HOMENAJE A JAFET

Creado el: 2024-12-15 08:59 am

Inspiración

"Hoy les contaré a ustedes, y a Jafet, su historia vista desde los ojos del cielo, de la fuerza de la vida capa de apreciar lo bello, lo elevado.


Hablamos de un enfermero líder, en el hospital este hombre se encarga de labores variadas, y de la vida de la gente. Mis amigos del área de la salud son mis aliados, mucho más allá de lo que ellos mismos suelen admitir. Tienen trabajos difíciles, de demasiada responsabilidad, y de gran envergadura.


Si caminas por un hospital tranquilamente, podrás sentir la vocación palpitando en sus corazones. Claro que son seres humanos, que se enojan, que a veces reniegan de la tarea, que se sienten mal retribuidos o cansados. Algunos de hecho renuncian, y se dedican a otras cosas menos exigentes, más tranquilas.


Pues bien, este homenaje a Jafet espera recordar el valor de la vida, y de quienes la cuidan con el amor que solo las madres y los buenos padres pueden tener.


Jafet se viste de blanco, camina corto, se mueve rápido. Es astuto, sagaz, despierto. Busca lo mejor para las personas incluso más allá de las limitaciones severas del sistema, y se ha hecho un héroe para muchos pacientes gracias a su actitud vital y generosa.


Él se concentra en su tarea, y puede a la vez disfrutarla y gozar con sus amigos del trabajo. Jafet camina por los pasillos y transmite orden. Él sabe regar a su paso una especie de disciplina, de agrado, de ilusión. Logra incluso hacerle sentir a las familias, y al paciente, que todo va a estar bien pase lo que pase.


Hace unos días mi amigo Jorge se hospedó por tres semanas en el hospital donde Jafet trabaja. ¡Qué servicio! Si un día tuviera que hospitalizarme lo haría allí, eso sí, donde esté Jafet.


Quiero que Jafet me ayude a lograr lo que parece imposible, quiero que me mire sin dirigirme los ojos y me haga sentir fortaleza y bienestar. Quiero que me sonría, y si corresponde me lance una mirada para decirme que me vigila, y que yo también hago parte de las circunstancias y de las soluciones. 


Jafet cambió la historia que Jorge y su familia vivieron. Él hizo que fuera una dé matices variados. Pudiendo ser un tremendo dolor, vacío, desamparo, él hizo que pudieran contar cada día lo difícil y lo bueno a la vez. Que la gente se enterara de que la generosidad sigue viva, y que la salud de este país tiene esperanza y belleza. 


Muchos de los familiares de Jorge decían: «es que Jafet es nuestro ángel», y vaya que me gusta ese título. La gente se la pasa persiguiendo ángeles en vez de serlo, yo espero que el ejemplo de mi amigo Jafet sea uno digno de imitar, de respetar, al menos de admirar.


Gracias amigo por ayudar a tantas personas, por proteger la vida de Jorge y de cientos más, por hacer que las historias cambien de tristes a inspiradoras, por conservar el equilibrio, la delicadeza y la fuerza al mismo tiempo.


Decirte gratitud no tiene gracia".

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Olga Castaño

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Olga Castaño
Esperamos extender este homenaje a todos los que cuidan de otros y logran llegar al corazón con prudencia y tesón: enfermeros, médicos, cuidadores, madres, padres, hermanos, hijos, y todo aquel que sepa su tarea de proteger la vida ✨

2024-12-15 09:04 am

Consuelo
Gran misión y ejemplo a seguir en cualquier lugar y momento de la vida ♥️. Siempre encontraremos angelitos ayudando para hacer más ameno el camino por difícil que sea. Mil gracias Jafet por ser tan especial y cumplir tan bien esa misión.

