DÉJATE CULTIVAR

Creado el: 2022-05-21 01:17 pm

Inspiración

“Ocurre que cambias la vida y sientes que aún falta más, eso es porque siempre la vida va a cambiar, siempre hay que avanzar, crecer. Pero por favor, que eso no sea en nada una mala noticia, al contrario que signifique que ganarás más, que sentirás nuevas y mejores emociones, que avanzarás hacia mejores versiones de ti.


Si ahora te sientes cansado seguramente dirás que eso no es lo que quieres, pero lo quieres, crecer es justamente la solución a esa fatiga o a esa decepción. Siempre hay más, hay que empezar a asumir esa verdad. Incluso eso que ahora es muy bueno seguirá cambiando para ser aún mejor. 


Ahora, avanzar en la vida no tiene que significar siempre un esfuerzo, más bien la tarea es que tengas que ser feliz de saber que solo lo facilitas, lo permites. Al contrario la resistencia al cambio, la terquedad sobre lo que algún día decidiste que debería ser, es lo que frena el cambio natural. 


Es lo que pasa con la tierra, ya sabes que se mueve, te lo enseñaron en la escuela. Aún así te sientes aferrado terreno que habitas y sientes que es tierra firme, que no va a ningún lado. Bueno, así mismo se aprende a dejarse mover, casi sin darse cuenta, viendo al sol pasar y a la luna coquetear, sabes que la vida depende de ese movimiento, así que no insistas más por favor en que todo se quede tal y como está.


Vivir se parece más a bailar que a caminar, cuando bailas das pasos atrás y eso le confiere gracia al movimiento, también giras o te agachas. Por qué no vivir así, sabiendo que a veces hay que agacharse y otras saltar.


Da miedo, lo sé, confiar y dejarse llevar es algo que no sucede cómodamente cuando te has educado para tener la razón y aferrarte a las certezas. Si más bien aprendes ahora, por tu voluntad y con amor, a dejarte atraer por esa aceptación contenida en la humildad, la vida puede comenzar a hacerse mucho más sencilla, más liviana, más positiva, y al final más próspera, te lo aseguro.


Prosperar consiste mucho en dejarse llevar al fruto que sí te corresponde. Claro que hay que estudiar y arriesgarse, es parte de bailar, pero quiero que sepas también sentir donde está tu camino para florecer y así poder obtener tus propios frutos. Sentir ese camino es a veces un anhelo tan desesperado que te apresuras a una respuesta simple. 


Para mostrarte cómo funciona esa respuesta quiero contarte el caso de Ángela, trabajadora incansable, le da todo a su negocio y se entrega sin límites. Llevo ya varios años diciéndole a Ángela que establezca ciertos horarios y ciertos espacios, que diferencie el trabajo de sus otras áreas de la vida. Ella prefiere seguir pensando con miedo, le gusta creer que el miedo la protege, se apega a sentir que tiene todo bajo control por si las cosas salen mal. No logra darse cuenta mi amiga que ya están saliendo mal por su resistencia, se está fatigando en exceso, está perdiendo su salud innecesariamente y el amor por su oficio va en decadencia. 


Prosperar amigo tiene que ver con que floreces en distintos ámbitos de ti mientras tu productividad crece, es decir, si tienes un negocio o un empleo debes poderte ver crecer en salud, en hábitos positivos, en habilidades y conocimiento productivo, en general en bienestar. Si en cambio salir adelante con un proyecto para prosperar te apaga o te enferma hay algo que deberías sospechar, no todas tus partes están de acuerdo, no todo tú estás ganando. 


Les hablo de esto porque quiero verlos prosperar, pero no a la fuerza por favor, no a todo costo. Esforzarse no significa trabajar muchas horas o sin límites, el verdadero esfuerzo a la hora de prosperar en todos tus aspectos es la sensatez, el equilibrio que no siempre comienza por lo que deseas. 


