigues estando ahí de otros modos mientras los pensamientos han decidido enloquecer. Si te reconoces al margen de tus propios pensamientos e ideas habrás dado otro paso esencial, el de saber que tu inteligencia vas más allá del triste galope incesante que resuena sin tregua. Que si notas a tu lengua agitada como juguete de cuerda que se ha quedado trabado entiendas que estás atrapado en pensamientos, y que mirándote en silencio, con la debida paciencia, te vas a liberar. No te declares por favor víctima de tus pensamientos, evita asumir, cuando tienes miedo, que esa idea temeraria te posee y tú solo sufres ese ataque externo. Los pensamientos que albergas son permisos que has otorgado, creencias, incluso fuerzas que en algún momento has aceptado. Al contrario de negar lo que piensas admite, acepta que sabiéndote tan inteligente también crees aún en cosas que no corresponden a la realidad que anhelas. A eso se refiere apaciguar la mente, a superar paulatinamente el conflicto entre los pensamientos que te atormentan y la necesidad auténtica de ser libre de ellos y avanzar hacia verdades más creadoras, más formativas. Terminemos con un ejemplo, a Marcela le parece que si no maquina constantemente su futuro, toma medidas y ejecuta acciones, nada ocurrirá. Vive disparada, debo decir, no solo en el sentido de ir acelerada, viviendo en el futuro, sino explotada en su interior, reventada por la ansiedad que a veces no puede notar de querer resolverlo todo. Ella tiene el anhelo fantástico de que un día ese ritmo le traerá la satisfacción que anhela para el resto de sus días.  Creo que Marcela tiene un desfase, vive en una realidad paralela, la creada por sus pensamientos. En ese mundo las cosas se resuelven siempre pensando, solo pensando, no hay más que ello. Es por eso que cuando la realidad la llama, la reta, ella se desgarra, exagera, incluso desfallece ante la fuerza disruptiva de la naturaleza incomprensible de la vida. Se quiebra. Tranquilos, Marcela ya se está dando cuenta de lo triste de ese mundo solitario. Aquí en el Cielo la acompañamos cuando abre sus instintos y se asoma al mundo de la realidad suprema, palpitante, creadora. Claro que se asusta cuando nota lo poco que tiene el control, pero ha fracasado tanto intentando regular la realidad que ya astuta comienza a decidir que no debe esforzarse más. Amigos, apaciguar la mente es una necesidad de inocentes. Acéptate inocente, desconocedor del resto de tus inteligencias, apenas bebé en el desarrollo de tus múltiples posibilidades de pensamiento superior. Eso es mucho más poderoso que intentar calmarse de cuenta de paliativos a los que ya has inventado su trampa respectiva. Apaciguar la mente es también decidir que quieres mucho más que pensamientos repetidos, es caminar de la inocencia a la ambición trascendente, a la dulce sospecha de estarte perdiendo de algo grandioso que estando a tu alcance aún no logras sostener”.
APRENDE TU MANERA DE BRILLAR
“Quiero que aprendas a brillar. Te encuentro maravillosa, yo ya veo tu brillo, sin embargo cubres las estrellas de polvo sentándote a quejar, a vivir dolores del pasado, trayendo al presente angustias que temes que vendrán. Brilla por favor, acompáñate de buenos momentos, construye felicidad. Quiero que entiendas la felicidad como la cosa por lograr, que no es de un instante o absoluta siempre, pero que es la idea misma de estar aquí, que los aprendizajes que son la realidad predominante logren llevarte a un agrado de ésta realidad tal que mejor comprendas la vida como un juego de premios y tareas. Ayer te vi lamentarte, no te quiero ver así más. Lamentabas el hecho de estar sola, de sentirte infiel a tus principios, de estar dirigiendo tu vida inapropiadamente. Yo en cambio te veía descansando, reposando la mente para abrirte al paso que estás descubriendo hoy. Te aferras a las contrariedades, dejas que la mirada a veces obtusa de la realidad te lleve a decidir que mucho de lo que ocurre no vale la pena, y al contrario, todo tiene sentido solo que no siempre lo puedes ver. Te invito a brillar porque te opacas. Si eso sientes lo respeto, pero te amañas, quiero protestar por ello, quiero quejarme yo hoy de lo aburrida que eres cuando te envuelves en el manto de las dudas y la obnubilación. Has desarrollado tantos maneras de estar en esa sintonía que hasta empiezas a ser esquiva a las alegrías inesperadas. Me empiezas a preocupar. Deja de sufrir por el mundo por favor, deja de regocijarte en la compasión como excusa para redundar en tu dolor. Las cosas no son así, no se trata de quedarse en el dolor o la molestia. Se trata siempre de un cambio y a veces apagas los motores viendo las barreras, en vez de abrir las alas y levantarte sobre ellas.  