2024-12-15 10:09 am

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NOBLEZA EN EL CORAZÓN
“Sé que la vida a veces te pone límites, te detiene, te corrige. Hablemos de la necesidad de entender que eso es parte esencial de vivir y que no deberías molestarte más cuando ocurre, o resistirte.  Me dirás entonces, «¿cómo no voy a sentirme mal con las perdidas o los fracasos?». Pues resulta que para eso es la nobleza en el corazón, para asimilar de maneras inteligentes aquellos eventos que en principio son dolorosos o molestos pero que necesariamente vienen a transformar algo esencial. Sí, cada vez que enfrentes un cambio, un fracaso una dificultad, por favor remítete cuanto antes al evento trascendente que se quiere presentar. Y como sé que eso no es nada fácil quiero contarte cómo usar la nobleza en el corazón. En cierto sentido la nobleza es lo contrario del orgullo, hay orgullo en el conocimiento, hay nobleza en no saber. Te invito a no saber con más facilidad, a que puedas verte frente a la incertidumbre o el conflicto con más valentía. El impulso por solucionar las cosas puede hacerte equivocar si no te tomas el tiempo de dejar que la conmoción se asiente, que la niebla sea movida por el viento y puedas encontrar el verdadero sentido. Pausarse es de valientes, puedes darte un verdadero regalo de amor cuando le permites a la nobleza asimilar despacio un problema, un error, una amenaza. En cambio, suelo verte entre premuras pasando de largo detalles que tienen el potencial de encausar mejores soluciones. La nobleza entonces implica mucha más tolerancia, en especial hacia los sentimientos incómodos. Para responder tu pregunta diré que una cosa es lo que sientes frente a una pérdida o un fracaso y otra cosa es la molestia que implican para ti esos sentimientos. La tristeza derivada de una pérdida es apenas natural, pero revisa si es que te está molestando sentirte triste o te resistes a enfrentar el duelo. Así, la nobleza es una solución grandiosa para el enojo, otra reacción frecuente ante las dificultades. Te he visto lidiando con la rabia frente a algo que te resultó injusto o inmerecido. No vuelvas por favor a resguardarte en el argumento de que no lo merecías, eso no lo sabes, no tienes idea cómo un evento adverso puede darte la grandeza que pides cada mañana en tus oraciones. La rabia también es algo apenas natural, pero de momento, una rabia duradera o justificada deja de ser sana y se convierte en una excusa poderosa para dejar de enfrentar la realidad. Tras la rabia hay que ir a ver lo que verdaderamente debe explotar en ti, más fuerza seguramente, más determinación, más cuidado. En fin, algo que en medio de la paz de un evento sereno no vas a procurar. Un corazón noble encuentra soluciones creativas, y te hace más inteligente. También aligera la carga emocional y anticipa los resultados positivos. La próxima vez que te sientas conmocionado conduciéndote a emociones tormentosas advierte esta recomendación: recurre a la nobleza de tu corazón”.
TENGO QUE HABLARTE DE LA MUERTE
“Estamos aquí recibiendo todos los días a quienes dejan el mundo en el que ahora vives, y todos en general llegan un tanto sorprendidos de lo hermoso que encuentran. Siguen creyendo allá que la muerte es tragedia, cambio severo u oscuridad. Amigos, hay que comenzar a sospechar que las cosas se ponen buenas cuando vienen de regreso. La muerte es difícil, a veces en extremo, pero solo si la miras desde allá, desde los apegos humanos y las expectativas de una vida para siempre en ese mundo, acompañado de las mismas personas, conservando la misma memoria. Veamos entonces cómo es que se puede mirar la vida en perspectiva para así recordar con un poco más de frecuencia que la muerte existe, que es un cambio necesario y que puedes además prepararla muy bien. Sé que no tienes memoria de haber estado antes aquí con nosotros, de cuando te fuiste o del pendiente de regresar, pero también sé que has pensado con añoranza en