HOMENAJE A JAFET

Creado el: 2024-12-15 08:59 am

Inspiración

"Hoy les contaré a ustedes, y a Jafet, su historia vista desde los ojos del cielo, de la fuerza de la vida capa de apreciar lo bello, lo elevado.


Hablamos de un enfermero líder, en el hospital este hombre se encarga de labores variadas, y de la vida de la gente. Mis amigos del área de la salud son mis aliados, mucho más allá de lo que ellos mismos suelen admitir. Tienen trabajos difíciles, de demasiada responsabilidad, y de gran envergadura.


Si caminas por un hospital tranquilamente, podrás sentir la vocación palpitando en sus corazones. Claro que son seres humanos, que se enojan, que a veces reniegan de la tarea, que se sienten mal retribuidos o cansados. Algunos de hecho renuncian, y se dedican a otras cosas menos exigentes, más tranquilas.


Pues bien, este homenaje a Jafet espera recordar el valor de la vida, y de quienes la cuidan con el amor que solo las madres y los buenos padres pueden tener.


Jafet se viste de blanco, camina corto, se mueve rápido. Es astuto, sagaz, despierto. Busca lo mejor para las personas incluso más allá de las limitaciones severas del sistema, y se ha hecho un héroe para muchos pacientes gracias a su actitud vital y generosa.


Él se concentra en su tarea, y puede a la vez disfrutarla y gozar con sus amigos del trabajo. Jafet camina por los pasillos y transmite orden. Él sabe regar a su paso una especie de disciplina, de agrado, de ilusión. Logra incluso hacerle sentir a las familias, y al paciente, que todo va a estar bien pase lo que pase.


Hace unos días mi amigo Jorge se hospedó por tres semanas en el hospital donde Jafet trabaja. ¡Qué servicio! Si un día tuviera que hospitalizarme lo haría allí, eso sí, donde esté Jafet.


Quiero que Jafet me ayude a lograr lo que parece imposible, quiero que me mire sin dirigirme los ojos y me haga sentir fortaleza y bienestar. Quiero que me sonría, y si corresponde me lance una mirada para decirme que me vigila, y que yo también hago parte de las circunstancias y de las soluciones. 


Jafet cambió la historia que Jorge y su familia vivieron. Él hizo que fuera una dé matices variados. Pudiendo ser un tremendo dolor, vacío, desamparo, él hizo que pudieran contar cada día lo difícil y lo bueno a la vez. Que la gente se enterara de que la generosidad sigue viva, y que la salud de este país tiene esperanza y belleza. 


Muchos de los familiares de Jorge decían: «es que Jafet es nuestro ángel», y vaya que me gusta ese título. La gente se la pasa persiguiendo ángeles en vez de serlo, yo espero que el ejemplo de mi amigo Jafet sea uno digno de imitar, de respetar, al menos de admirar.


Gracias amigo por ayudar a tantas personas, por proteger la vida de Jorge y de cientos más, por hacer que las historias cambien de tristes a inspiradoras, por conservar el equilibrio, la delicadeza y la fuerza al mismo tiempo.


Decirte gratitud no tiene gracia".

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Olga Castaño

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Olga Castaño
Esperamos extender este homenaje a todos los que cuidan de otros y logran llegar al corazón con prudencia y tesón: enfermeros, médicos, cuidadores, madres, padres, hermanos, hijos, y todo aquel que sepa su tarea de proteger la vida ✨

2024-12-15 09:04 am

Consuelo
Gran misión y ejemplo a seguir en cualquier lugar y momento de la vida ♥️. Siempre encontraremos angelitos ayudando para hacer más ameno el camino por difícil que sea. Mil gracias Jafet por ser tan especial y cumplir tan bien esa misión.