La sensatez es una especie de brújula especializada en encontrar el norte donde todo parece turbulento. Puede servirte para saber cuándo parar, no solo se para cuando estás cansado, a veces un alto es el que muestra el paso a seguir; puede servirte también para tomar la iniciativa cuando sientes que todo está muy bien, es decir para aprovechar oportunidades que no estabas viendo. La sensatez además es una gran aliada del Cielo a la hora de dejar algo, tal vez el paso más difícil para quien busca prosperar; por medio de la sensatez te verás dejando en paz y con naturalidad, si no le haces caso te verás luchando con una realidad que poco a poco necesitará mostrarse con dureza.


Alíate entonces a la sensatez, utilízala como brújula de prosperidad, siempre te mostrará lo correcto, no precisamente lo que deseas o lo que parece evidente. Tendrás así una garantía de grandeza, de éxito, nosotros estamos ahí siempre tratando de mostrarles el camino, pero escuchar en medio de tanta resonancia de ideas es difícil. Si en cambio te vas acostumbrando a sentir con sensatez estarás cultivando el hábito de dejarte guiar. 


Sé que has visto a quienes se dejan guiar, y anhelas ese beneficio. Pues aquí te espero, ¿dónde comenzar?, escuchando a la sensatez”.


Profile

Olga Castaño

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Comentarios (2)

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Adriana C
Eh aquí nuestro gran reto personal de lograr discernir entre el abono que le permitirá a nuestra semillas germinar, crecer, florecer y dar fruto y los contaminantes que dificultarán dicho proceso. Nos han (mal) enseñado que para crecer y prosperar debemos tener certezas garantizadas o metas establecidas según el sexo y la edad. El riesgo además, que representa salirse de ese libreto establecido, es muchas veces mal visto socialmente, así sepamos que los propósitos de nuestro corazón van en contravía de ello. El hecho real (y a la vez desconocido o mirado de soslayo) es que nuestro interior siempre sabe qué es lo que realmente queremos y qué es lo mejor para nosotros. Es tan simple como cuando lanzamos una moneda para definir en un cara y sello el camino que debemos tomar e internamente anhelamos con intensidad y antes de que caiga la moneda, el resultado que queremos. Simple en el juego, complejo en la vida real. Si bien es cierto, nuestros padres, amigos, pareja, compañeros de trabajo, cercanos, pueden llegar a ser una guía o una luz en medio de la oscuridad que nos ayuda a ver con claridad sobre cuál camino o decisión tomar, tienen ese doble rol de llegar a ser también nuestros peores enemigos, cuando cuestionan, juzgan o manipulan sobre aquello que se supone es lo mejor para nosotros. Entiendo precisamente que la Sensatez nos invita a discernir con prudencia y sabiduría en esa intersección de la vida, es decir, en ese espacio entre dos mundos de posibilidades. El buen juicio, o mejor el juicio sensato sobre los pasos que debemos dar en la vida para crecer o sobre cómo afrontar los cambios que ésta nos depara, se encuentra dentro de nosotros mismos. ¿Lo podemos escuchar? ¿Sentir? Eh ahí el gran reto!

2022-05-22 09:17 pm

Olga Castaño
“Mi querida Adriana, no te envuelvas en el discernimiento de algo que más bien trabaja en armonía, justamente las exigencias sociales han de mostrarte todo lo que no eres, y cuando descubres lo que no es para ti entonces te demuestras lo que sí, sin dudas ni oportunidad de retrocesos. Veámoslo de otro modo, es un juego de ping pong, tú lanzas y se devuelve una verdad, juega hasta saber que no tienes rival, que el juego se trata de ti”.