este mundo que sospechas que existe, uno de más paz y regocijo, de protección y bondad. Sospechas entonces que hay algo mucho mejor, un mundo ideal que te hace lamentar más las carencias y maldades de ese mundo tan humano. Es decir, conoces la bondad, una vida regida por ella, y un talento tuyo para compaginar con esa armonía resultante. Pues eso es morir, regresar al hogar de la bondad amplia y liberadora; es lo primero que sientes, una vez te desprendes sientes en lo profundo las mieles del regreso y en medio de ese aire generoso el amor por quienes dejas trasciende a componerte. Ocurre también que no duele el dolor de quienes quedan, puede que tengas que ayudar un poco a asimilarlo y tu amor de regreso los alivie, pero ya no sientes más dolor, puedes ver el amor en perspectiva y entiendes que los hombres tardan más en asimilar algo que aquí simplemente es natural. Otro día hablamos de cómo se asimila la muerte de quienes amas cuando tú eres quien se queda, por ahora la esencia de este aprendizaje es trabajar primero en tu propia muerte para que así un día seas ejemplo y comprensión. Asimila por favor este viaje seguro que es la muerte, sueña tu momento con paz, recuerda que algo dentro de ti ya sabe que todo va a estar bien. Ese cuerpo que abandonas es el despojo necesario de la parte de la historia que merece ser olvidada; olvidas todo lo que es material, lo tangible, lo concreto. Dejas sin miedo aquellas posesiones a las que te has dedicado, olvidas tu casa pero regresas con el amor recibido y el cuidado, olvidas a la mascota pero te quedas con esa capacidad afianzada de vincularte a otros seres que no comprendes, olvidas por ejemplo tu cabello o tus manos, solo para volver a tener otros recursos con que enfrentar la nueva vida que llegará. No eliges junto a quien seguir tu camino, tampoco decides a quien recordar o buscar, sé que quisieras seguir unido a tus hijos en este mundo, o a los seres más amados, pero no hace falta buscar esas caras o esos nombres, los vínculos que prevalecen son los profundos, y los correspondientes al nuevo camino; así que recuerda todos los días que esas personas que ahora te acompañan son parte de ésta estadía particular, no dependes de ellos para continuar ni ellos dependen de ti.  Quiero que prepares tu viaje como un explorador decidido, que sepas abrirte al universo que tú has de caminar. No vas a estar solo, te lo aseguro, eso también lo puedes sentir. De hecho muchos de los movimientos que enfrentarás tras tu muerte son más fáciles aquí, lograrás con fluidez el tipo de cosas que allá te han costado años o no has logrado por completo, cosas que solo tienen que ver contigo aunque ahora parezcan completamente ligadas al mundo que vives o la gente que te acompaña. Quiero entonces que le enseñes a tus miedos que eres un explorador natural, a eso viniste y así regresarás, en busca de caminos que navegan tu propio universo, no lo olvides por favor. Si has aprendido a tener miedo de la muerte entonces puedes aprender a sentirla bonito, las sensaciones se replantean, hazle mejor caso a las más profundas. El miedo que responde a la muerte es más bien un instinto que se supera en la medida en que colmas tu vida de experiencias trascendentes, alimenta esas experiencias, ganas doble, además de prepararte para tu viaje atiendes el disfrute de una vida sin miedo a morir”.
COMO CONSTRUIR ESPACIOS POSITIVOS