2024-12-15 10:09 am

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LAS ALAS SON TUYAS
“Según la representación habitual, nosotros, los seres del cielo, somos humanoides con alas. Pues bien, me gustaría que decidieras que esa imagen te representa más a ti que a mí. Esos personajes alados son más bien ustedes mismos cuando crecen, cuando se elevan o tocan los niveles más altos de la consciencia. Así lucen, hermosos, equilibrados, supremos. Quiero pedirte hoy que aceptes que esas alas sean tuyas. Nosotros de hecho no usamos unas, ni las tenemos, ni tenemos un cuerpo. La verdad sobre nuestras formas es un misterio que mejor debe quedarse así, pero saber que ustedes se pueden elevar, eso sí que nos anima a que se sientan alados. ¿Cómo son tus alas? Si cierras los ojos, te relajas, te das un momento, y las logras sentir, ¿cómo se sienten?, ¿grandes acaso?, ¿pequeñas?, ¿invisibles? No hablamos solo de un ejercicio mental, el ser humano sueña con volar porque eso es natural. Es completamente auténtico el deseo de elevarse a los cielos y sentirse libre, darse vuelo. La fuerza sutil que levanta a un pajarito, esa es una fuerza envidiable. No temas entonces figurarte con alas, para que así logres suponer quién eres cuando te aligeras, cuando tu levedad se convierte en un logro grande y sublime.  Tienes alas cuando controlas tus impulsos y puedes ir más allá de tus emociones inmediatas, cuando tus sueños conservan el sentido de la realidad y sabes volar hacia ellos con fuerza y determinación. Tienes alas cuando, a pesar de las dificultades, te mantienes firme en hacer las cosas para el bien, cuando trasciendes el capricho y asumes el reto de vivir en un mundo cuyas reglas no van a adaptarse siempre para ti. Tienes alas cuando te permites estar más allá de las circunstancias y miras la realidad en perspectiva y sin enojo. También tienes alas cuando entiendes la muerte sin saber mucho de ella, o cuando te levantas en la mañana sin tener grandes objetivos, pero sabiendo que la vida es magia para ti. Quiero que tengas alas también para sentir la nobleza de tu corazón, para abrazar la ajena, incluso para repartirla donde hay pobreza de corazón. Las alas son mucho más que un elemento de transporte, simbolizan la gracia y el despliegue de algo simple pero eficiente. Resulta que tú también puedes ser mucho más simple y eficiente a la hora de dirigirte, puedes aligerarte de cargas emocionales abriéndote a la verdadera naturaleza de la vida, y al aire capaz de sostenerte. Quiero que tengas alas porque cuando te arraigas, echando raíces en creencias y molestias, pesas tanto que no puedes volar. Las alas te ayudarán entonces a recordar que prefieres un andar liviano, ligero, desprendido. Y si en este momento te descubres en una unión rígida o limitante con el suelo, simplemente toca tu espalda. Para qué es todo ese espacio sino para poner unas hermosas alas libres y livianas, poderosas y sublimes. Ahora, por favor no luches con el arraigo, solo libra la batalla con tus ideas. Que sea una batalla dulce eso sí, porque desaprendiendo bonito es como descubrirás más fácil a tus ojos mirar al horizonte, y de a pocos hacia arriba. Sueña alto, que es en esencia soñar con tu bienestar más elevado. Sueña con una vida tranquila, alegre, de integridad, de altibajos muy bien llevados, de aprendizajes, de nobleza, de amor. Tú sueña, los sueños profundos mueven la vida. Así como la sabia mueve la vida dentro de los árboles, los sueños loables circulan dentro de ti, capaces de inundar tu corazón y traspasarlo, causando vida en los brotes maravillosos que son esas alas infinitas de las que hasta ahora te vas haciendo consciente. Por favor no te molestes si no puedes admitir por completo tener unas alas en tu espalda, si no logras verlas o no son tan hermosas como esperas. El simbolismo de las alas, cuando se presenta honesto, te está demostrando la libertad que te permites. Si están pequeñas puede que te limites en la libertad más auténtica y no te estés dando buena cuenta. Si no están, es posible que concibas la libertad como algo fuera de ti, o del futuro, o algo que simplemente aún no has deseado. Si tus alas parecen sucias o están estropeadas es que seguramente has atentado contra tu propia libertad. Libertad hacia ti no es darte derecho a todo lo que deseas. Estamos aquí tratando una libertad interna bastante bien merecida, la de permitirte equivocaciones, la de aceptar que puedes ser realmente muy grande por dentro, la de trabajar por una vida digna y elevada sin temor a las tendencias sociales; incluso hablamos de la libertad de amarte como eres aunque el mundo espere otra cosa para ti. No sé si lo alcanzas a sentir, pero estás recibiendo esta invitación a una libertad colmada de