2022-05-23 07:22 am

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MI AMIGA LA GERENTE
"Este dictado, especial para mis amigas que dirigen algo, que llevan algo sobre sus hombros, espera convencerlas de que siguen teniendo derecho a una vida única y tranquila.Mis amigas, las gerentes, llegaron a gerenciar algo porque son responsables, dedicadas, talentosas, y sobre todo decididas. Lo que pasa es que ellas, en su afán de hacer que todo funcione, se han descuidado a sí mismas y el cultivo de su mundo interior ha quedado rezagado a un pequeño espacio libre de vez en cuando.Yo sé qué es estar ocupado 24/7. Créanme, sé que es tener el mundo en la cabeza y ser responsable del destino de muchos. Pero descanso. ¿Cómo lo hago?, lo hago al tiempo que trabajo. Aprendí, desarrollé decididamente la capacidad de ser al mismo tiempo el cerebro de la vida y el balance de las cosas.Tú puedes hacerlo, querida amiga gerente, muy a tu manera eso sí, tan particularmente que tendrás que ser discreta y modesta con tus ejercicios al principio. Luego serás todo un ejemplo, todo un hito en el gremio de mis amigas que dirigen algún pequeño mundo.Tratemos por favor de entender que te exiges demasiado. Viviste para la máxima exigencia toda tu vida, y ahora solo puedes verlo todo así. Si vas a la tienda a comprar algunas provisiones, optimizas el tiempo y los recursos como si estuvieras en la fábrica. Si organizas un paseo familiar, administras los costos como ordenando el gasto de esa gran empresa que asesoras. Si charlas con algunos amigos, participas diciendo lo que hay que hacer en cada caso, como si estuvieras en la oficina atendiendo los problemas de la vida cotidiana laboral.Has adquirido un modo de ser hasta engañarte creyendo que ese modo de ser eres toda tú. Diriges a tu madre, a tu hijo de veinte años, al portero del edificio, al oficial de tránsito, y hasta al perro del vecino. Y eso, creo yo, es algo que te hace sobrevivir, no vivir.Déjame invitarte hoy, por favor, a reflexionar sobre quién eres cuando no diriges. No seas por favor la chica aburrida que solo sabe vivir de afán, concretando cosas, respondiendo a lo que no le han preguntado. No seas esa mujer rígida que a veces eres tratando de corregir lo que no está necesitando corrección. Y no te sacrifiques más. Tiene que existir un balance para ti, una especie de doble vida que, sanamente vista, es el equilibrio entre rigor y sensibilidad, dureza y flexibilidad, atención y calma. Hay una tú, no me lo puedes negar, que añora una vida más amable, con menos responsabilidades, menos enfocada en el mundo y un poco más complaciente contigo. Pero corres a responderte que ya habrá tiempo, o peor, que eso no es para ti.Yo lamento profundamente que no puedas ver que estás desperdiciando parte de tu vida decidiendo que esto se trata de hacerlo todo por el mundo. En verdad, cuando termines, cuando ese trabajo se acabe o llegue tu pensión, sentirás el peso severo del "¿yo qué?", sentirás un vacío doloroso, y te responsabilizarás (qué raro tú responsabilizándote) de haberte desgastado por un mundo que igual sigue girando sin ti, incluso mejor, a tu dolor.La invitación, amiga gerente, no es a que renuncies, es a que levantes tu identidad de la trastienda, la desempolves y redescubras quién eres en tu esencia. Ya sé, no tienes idea, la vida se te ha ido en correr para lograr unas metas. O lo sabes, pero ya tal vez no tienes energía para asumirlo.Lo bueno de todo esto es que hay una solución maravillosa y a la mano. Juega. Sí, juega a ser otra cosa en algunos momentos de tu vida, de tu día. Por ejemplo, cambia de zapatos en cuanto sales del trabajo, cambia tus diálogos radicalmente, que en vez de verte direccionando la vida de tu familia te veas escuchando a alguien sin prisa, viendo algo soso en la tele, o yendo a caminar para relajar las piernas.Al principio, por supuesto, aparecerá el rigor en tu cabeza diciendo que estás perdiendo el tiempo. Puede que recuperar el balance