Quiero que me mires más a los ojos, soy la vida y espero de ti que esos talentos depositados den sus frutos y sobre todo te sirvan a ti. En la opacidad de las quejas y la amargura has empezado a construir nuevos tormentos, incluso te enfermas pensando que es inevitable, que no tienes ningún poder sobre la realidad. A ver, quiero que te dejes de rendir. Por eso es que tu manera de brillar no puede salir de otro lugar que no sea la aceptación de la realidad como un reto. Con eso luego irás viendo, recordando, las mil maneras propias que tienes de resolver las cosas, de apropiarte de la realidad y darle tu toque maravilloso. Cuando te digo que descubras tu propia manera de brillar todo lo que espero es regocijo de ti misma, aumento creciente de vida dentro de ti, es decir del desarrollo de tu potencial inesperado, que tú misma tengas que sorprenderte de lo que creas, de lo que logras abrazar, de todo lo que hay para ti después de enfrentar un reto que hubiera podido opacarte una vez más. Espero querida que sepas que no estoy esperando sólo apariencias, además de que me gusta que cuides tu belleza y te sientas a gusto contigo misma quiero conquistar esos espacios empolvados, cubiertos de autoengaño, en los que definitivamente aún no eres feliz. Sé que ya entiendes que las soluciones anheladas no siempre ocurrirán, pero espero que seas fiel a la búsqueda y avances entonces a descubrir cuál es la ideal. Si no tendrás una pareja ahora entonces cuál es esa mirada del amor que espero que descubras. Si ahora mismo no ocurrirá que el trabajo soñado venga a ti entonces que es lo que estás haciendo para hacer crecer tus talentos. Mejor dicho, quiero que brillar sea tu propia inspiración, que te hagas casi adicta a lucir ante ti cada vez más admirable, más despierta, más vital. Que si pasan los años solo sea para demostrar tu experiencia, tu agrado por comprensiones que solo vienen con vivir. Y que a la hora de pensar en ti los lamentos sean cada vez más escasos y los asombros un poco más frecuentes. ¿Te apuntas al reto de sentirte mejor contigo misma?. El reto consiste en que puedas mostrarte lo fabulosa que eres y ello no dependa de que alguien más lo piense así. Mejor tu dícelo al mundo, sin una sola palabra, a través de tu actitud. Puede que al principio no tenga sentido eso, que no veas que la gente puede sentirlo. Pero créeme, la actitud es un lenguaje definitivo, cuanta más fuerza tenga tu convicción mejor se podrá sentir simplemente en el aire eso que hay que pensar de ti. ¿Aceptas?”.
COMO CONSTRUIR ESPACIOS POSITIVOS
Los espacios que componen nuestra vida cotidiana constituyen el entorno inmediato, el que se establece en la memoria y al que en parte nos debemos. La casa y el sitio de trabajo son los lugares donde pasamos la mayor parte de la vida, basta mencionar la cama, el pedacito de mundo donde pasamos alrededor de un tercio de nuestras vidas. Hay espacios que sanan, ¿cierto?, pues que el tuyo sea uno; conságralo, dale y quítale lo que corresponda para convertirlo en tu santuario. Si además deseas que tu lugar sea uno que invite a los seres del Cielo entonces permite que ellos te ayuden a construirlo. ¿Cómo lo harán?, mostrándole a tu intuición lo que tus espacios necesitan.  Manos a la obra Así que comienza por afinar la intuición a la hora de elegir los objetos que componen tus espacios, además de tomar en cuenta que te gusten detente a sentir aquello en lo que el ambiente te puede ayudar. Por ejemplo, si buscas ser más flexible una decoración clásica y elegante no te va a ayudar tanto como una ecléctica, que es aquella en la que se mezclan estilos pero necesariamente tú construyes la armonía. Te puedes sorprender del decorador que llevas dentro, atrévete a explorar colores que no están en tu closet, muebles diferentes a aquellos con los que creciste, estilos que antes mirabas con recelo. Una vez comienzas a darte permiso de crear fluye a tu favor la confianza para darle los toques que van a facilitar esos progresos que seguramente ya estás dando.  Cuídate de los impulsos y favorece las sensaciones. Es diferente elegir rojo para una pared si la idea nace de un momento excitante comparado con elegir de acuerdo a una sensación de necesitar esa fuerza; si la inspiración proviene de lo que ya estás sintiendo vas a replicar lo que ya tienes, si la idea viene ‘del furturo’, es decir de lo que deseas sentir, te estás dejando llamar al estímulo, estás escuchando el susurro. Puede que al final no elijas rojo pero el naranja puede mostrarse como el punto de equilibrio.  