amor, capaz de conducir a la armonía, y también capaz de ayudarte a enfrentar los retos de la vida sin ponerte en desventaja o sufrir innecesariamente. Por eso en definitiva es que quiero que tengas tus alas. Que cuando nos invoques no pienses más que solo nosotros tenemos la gracia o el poder para cambiar las cosas. Hay alas en ti, si hace falta fuerza en el viento entonces te ayudaremos. Ahora, está claro, si tú no las abres el viento solo arruinará tu peinado, no habrá vuelo, no habrá libertad. Abrir las alas se parece mucho a que abras tus brazos, y tu corazón. Cuando haces eso decides que la vida tiene todas las respuestas, así que te lanzas a vivir sin temor de caer. No hay caída donde hay libertad para adecuarse, para fallar, para cerrar ciclos, para entender distinto. Volando, comprenderás, se entiende distinto”.
QUÉ CARA TIENE TU BONDAD
“La bondad es un concepto amplio, vamos mejor a meterlo en el corazón como la apuesta sin discusión al bien puro y elevado. Ahora, entendamos mejor lo que implica hacer el bien más allá de la caridad, la generosidad o las buenas intenciones. Es que bondad, amigos míos, también es aquello que promueve un bien mayor, como los límites por ejemplo. No hablo solo de los límites que pones a los niños o en una relación personal, decimos límites a los que ustedes mismos se ponen como los esenciales para construirse un bien sincero. Las caras del bien son entonces maneras, negociaciones con el placer, a las que hay que llegar a acostumbrarse. Veamos algunas: Llenarse de rabia te hace daño, controlar la rabia te hace bien. Puede que las injusticias o las agresiones lo merezcan pero quien se daña con ese enojo duradero eres tú, aliviar la rabia es un bien mayor porque detiene el daño hacia ti y te prepara para corregir lo que corresponde. Superar el miedo y el dolor son tareas de máxima bondad. Al contrario veo a muchos todavía unidos a la idea de que el martirio engrandece, son personas que pudiéndonos ayudar en la tarea de mejorar el mundo están concentradas en lamentarlo o temerle y por eso dejan de aportar para retirarse a sufrir con una reprochable idea de estar haciendo bien. No lo hacen amigos, hay que superar al dolor y al miedo para enfrentar la vida y descubrir lo mejor de ustedes mismos escondido tras ese velo, por favor déjense llamar por ese bien verdadero. Hace el bien quien se trata bien, en especial en darse tiempo. Contrario a eso están sintiéndose realizados quienes corren sin cesar y se jactan de estar siempre ocupados, la excusa de no tener tiempo se convirtió en una justa causa. A mis ojos la falta de tiempo es falta de orden, de aclarar las prioridades y lo que verdaderamente vale o funciona, la gente que vive de afán hace daño en el tráfico, a los hijos, a su salud y a su esperanza de vida. Solo con corregir los afanes harían un gran bien a sí mismos y a su mundo. Hace el bien más que nadie quien evita juzgar. Sé que lo han oído muchas veces pero juzgar se ha hecho entretenimiento en este tiempo, levantar las cejas o mirar con desprecio las acciones de otros pareciera una respuesta que defiende el bien, cuando en verdad es el comienzo de una barrera para quienes piensan diferente, es una manera de crear discordia y de sentirse libre de todo mal solo por juzgar. También hace el bien quien entrega su cariño sabiendo cuando restringirlo. La ternura es uno de los medios más poderosos del bien, pero utilizada sin control puede persuadir al más firme de abandonar un propósito loable. ¿Acaso porque algo es pedido con cariño es siempre correcto?, presta atención a lo envolvente que puedes llegar a ser para favorecer tus propósitos gracias a una actitud cariñosa. Ahora, me preocupa más que nada la confusión que existe en asumir que algo que les gusta o les funciona en verdad hace el bien; o que las ideas que han reinado por siglos hacen el bien solo porque han perdurado. Veo a las personas asumiendo principios de bondad que no han asimilado antes de replicarlos, es gente con corazón el corazón abierto que obedece la norma social o su placer y no se toma el trabajo de discernir si eso es lo que en verdad corresponde. Es decir nobles imitadores de patrones que no están construyendo a la larga la bondad que tanto espero que puedan conquistar. Bondad amigos es poder actuar con el espíritu tranquilo hasta saber que a su paso la huella queda limpia, que los campos que han tocado sean terreno fértil para las semillas que vendrán. Una vida basada en el bien es aquella que con firmeza se detiene cuando así corresponde para permitir que ocurra únicamente lo que eleva la vida, una que presta atención al descuido y evita tolerar lo que daña simplemente por estar acostumbrados. Que lindo sería verlos romper la costumbre frente al mal”.