parezca una pérdida de tiempo mientras no recuerdas su valor. El balance, querida, es esa cosa ajena que parece que otras mujeres más tranquilas tienen, y que miras con melancolía porque crees que de eso no hay para ti.A veces, reconócelo, no te quieres balancear, solo quieres lograr algo. Te has hecho casi adicta a los logros, a mover las ruedas del mundo, a ‘mejorar’ la vida de los demás de uno o cierto modo. Pues tengo para contarte que puede que tu efecto, tantas veces agradecido, no sea tan amable o tan positivo al final de cuentas. Cuando alguien se encarga de la vida de los demás les quita su brillo, no seas una ladrona de brillos por favor.Me gusta pensar que aprendes a vivir en dos mundos, uno donde alguien suplica que le resuelvas la vida, y otro, del otro lado de la puerta, donde nadie quiere que le digas qué hacer. Un mundo afuera de sofisticación y progresos individuales que deben ser respetados, un mundo en el que estás llamada a ser más tú, con tu propio estilo, en medio de mucha gente que no lleva a cuestas tanto, aparentemente eso sí.Afuera, ¿quién eres? ¿Allá también pisas duro y decides sin corazón dese las trivialidades hasta los gastos millonarios?. No creo que desees ser una sola cosa en la vida, escribimos este dictado porque puedo sentir tu dolor, tu vacío, tu desesperanza cuando se trata del amor bonito, de la esperanza, de la pausa que la vida a veces requiere, o merece. Me miras como una niña que carece de lo esencial y ni siquiera suplica. Te has dado al dolor de solo tener que estar enfocada en producir. Tienes entonces por crear un camino para cruzar esos dos mundos. No sabes cómo, lo sé, no te apures. Esa ruta desconocida y amenazante está llena de vida, así que es justamente a través de las experiencias que aprenderás a cruzar a tu lado más auténtico. Experimenta ser una mujer sencilla en contraste con la mujer elaborada que debes ser en la oficina. Ten los dos matices, abona las dos facetas, eso está bien.Practica por favor la modestia, ella le viene bien a cualquier persona, pero a ti en especial te pone, te regresa, al lugar de la sencillez, y te recuerda que aunque dirijas la vida o los recursos de muchos también tienes necesidades sencillas y sensibles que otros deben ayudarte a solventar.No se trata de ser una mujer en el trabajo y otra por fuera, más bien los dos mundos son dos facetas, el día y la noche, el corazón y el cerebro, lo esencial y lo material, que juntos conforman una misma vida. Ahora estás coja. Caminas sobre ese lado duro porque ahí te dices estar sólida. No quiero desalentarte, pero ese lado sobre el que te apoyas ya ha fracasado en los aspectos sutiles de la vida, y son cosas que te apagan, y te hacen doler el corazón.Hay que empezar a sospechar que también puedes ser grandiosa en lo sensible, en lo menudo, en los detalles, en las flores que componen la vida. No te llevarás el rendimiento y los indicadores cuando termines tu etapa productiva. No serás amada por las metas o cuidada por la bolsa de valores. No tendrás un amorío con otro gerente y serán gerentes los dos en casa creando una familia saludable. La vida espera poderte formar también para la vida misma, que ya dejes de golpearte para triunfar, y comiences a tener éxito también en sentirte grandiosa de ti misma, en ser una inspiración, que la vida vaya valiendo la pena en todo.Aquí está mi invitación. Aprende por ahora a ser esas dos personas. Pronto entenderás que eres una sola mujer capaz de ser muchas cosas al mismo tiempo, con muchos matices, rica por dentro, abundante, polifacética, radiante y milagrosa. También entenderás pronto que una pausa en el trabajo no es delito carcelario, que un poco de desdén a veces es sano, y que ser tú es un valor que en vez de quitarle al trabajo lo va a enriquecer.Puede que sea difícil comenzar, pero no será para nada difícil entender que te debes esa vida, darle color a ese lado parco, y lograr una vida un poco más armónica, no tan rígida y austera".Nota: ayúdame a llevar el menaje, comparte este dictado con aquella amiga, o amigo, que sientes que necesita leer algo así 😇✨