Los espacios que componen nuestra vida cotidiana constituyen el entorno inmediato, el que se establece en la memoria y al que en parte nos debemos. La casa y el sitio de trabajo son los lugares donde pasamos la mayor parte de la vida, basta mencionar la cama, el pedacito de mundo donde pasamos alrededor de un tercio de nuestras vidas. Hay espacios que sanan, ¿cierto?, pues que el tuyo sea uno; conságralo, dale y quítale lo que corresponda para convertirlo en tu santuario. Si además deseas que tu lugar sea uno que invite a los seres del Cielo entonces permite que ellos te ayuden a construirlo. ¿Cómo lo harán?, mostrándole a tu intuición lo que tus espacios necesitan.  Manos a la obra Así que comienza por afinar la intuición a la hora de elegir los objetos que componen tus espacios, además de tomar en cuenta que te gusten detente a sentir aquello en lo que el ambiente te puede ayudar. Por ejemplo, si buscas ser más flexible una decoración clásica y elegante no te va a ayudar tanto como una ecléctica, que es aquella en la que se mezclan estilos pero necesariamente tú construyes la armonía. Te puedes sorprender del decorador que llevas dentro, atrévete a explorar colores que no están en tu closet, muebles diferentes a aquellos con los que creciste, estilos que antes mirabas con recelo. Una vez comienzas a darte permiso de crear fluye a tu favor la confianza para darle los toques que van a facilitar esos progresos que seguramente ya estás dando.  Cuídate de los impulsos y favorece las sensaciones. Es diferente elegir rojo para una pared si la idea nace de un momento excitante comparado con elegir de acuerdo a una sensación de necesitar esa fuerza; si la inspiración proviene de lo que ya estás sintiendo vas a replicar lo que ya tienes, si la idea viene ‘del furturo’, es decir de lo que deseas sentir, te estás dejando llamar al estímulo, estás escuchando el susurro. Puede que al final no elijas rojo pero el naranja puede mostrarse como el punto de equilibrio.  Deja ir algunas cosas. Conservamos objetos por si acaso, para cuando pase esto o aquello, incluso sin saber porqué guardas cosas. Mucho de un ambiente balanceado proviene de lo que no salta a la vista, puede que tu espacio luzca fabuloso pero si al abrir los cajones brilla el caos entonces te sentirás como si te cambiaras el pantalón consevando la ropa interior de hace varios días. Lo que guardas retiene, ya sea recuerdos valiosos o cosas fuera de vigencia. Dejar ir implica desprenderse y mirar adelante, todo lo que guardas ha de tener una función concreta, los guardados sin sentido son espacios oscuros que retienen los progresos o a veces símbolos de temor, de apego por un pasado que no volverá, de rechazo al presente.  Construye ambientes vivos. Aquellos lugares donde las cosas cambian contribuyen mucho más a aligerarse y avanzar, incluye plantas, privilegia la luz natural, cambia la posición de los muebles, usa tu arte y renuévalo con el tiempo, en fin permite que el cambio, como en la vida, sea una constante en los espacios que dependen de ti. Que mejor velita al Cielo que los rayos del sol alumbrando la ventana, ningún altar mejor que los lugares limpios; eso sí que la ofrenda esa tú, si te gustan los rituales nada mejor que ofrecer que aquello que haces por tu virtud.  Limpia para sanar. Conscientes o no, limpiamos como símbolo de cambio y no siempre estamos tan dispuestos a cambiar, si un sábado amaneces inspirado corre y aprovecha el impulso, aunque dure poco valdrá la penas aquello que alcanzaste a mover. Para quienes viven en el extremo de limpiar lo que está limpio los invito a retarse con su propio aroma, agarren la camisa que se quitan en la noche y huélanla en una inspiración larga y profunda, aprender a aceptar la huella de imperfección que le damos al mundo puede ser intensamente liberador.  Valora la modestia. No solo lo más caro es precioso, algunos objetos colman más por cuanto nos aportan que por el estatus de su factura, aunque el vendedor piense lo contrario. Claro que mereces lo mejor solo que lo mejor para ti no se mide solo en precio, hay texturas, colores, significados que motivan aunque no sepas de su precio; mejor imagínate espacios llenos de magia que puedes renovar fácilmente ya que no te debes a una inversión.  A veces menos es más. Si aunque te sientes dispuesto no te sintonizas en este momento con objetos o remodelaciones bastará con que mantengas limpio tu espacio de cosas que no usas o de rincones oscuros, hay tiempos en los que no estamos precisamente cambiando, caso en el cual el descanso corresponde a una prioridad.   