Deja ir algunas cosas. Conservamos objetos por si acaso, para cuando pase esto o aquello, incluso sin saber porqué guardas cosas. Mucho de un ambiente balanceado proviene de lo que no salta a la vista, puede que tu espacio luzca fabuloso pero si al abrir los cajones brilla el caos entonces te sentirás como si te cambiaras el pantalón consevando la ropa interior de hace varios días. Lo que guardas retiene, ya sea recuerdos valiosos o cosas fuera de vigencia. Dejar ir implica desprenderse y mirar adelante, todo lo que guardas ha de tener una función concreta, los guardados sin sentido son espacios oscuros que retienen los progresos o a veces símbolos de temor, de apego por un pasado que no volverá, de rechazo al presente.  Construye ambientes vivos. Aquellos lugares donde las cosas cambian contribuyen mucho más a aligerarse y avanzar, incluye plantas, privilegia la luz natural, cambia la posición de los muebles, usa tu arte y renuévalo con el tiempo, en fin permite que el cambio, como en la vida, sea una constante en los espacios que dependen de ti. Que mejor velita al Cielo que los rayos del sol alumbrando la ventana, ningún altar mejor que los lugares limpios; eso sí que la ofrenda esa tú, si te gustan los rituales nada mejor que ofrecer que aquello que haces por tu virtud.  Limpia para sanar. Conscientes o no, limpiamos como símbolo de cambio y no siempre estamos tan dispuestos a cambiar, si un sábado amaneces inspirado corre y aprovecha el impulso, aunque dure poco valdrá la penas aquello que alcanzaste a mover. Para quienes viven en el extremo de limpiar lo que está limpio los invito a retarse con su propio aroma, agarren la camisa que se quitan en la noche y huélanla en una inspiración larga y profunda, aprender a aceptar la huella de imperfección que le damos al mundo puede ser intensamente liberador.  Valora la modestia. No solo lo más caro es precioso, algunos objetos colman más por cuanto nos aportan que por el estatus de su factura, aunque el vendedor piense lo contrario. Claro que mereces lo mejor solo que lo mejor para ti no se mide solo en precio, hay texturas, colores, significados que motivan aunque no sepas de su precio; mejor imagínate espacios llenos de magia que puedes renovar fácilmente ya que no te debes a una inversión.  A veces menos es más. Si aunque te sientes dispuesto no te sintonizas en este momento con objetos o remodelaciones bastará con que mantengas limpio tu espacio de cosas que no usas o de rincones oscuros, hay tiempos en los que no estamos precisamente cambiando, caso en el cual el descanso corresponde a una prioridad.   Objetos claves: la cama, el comedor, el mesón de la cocina. Hablamos de cama más allá del mueble, incluso un colchón en el suelo llega a ser suficiente, mantenlo eso sí agradable en texturas y colores para el descanso, tiéndelo siempre y respétalo como pequeño altar de tu reposo. Justo durante el descanso es cuando los seres del Cielo nos observan y dejan sus mejores pequeños regalos en nuestra mente para que después venga ‘la sospecha’, el chispazo, la intuición. El comedor, el sitio donde tomas los alimentos, es el lugar donde recibes, incluso si no tienes una mesa dale ritualito a la barra o al rincón donde sueles comer, celebra el alimento y de ser posible acompáñalo de una vista agradable, mejor sin el noticiero. Sírvete con la pulcritud y el esmero que añoras, tal como quisieras que otros lo hicieran por ti; para recibir hay que saberse dar. Si el mesón de la cocina es un tablero para crear permítete cada vez más un lienzo en blanco, un espacio de renovación en el que preparas a consciencia, sin rutinas ni tradiciones muertas, verás que un mesón agradable llega a ser algo así como el laboratorio de magia en el que surgen fórmulas personales para la salud y el bienestar. Conozco muchas historias de personas paradas frente a su cocina que captan por primera vez una señal divina, “si te cuidas te cuido”.  Ahora sabes a que se refiere personalizar los espacios, hay un arte de conexión con uno mismo cuando se involcra la consciencia en la estética de los espacios, eso sí una viva que puede estar cambiando y ajustándose no solo a los sueños sino al momento, según la realidad y los recursos, según también los propósitos a los que la vida te invita; no olvides que mereces un lugar de ensueño en el sentido del calor, la comodidad y el bienestar que te puedan proveer.