NOBLEZA EN EL CORAZÓN
“Sé que la vida a veces te pone límites, te detiene, te corrige. Hablemos de la necesidad de entender que eso es parte esencial de vivir y que no deberías molestarte más cuando ocurre, o resistirte.  Me dirás entonces, «¿cómo no voy a sentirme mal con las perdidas o los fracasos?». Pues resulta que para eso es la nobleza en el corazón, para asimilar de maneras inteligentes aquellos eventos que en principio son dolorosos o molestos pero que necesariamente vienen a transformar algo esencial. Sí, cada vez que enfrentes un cambio, un fracaso una dificultad, por favor remítete cuanto antes al evento trascendente que se quiere presentar. Y como sé que eso no es nada fácil quiero contarte cómo usar la nobleza en el corazón. En cierto sentido la nobleza es lo contrario del orgullo, hay orgullo en el conocimiento, hay nobleza en no saber. Te invito a no saber con más facilidad, a que puedas verte frente a la incertidumbre o el conflicto con más valentía. El impulso por solucionar las cosas puede hacerte equivocar si no te tomas el tiempo de dejar que la conmoción se asiente, que la niebla sea movida por el viento y puedas encontrar el verdadero sentido. Pausarse es de valientes, puedes darte un verdadero regalo de amor cuando le permites a la nobleza asimilar despacio un problema, un error, una amenaza. En cambio, suelo verte entre premuras pasando de largo detalles que tienen el potencial de encausar mejores soluciones. La nobleza entonces implica mucha más tolerancia, en especial hacia los sentimientos incómodos. Para responder tu pregunta diré que una cosa es lo que sientes frente a una pérdida o un fracaso y otra cosa es la molestia que implican para ti esos sentimientos. La tristeza derivada de una pérdida es apenas natural, pero revisa si es que te está molestando sentirte triste o te resistes a enfrentar el duelo. Así, la nobleza es una solución grandiosa para el enojo, otra reacción frecuente ante las dificultades. Te he visto lidiando con la rabia frente a algo que te resultó injusto o inmerecido. No vuelvas por favor a resguardarte en el argumento de que no lo merecías, eso no lo sabes, no tienes idea cómo un evento adverso puede darte la grandeza que pides cada mañana en tus oraciones. La rabia también es algo apenas natural, pero de momento, una rabia duradera o justificada deja de ser sana y se convierte en una excusa poderosa para dejar de enfrentar la realidad. Tras la rabia hay que ir a ver lo que verdaderamente debe explotar en ti, más fuerza seguramente, más determinación, más cuidado. En fin, algo que en medio de la paz de un evento sereno no vas a procurar. Un corazón noble encuentra soluciones creativas, y te hace más inteligente. También aligera la carga emocional y anticipa los resultados positivos. La próxima vez que te sientas conmocionado conduciéndote a emociones tormentosas advierte esta recomendación: recurre a la nobleza de tu corazón”.
LA MÁQUINA DE LA FELICIDAD
“Tenemos para ti un nuevo aparato de vivir, uno donde la cabeza va despejada y la niebla bloqueada. Se trata de la nave en la que mejor avanzarás hacia mí, un medio eficaz de progreso y fortaleza, de libertad y comodidad. Nada mejor que una nave que te diga todo lo que no es importante, todo lo que hay que abandonar, lo ligero que debes viajar. Y es así como te presento mi columpio, el vehículo en la que viajarás a la eternidad.No es un columpio cualquiera, se trata de uno que puede darte aire entre las piernas, e ideas en el corazón. Y uno también capaz de demostrarte que nunca retrocedes, solo sabes bien cuando esforzarte en dirección hacia ti mismo en vez de esforzarte hacia el mundo.