Objetos claves: la cama, el comedor, el mesón de la cocina. Hablamos de cama más allá del mueble, incluso un colchón en el suelo llega a ser suficiente, mantenlo eso sí agradable en texturas y colores para el descanso, tiéndelo siempre y respétalo como pequeño altar de tu reposo. Justo durante el descanso es cuando los seres del Cielo nos observan y dejan sus mejores pequeños regalos en nuestra mente para que después venga ‘la sospecha’, el chispazo, la intuición. El comedor, el sitio donde tomas los alimentos, es el lugar donde recibes, incluso si no tienes una mesa dale ritualito a la barra o al rincón donde sueles comer, celebra el alimento y de ser posible acompáñalo de una vista agradable, mejor sin el noticiero. Sírvete con la pulcritud y el esmero que añoras, tal como quisieras que otros lo hicieran por ti; para recibir hay que saberse dar. Si el mesón de la cocina es un tablero para crear permítete cada vez más un lienzo en blanco, un espacio de renovación en el que preparas a consciencia, sin rutinas ni tradiciones muertas, verás que un mesón agradable llega a ser algo así como el laboratorio de magia en el que surgen fórmulas personales para la salud y el bienestar. Conozco muchas historias de personas paradas frente a su cocina que captan por primera vez una señal divina, “si te cuidas te cuido”.  Ahora sabes a que se refiere personalizar los espacios, hay un arte de conexión con uno mismo cuando se involcra la consciencia en la estética de los espacios, eso sí una viva que puede estar cambiando y ajustándose no solo a los sueños sino al momento, según la realidad y los recursos, según también los propósitos a los que la vida te invita; no olvides que mereces un lugar de ensueño en el sentido del calor, la comodidad y el bienestar que te puedan proveer.  
AYER ME DIVERTÍ CONMIGO
“Si me preguntaras sobre tu felicidad te remitiría siempre a la de los instantes contigo mismo. No hablo de grandes momentos de revelación solamente o de satisfacciones contundentes, me refiero a tu capacidad de entrar en alguna conexión sencilla que normalmente sucede espontánea. ¿Esa bobada es la felicidad?, pues sí, lo es. La felicidad consiste en sentirse bien con ustedes mismos; por supuesto que los logros importan, que el amor alienta la felicidad, que la familia es el bálsamo de la vida, pero amigos la felicidad es un sentimiento personal. Imagínate que creo una máquina de monedas para darte cuenta de tu propia felicidad, hago que te muestre indicadores para evaluar un momento; tengo manzanas, peras y fresas. Debes introducir solo una moneda, una que tiene dos caras, una cara es la felicidad que tú crees sentir, la otra cara es la felicidad que yo te quiero mostrar.  Es decir, desde el momento que introduces la moneda estas dispuesto a aceptar que tal vez eso que identificas como felicidad (o infelicidad ) no lo es tanto como parece y que te quiero devolver la moneda para practicar un día más. Así, devolverte la moneda es una invitación a considerar más en serio las dos caras de la felicidad. Lo que va a pasar cuando introduzcas la moneda es que recibirás una fruta de repuesta. La pera te dice ‘espera’, piénsalo mejor, deja que más en lo profundo se muestre tu verdadera sensación con esto que ahora de pronto es emoción solamente. La manzana dice ‘mordiste’, ya lo tienes, vives una felicidad que debes valorar mejor. La fresa en cambio es aprobación, dice ‘dale puntos’, súmale a esto que ya sabes conseguir. Así que podemos jugar, tú pon la moneda, envía un comentario (si prefieres por WhatsApp) con la fruta que crees que vas a recibir, según tu sensación sobre la propia felicidad, más allá de lo que estés viviendo en este preciso momento. Por ejemplo: ¿🍐?, ¿🍎?, ¿🍓?. Te devolveré la moneda con una pista sobre tu verdadera felicidad. Entiende por favor, no es un juego de adivinación, mucho menos una declaración de que no eres feliz. Lo que