ADIÓS A OLIVA
"Despedir a la gente es una tarea de valor y de amor. Es lo que quiero que aprendan a hacer, a poner el amor por delante del dolor, a admirar a quien se va para quedarse con su virtud, a soñar con su propia despedida. La muerte no dejará de ser dolorosa, porque si no doliera cuidarían aún menos la vida, pero sí se puede entender y aceptar que hay un final para todos, y que ese final puede ser fiel muestra de un viaje bonito y bien llevado.Oliva, uva, como la llaman en esta casa, es una mujer adorable que supo partir ligera. Ella transformó la vida de muchos aportando dulzura y comprensión, y yo espero que su partida entonces traiga también mucha inspiración, que la gente a su alrededor se esfuerce por ofrecerle esa misma dulzura y esa misma comprensión a su ausencia, que la honren con dignidad, que la dejen partir sin llenarla de reclamos, carencias o pedidos.La gente bueno no se va al cielo para hacerles aún más favores, lo hace para ser una luz de inspiración, un buen recuerdo, y para ser honrada con la claridad de que cada uno sin reparos se puede parecer a ella si se lo propone.Las siguientes son las palabras de despedida para uva, que bien dan fe de la manera como me gustaría que se animaran a pensar la muerte, y a prepararse para que la gente que compone su vida un día ya no esté. Fueron escritas por alguien cuyo sentimiento me permitió hecharle una manita a la verdad, yo estruje su dolor para que me dejara decirles con amor que podían sentir diferente. Tranquilos, no es que su dolor no importe, ya nos hemos encargado de ponerlo en su lugar.«A veces poner en palabras lo que sentimos aliviana la carga. Y me gustaría poder hablar por ustedes para poder expresar este dolor, y este amor por Oliva. Pero me atreveré mejor a hablar por ella, por la mujer entrañable, digna y generosa que todos conocimos.Dice uva: no hay mal que por bien no venga. Ahora me están llorando pero cuando vengan aquí sabrán de lo que se estaban perdiendo.Y tal vez estemos de acuerdo en que Oliva no nos está haciendo un mal. Ella no se fue, como un pajarito que desaparece, para hacernos doler el corazón; ella lo hizo para darse un regalo a ella misma, el regalo de estar lista para el viaje definitivo.Ella supo hablar de la muerte, y pensarla. Ella estaba preparada. Ella trajo a su vida permanentemente la realidad de la muerte para recordarse que la vida debe vivirse con pulcritud y decencia, y así poder viajar en paz y con altivez.Así se va la bella uva, plena de dignidad, orgullosa de la vida que llevó, de dar en silencio, de comprender y perdonar antes de juzgar.No quiero ser dura, pero el amor por ella tiene que ser más grande que el dolor por su partida. A ella la ofrendamos con amor, con esta gratitud sonriente que todos tenemos dentro, con recuerdos de valor infinito, con dichos y experiencias.Maravillosamente la extrañaremos porque queríamos vivirla más, aprovecharla más, preguntarle cosas, consentirla.Y ella no nos va a extrañar. Nos mira desde el cielo apenas de reojo. Se encuentra ocupada caminando sobre la alfombra roja, despreocupada y libre como quien ha cumplido su deber con mérito elevado.No puedo más que quedarme con la admiración que alguien sencillo y pleno como Oliva puede inspirar. Quiero que uva me herede su corazón generoso, quiero que Oliva nos pueda heredar un pedacito de eso que ahora añoramos de ella. Quiero que su nieta tenga consuelo, que su hermana la sienta cerca cuando la extrañe, que su esposo no piense más que ya nada vale la pena. Porque Oliva es el consuelo de la nieta, la compañía de la hermana, y la razón que su esposo tiene para seguir viviendo.Ella se fue, ya no está entre nosotros acomodando sus crespitos y luciendo su figura. Ahora comienza a estar entre nosotros como un sentimiento, como un ejemplo, como una ilusión.Estos que se van no salen de nuestro corazón, nos siguen acompañando, hasta susurrarán de vez en cuando un gesto de cariño en nuestro oído. No perdamos la oportunidad de sentir el cariño de Oliva, de honrarla imitando su virtud, de invocarla para celebrar una que otra cosa bonita que ella sabrá disfrutar desde allá.Buen viaje, bella uva»"
AYER ME DIVERTÍ CONMIGO