Ésta nave, impulsada por el atavío 🪶*, no necesita otro motor que la confianza. Si tú te dejas sacudir por la vida pues la nave avanza sola. La única manera entonces de detenerla es poniendo los pies contra la tierra pretendiendo parar a la tierra.Tal vez no necesites este consejo, pero si pones los pies en la tierra buscando detenerla, lo que vas a detener es tu progreso.Colúmpiate. Si aparece el mareo ve a decidir que te gusta el baile y arréglatelas para que te agrade. No sé cómo conoces un mundo que no se mueve, dónde lo exploraste, pero este en el que vives hoy es más uno donde no moverse es antinatural, y el intento de parar la realidad tiene como resultado un aumento progresivo de las fuerzas que intentan liberar el movimiento.Resistirse tumba el pelo. No te recomiendo que sostengas esa resistencia al movimiento porque te enfrentas a la sutil fuerza implacable de la eternidad, el llamado a seguir avanzando en el vaivén de los acontecimientos y los cambios.Ayer, mientras impulsaba el columpio de mi amigo Severo, pude sentir su intención decidida de detenerlo, y deje de ayudar. No voy a luchar con él, está en su derecho de intentar detener la vida.De momento, Severo se siente sosegado, goza de la supuesta libertad que ha logrado de hacer las cosas a su ritmo: sin ritmo. Ese frío calculado que él le imprime a su deseo de vivir, si bien le da cierta falsa confianza, lo asoma al abismo de su capricho, al rigor de que nada lo afecte, y así a la tragedia de que nada cambie dentro de sí.Clara, al contrario, juega con mi balanceo; casi que trata de aprovechar el impulso y volar. A ella le vengo pidiendo que se modere. Es soñadora, ambiciosa, y pretende ir siempre lo más lejos posible. Ella trata de robar el columpio y convertirlo en avión. Ya se ha caído, sin heridas graves ha comprendido que hay un ritmo que mejor puede aprovechar con astucia, y profundizarlo.Con ella ya vamos logrando que se aplome más en el asiento, que pueda sentir que queremos pasos grandes, no pasos vistosos solamente. Incluso, cuando el balanceo trae calma, reposo, descanso, ella ha aprendido a serenarse y recobrar energía para continuar.Te quiero balancear, amigo mío. Tengo para ti un movimiento impredecible de tu columpio, solo debes permitir, y tratar de acompasarte con él. Es así como te puedo ayudar, moviéndote a donde descubrirás tu poder y sanarás, hacia donde hay cosas que abandonar o hacia donde encontrarás la nueva virtud que espera por ti. No te afanes, que en ese viaje están tus metas más sinceras. Ellas se van a presentar con la gracia con la que las prendas se elevan con el viento resultante del balanceo, ellas serán el resultado dichoso, armonioso, de un ritmo más ambicioso que busca ir por lo más grande.A ver si no te suena que hemos creado algo hermoso juntos cuando hemos trabajado en armonía. La armonía entre tú, el dueño de tu vida, y yo, la vida misma, no resulta de una programación eficiente de tu parte, resulta del movimiento integrado de las dos fuerzas que somos juntos si nos respetamos muy bien.De mi parte te garantizo que respetaré siempre tu voluntad. Tienes derecho a lo que deseas aunque te equivoques. No me entregues la responsabilidad de impedirte un error porque estaría quitándote el poder de la voluntad. A cambio, me respetas si sabes que no obedezco a tus designios, que más bien tengo para ti intereses tan elevados que no puedo llevarte a ellos de manera vertiginosa o agresiva, y por eso vives un vaivén, un ritmo constante y progresista de cambios profundos.Tú confía en mí, yo siempre confiaré en ti, en tus decisiones y hasta en la resistencia que de vez en cuando veas necesaria ejercer. A cambio, te ofrezco la más decidida fuerza del progreso a tu favor. Es decir, cuenta con que no te voy a permitir escapar del llamado a la grandeza”.🪶* atavío: para este caso, me gustaría que entiendas atavío como los adornos, expresiones, cargas o entretenimientos en lo que distraes tu esencia y te dices ser otro menos amable, menos sabio, menos bondadoso.
EN PAZ CON LA MUERTE