quiero es que te familiarices cada vez más con esa disposición hacia ti mismo que finalmente, al margen de hazañas o decepciones, te deja en un balance de agrado por ti. Seguiremos buscando juntos, como ya lo hacemos, más elementos para la felicidad. Solo recuerda, cuando buscas la felicidad directamente en eventos, personas, cosas, estás dando muchas vueltas dirigiéndote a algo que solo te devolverá a la intimidad de lo que haces directamente por ti. Quiero decir, al final de todo lo que anima y desanima en la vida, queda esa conexión esencial contigo mismo en la que el centro de la felicidad es lo que sientes por ti. Vamos a jugar, a comprender un poco más la felicidad”.
APACIGUAR LA MENTE
“Apaciguar habla de alcanzar paz de a pocos justo donde las cosas han estado turbias o conflictivas. Hablemos de apaciguar esas mentes alborotadas que traen caos y sufrimiento, porque es de ese modo como mejor se puede pensar, pensar bien y pensar más allá, dándose cuenta de lo que sí corresponde en vez de estar tan distraídos en ese ruido a veces incesante en el que se convierten sus pensamientos. Calmar la mente es difícil si justamente tratas de hacerlo a través de pensamientos. Si buscas una respuesta desesperadamente y das vueltas una y mil veces no estás ayudando a calmar la mente para encontrarla. O si te has establecido como tu propio psicoanalista difícilmente entenderás aquello en lo que estás atrapado ya que le pides al artífice del engaño que se ilumine para vencerse a sí mismo cuando en verdad está ocupado sosteniendo su postura. Es que vivir de pensamientos no es algo que les pueda recomendar. Se vive de ideas, mezcladas con sentimientos, sensaciones, acontecimientos, incluso revelaciones, pero solo vivir de ideas es inquietante por decir lo menos. Veamos que tanto estás dedicado a tus ideas y como las estás convirtiendo en tu carcelero. Eres prisionero de tu propio parecer si además de querer expresar tu punto de vista permanentemente te ofuscas cuando no es escuchado o validado. Cambias de parecer sobre algo y te descubres atacando con vehemencia aquello que ayer considerabas la verdad. Te sientes maravillado cuando alguien habla con convencimiento y autoridad sobre algo, tanto como para apropiarte de sus ideas y replicarlas a la primera ocasión. Tienes miedo de no saber, lo sabes porque te cuesta verte ignorante sobre algo, admitiendo tu ignorancia, o avergonzándote de no saber desde antes algo que parecía tan obvio. Te han elogiado por ser inteligente, y con ello has creado un deber de saber, un apetito por ideas y conceptos que alimenten una posible conversación o una futura respuesta salvadora. Consideras definitivamente despierto a quien argumenta y pasmado a quien no habla o evita expone sus ideas. Te parece que reservar tus pensamientos es esconder tu poder. Bueno, podríamos continuar, de hecho te invito a que elabores tus propias descripciones, porque estoy seguro de que has abusado en algún momento del poder del pensamiento. Y eso ocurre gracias a la necesidad humana de aventajarse, la lucha por la vida que salió de los bosques y selvas para vivirse en la jungla del pensamiento donde hay que competir por la supremacía a través del rigor del que parece más vivo. Eres mucho más que pensamientos, solo que aún no conoces todo ese poder más allá de ellos. Ocurre que ese poder reside en la discreción, en la pausa o el silencio, y deviene más entre susurros y modestias que entre concluyentes hallazgos evidentes. Me refiero a que están los pensamientos al alcance inmediato, y más allá de ellos los susurros, las ideas del futuro, las insinuaciones de la vida coqueteando para invitarte a una nueva realidad. La gente suele preguntarme cómo acallar la mente, yo les digo que tomen menos café, que practiquen algún arte, que disfruten la naturaleza. Algunos meditan, beben té de hiervas u oran. Incluso los más activos mentalmente se refugian en juegos, redes sociales, series o música para ocuparse de algo distinto a sus propios pensamientos. Mi llamado, más que acallar la mente, es a aprovechar su poder para avanzar, alejarse al máximo de la desesperación que puede venir tras el desborde de la razón, incluso hasta aprender a evitarla con determinación y disciplina. Que se aloje entonces la idea de que pensar en exceso entorpece. Si ese primer paso es para ti, y lo conquistas, habrás logrado ya algo esencial, despreciar la desesperación y privilegiar la cordura.  