“Si me preguntaras sobre tu felicidad te remitiría siempre a la de los instantes contigo mismo. No hablo de grandes momentos de revelación solamente o de satisfacciones contundentes, me refiero a tu capacidad de entrar en alguna conexión sencilla que normalmente sucede espontánea. ¿Esa bobada es la felicidad?, pues sí, lo es. La felicidad consiste en sentirse bien con ustedes mismos; por supuesto que los logros importan, que el amor alienta la felicidad, que la familia es el bálsamo de la vida, pero amigos la felicidad es un sentimiento personal. Imagínate que creo una máquina de monedas para darte cuenta de tu propia felicidad, hago que te muestre indicadores para evaluar un momento; tengo manzanas, peras y fresas. Debes introducir solo una moneda, una que tiene dos caras, una cara es la felicidad que tú crees sentir, la otra cara es la felicidad que yo te quiero mostrar.  Es decir, desde el momento que introduces la moneda estas dispuesto a aceptar que tal vez eso que identificas como felicidad (o infelicidad ) no lo es tanto como parece y que te quiero devolver la moneda para practicar un día más. Así, devolverte la moneda es una invitación a considerar más en serio las dos caras de la felicidad. Lo que va a pasar cuando introduzcas la moneda es que recibirás una fruta de repuesta. La pera te dice ‘espera’, piénsalo mejor, deja que más en lo profundo se muestre tu verdadera sensación con esto que ahora de pronto es emoción solamente. La manzana dice ‘mordiste’, ya lo tienes, vives una felicidad que debes valorar mejor. La fresa en cambio es aprobación, dice ‘dale puntos’, súmale a esto que ya sabes conseguir. Así que podemos jugar, tú pon la moneda, envía un comentario (si prefieres por WhatsApp) con la fruta que crees que vas a recibir, según tu sensación sobre la propia felicidad, más allá de lo que estés viviendo en este preciso momento. Por ejemplo: ¿🍐?, ¿🍎?, ¿🍓?. Te devolveré la moneda con una pista sobre tu verdadera felicidad. Entiende por favor, no es un juego de adivinación, mucho menos una declaración de que no eres feliz. Lo que quiero es que te familiarices cada vez más con esa disposición hacia ti mismo que finalmente, al margen de hazañas o decepciones, te deja en un balance de agrado por ti. Seguiremos buscando juntos, como ya lo hacemos, más elementos para la felicidad. Solo recuerda, cuando buscas la felicidad directamente en eventos, personas, cosas, estás dando muchas vueltas dirigiéndote a algo que solo te devolverá a la intimidad de lo que haces directamente por ti. Quiero decir, al final de todo lo que anima y desanima en la vida, queda esa conexión esencial contigo mismo en la que el centro de la felicidad es lo que sientes por ti. Vamos a jugar, a comprender un poco más la felicidad”.
HAY PODER EN LA DELICADEZA
“Ir despacio, ir con suavidad por la vida, no es algo que precisamente estés cultivando. La norma dice que hay que pisar fuerte y decidido lo que parece implicar pisotear o atropellar. Quiero invitarte hoy a replantear esas dureza, que mires si de verdad está funcionando y que hagas que tu delicadeza para crecer sea uno de tus nuevos poderes. La delicadeza habla de los buenos modos, unos de tolerancia y respeto, esa suavidad insidiosa que todo lo conquista. Si conoces a alguien así sabrás que esa persona consigue las cosas de un modo sencillo y siempre parece en su punto, que provoca complacerla y que poco hay de conflicto con ella si lo piensas bien. No se trata de ocultar los sentimientos o de hacerse el de la vista gorda a lo que incomoda, la delicadeza se refiere a una pequeña pausa que es posible justo antes de reaccionar, de actuar como de costumbre. La delicadeza tiene todo que ver con parar y sentir el momento, las personas, el lugar. Hay elegancia en la delicadeza, parar por ejemplo antes de hacer un reclamo sobre los servicios públicos te hará considerar la situación del empleado que te atiende, su alcance limitado, los nuevos métodos de atención, y hasta te hará sospechar que de uno u otro modo lograrás solucionarlo. Hay virtud en la delicadeza puesto que fuerza lo bueno de ti, parar esculca las buenas maneras y las pone en acción antes que las explosiones de emotividad. Parar amigos es también ir un poco más despacio, saber que no todo es una emergencia, cuanta gente conduciendo como si estuviera transportando un herido de muerte. La delicadeza del amor entonces es mi favorita, me refiero a que hay mucho amor sencillo contenido en tener cuidado, por ti y por los demás, por las cosas, por las circunstancias. Ponle amor a lo que tanto te incómoda para que encuentres soluciones diferentes en lo que no sale tan bien, dale afecto a la torpeza de las situaciones para así poder esperar a que revelen su llamado. Ya sabes, todo tiene potencialmente un mensaje escondido, si hay dificultades inesperadas es porque algo se quiere revelar. Piénsalo bien la próxima vez antes de reaccionar, mejor dicho para, unos segundos pueden ser suficientes para saber a donde va en verdad una situación. El poder de la delicadeza consiste en propiciar una visión más allá, darse el tiempo y el cuidado para aventurarse en el trasfondo de una circunstancia o sencillamente poder captar una nueva faceta de ustedes mismos que no hubieran podido conocer de otro modo. ¿No es dulce esa invitación?”.