Sentada frente a la ventana mientras llueve me pregunto por qué se asocia a la lluvia con la tristeza cuando ella es justamente la vida cayendo a gotitas. Es lo mismo que sucede con la muerte, entendemos solo el momento previo a partir y por mucho consideramos que es necesariamente tragedia o dolor. Así como gracias a la lluvia prospera la vida es gracias al final de esta existencia que todo vuelve a comenzar. Cuando nos vamos nuestra esencia prevalece, los recuerdos se van y la existencia se renueva, sin embargo hay pendientes que no dejamos aquí. No se quedan en la tierra los deberes con uno mismo, esos defectos que evitamos superar o los fallos que conscientes dejamos de atender; sin rencores ni cuentas de cobro aquello importante que no hicimos aquí habremos de retomarlo en el más allá. Si tu llamado incesante es a liberarte cuenta con que ese llamado no se detendrá después de partir, si en cambio sientes que la vida reclama más de tu responsabilidad allá te verás enfrentándola sobre ti mismo y tus asuntos. El llamado a la humildad es uno bastante común, así como la necesidad de superar la negligencia, la indiferencia o el desprecio; algunos llamados son sencillos como la aceptación y otros más complejos como la comprensión. Tras la muerte también continúa la virtud, esos aprendizajes verdaderos que se graban en el alma y despejan el camino por venir. La memoria deja de funcionar incluso frente al dolor o la tragedia, pues sin importar cómo pereces la muerte misma es un regalo de amor del Cielo en los corazones reconciliados y el comienzo de una nueva realidad que aceleradamente sana dolores y pendientes. Mueres como vives, si vives para el miedo y la confusión es posible que tu partida se parezca a ello, si sabes confiar y apreciar la belleza de lo simple entonces gozarás al descubrir tu nuevo comienzo. No eres solamente ese cuerpo que tienes ahora, ni tus memorias o temores, eres mucho más que actitudes y talentos, que logros o carencias. Al final tú mismo sabrás lo que valió y con ese tesoro arrancarás allá a caminar rumbo al cometido inefable del encuentro con esa parte de uno mismo más pura y elevada. No esperes comprender la muerte, no sabes cómo llegaste igual que no sabes como partirás, mejor párate en la confianza de que siempre se camina en busca del progreso y si has sabido aprender todo lo que vendrá estará iluminado por la luz que has cultivado. Para terminar, sin importar cuanto haces por los otros siempre entra en la ecuación, pues aquello que has hecho por ti cuenta más y primero a la hora de juntar las semillas con las que harás florecer tu siguiente andar. Eso sí, asegúrate de saberte valorar porque esa es allá la carta de presentación. Entonces sigamos aprendiendo juntos para el alma, lo que sucede viviendo y atendiendo el llamado a la virtud. Hay mucho que aprender sobre la muerte porque hay tanto más que aprender sobre la vida y la mejor preparación para el futuro es trabajar en el ahora, en el tuyo particular según tus necesidades y conflictos. Estar en paz con la muerte comienza estando en paz con la propia vida, repara lo que está quebrado, aprende sobre el siguiente paso y avanza, esa es la mejor preparación.   
TAMBIÉN CONTENTO SE APRENDE
“Pónganse en mi lugar por un rato, yo aquí, desde el Cielo, intentando mostrarle el camino a cada uno de ustedes, dándoles señales de a donde ir y como proceder, qué evitar y hasta cómo elegir; y mientras tanto la mayoría de ustedes en un estado de sordidez, escuchando solo cuando la vida se pone difícil, poniendo atención únicamente cuando no encuentran salida o algo los atormenta.Pues resulta que también es posible aprender grandes lecciones estando contentos, entretenidos, hasta ocupados. No se acostumbren por favor a abrir su corazón únicamente cuando se sienten al límite, este dictado busca eso, animar el hábito de aprender constantemente, incluso aprovechar los momentos de armonía para dejar claras algunas lecciones que luego servirán de salvavidas oportuno en tiempos de dificultad.