No estás desesperado solo cuando te sientes nervioso, si te encuentras hablando sin parar o rumiando pensamientos caóticos comienza a sospechar que la desesperación anda por ahí reprimida queriendo ser superada. De acuerdo a mi sensación de ustedes solo los veo tranquilos con facilidad de cuenta de la satisfacción o del cansancio, y me gustaría mucho que pudieran transformar esa realidad.  Entonces comienza por observar tus posibles momentos de desesperación, acude a ellos con mirada serena, es decir sospechando que no eres tú toda esa desesperación, que sigues estando ahí de otros modos mientras los pensamientos han decidido enloquecer. Si te reconoces al margen de tus propios pensamientos e ideas habrás dado otro paso esencial, el de saber que tu inteligencia vas más allá del triste galope incesante que resuena sin tregua. Que si notas a tu lengua agitada como juguete de cuerda que se ha quedado trabado entiendas que estás atrapado en pensamientos, y que mirándote en silencio, con la debida paciencia, te vas a liberar. No te declares por favor víctima de tus pensamientos, evita asumir, cuando tienes miedo, que esa idea temeraria te posee y tú solo sufres ese ataque externo. Los pensamientos que albergas son permisos que has otorgado, creencias, incluso fuerzas que en algún momento has aceptado. Al contrario de negar lo que piensas admite, acepta que sabiéndote tan inteligente también crees aún en cosas que no corresponden a la realidad que anhelas. A eso se refiere apaciguar la mente, a superar paulatinamente el conflicto entre los pensamientos que te atormentan y la necesidad auténtica de ser libre de ellos y avanzar hacia verdades más creadoras, más formativas. Terminemos con un ejemplo, a Marcela le parece que si no maquina constantemente su futuro, toma medidas y ejecuta acciones, nada ocurrirá. Vive disparada, debo decir, no solo en el sentido de ir acelerada, viviendo en el futuro, sino explotada en su interior, reventada por la ansiedad que a veces no puede notar de querer resolverlo todo. Ella tiene el anhelo fantástico de que un día ese ritmo le traerá la satisfacción que anhela para el resto de sus días.  Creo que Marcela tiene un desfase, vive en una realidad paralela, la creada por sus pensamientos. En ese mundo las cosas se resuelven siempre pensando, solo pensando, no hay más que ello. Es por eso que cuando la realidad la llama, la reta, ella se desgarra, exagera, incluso desfallece ante la fuerza disruptiva de la naturaleza incomprensible de la vida. Se quiebra. Tranquilos, Marcela ya se está dando cuenta de lo triste de ese mundo solitario. Aquí en el Cielo la acompañamos cuando abre sus instintos y se asoma al mundo de la realidad suprema, palpitante, creadora. Claro que se asusta cuando nota lo poco que tiene el control, pero ha fracasado tanto intentando regular la realidad que ya astuta comienza a decidir que no debe esforzarse más. Amigos, apaciguar la mente es una necesidad de inocentes. Acéptate inocente, desconocedor del resto de tus inteligencias, apenas bebé en el desarrollo de tus múltiples posibilidades de pensamiento superior. Eso es mucho más poderoso que intentar calmarse de cuenta de paliativos a los que ya has inventado su trampa respectiva. Apaciguar la mente es también decidir que quieres mucho más que pensamientos repetidos, es caminar de la inocencia a la ambición trascendente, a la dulce sospecha de estarte perdiendo de algo grandioso que estando a tu alcance aún no logras sostener”.