¿Cómo hacerlo?, ¿cómo disponerse a aprender cuando están tan ocupados viviendo la vida?. La respuesta no es otra que poniendo atención. La falta de memoria sobre lo que han vivido a veces los hace descuidados, quiero que aprovechen más la disposición alegre y despierta de los buenos tiempos para ver entre líneas lo que la vida les quiere mostrar.No me gusta que piensen que las grandes lecciones solo llegan a través de golpes, de confrontaciones o prohibiciones severas, también me gusta enseñar en medio de progresos serenos, aprovechar una disposición sincera cuando en medio de la realidad tienen intención de seguir aprendiendo. Eso es lo que quiero que sepan hacer, tenernos cerca también para aprender, como quien tiene un maestro; somos eso, maestros, nos gusta enseñar sobre el amor y los misterios de la vida, amamos encontrarlos dispuestos a superar las barreras sin necesidad de estarse golpeando con ellas. Esto es lo que les aconsejo si se sienten distraídos o descuidados de sus progresos profundos: recuerden por favor que hasta el silencio más ajeno puede traer paz, recuerden que la sabiduría no se viste de orgullo, recuerden que hasta el más pequeño de los aprendizajes tiene el poder para transformar una realidad.Entonces piensen con anhelo, con ambición, déjense atraer de enseñanzas permanentes, pregúntense con frecuencia qué están aprendiendo ahora, anticípense a los retos inesperados de cuenta de confiar en nuestras enseñanzas. Nada de lo que la vida les propone es fortuito, siempre hay una intención, un deseo de ayudarles. Ustedes siguen pidiendo ayuda en forma de complacencia y nosotros solo deseamos que ustedes mismos sean los artífices correctos de su bienestar.A veces la alegría los traiciona, los engaña haciéndoles pensar que no hay en ese momento nada severo que atender, me gustaría cambiar eso, me gustaría que aprendieran a suponer que los aprendizajes solo están en su fase serena, pero que eso no los hace intocables, inaccesibles. Si esculcan un poco, si miran pausados y prestan atención, se verán de hecho trabajando en algo trascendente en medio de su alegría. Si miran más profundo verán que el mundo a su alrededor se sigue moviendo, siguen sanando cosas, siguen abriéndose a esos sueños que aún no se hacen sólidos.Así que los invito a decidir que también aprenden en la dicha, que si en medio del gozo o de estar enfocados en algo aparece una sugerencia incómoda no se resistan. Los veo descartando tareas solo porque están muy contentos. Alegría no tiene que significar torpeza, ni una mirada obtusa.En medio de la euforia justamente afloran pasiones salvajes, y eso lo quiero aprovechar, deseo que tengan la oportunidad de verse complacidos y a la vez aprendiendo de esas complacencias, llevándolas al mejor lugar. Quiero decir, en cambio de vivir la alegría como un escape a la realidad aprendan a involucrarla a la dinámica de los aprendizajes, llévenla al centro de la vida, no a las orillas, háganla partícipe de abrir los ojos a lo profundo. Créanme, no se irá la alegría por ver más allá, lo que sucederá es que se sentirán balanceados, comprendiendo en perspectiva, enriqueciendo su centro para que en los momentos de dificultad no tengan un desprecio por los aprendizajes intensos como a veces sucede. Además, viendo más allá en medio de la alegría aprenderán lecciones que solo suceden allí, controlando los extremos, dejándose atraer por una idea de balance amplía en la que evitan muchos de los errores que suceden por tratar de complacerse sin mucho sentido. Si está claro se entiende entonces que no deseo que eviten la alegría en lo absoluto, al contrario deseo que la extiendan, y que a través de ese balance sepan que las emociones desbordadas pueden entenderse como una muestra de algo que no se acaba de entender. A veces no entienden el éxito, a veces no entienden el fracaso.Quiero entonces verlos confiar más en las alegrías, superar la adicción a alegrías sin contenido, y más que nada comprender su talento poco explorado para recibir grandes lecciones en medio también de la fiesta de vivir”.