PARAR DE LLOVER

Creado el: 2021-11-25 09:03 am

Historias

“¿Conoces las hazañas de muchos para detener la lluvia?, hasta puede que tengas una en la que confías. Quiero que prestes atención a una en especial, aquella donde la gente cree que por no decir que va a llover entonces no llueve. 

 

En el cielo se alza una nube negra, grande y fuerte, hay truenos y relámpagos, y aún así quienes necesitan que no llueva insisten en decir que no va a llover. Sé que están expresando su deseo, pero también están decidiendo que no va a llover, o asumiendo que me dicen a mí que no quieren lluvia ahora y yo la voy a detener.

 

El clima, como muchos fenómenos de la naturaleza, son parte de la vida; actúan como catalizadores del cambio, es decir como recordatorio de lo inesperado, de lo magnánimo, de las cosas que una criatura no puede controlar. Sé bien que ya han creado maneras de controlar el clima, pero para hacerlo lograron entenderlo, respetarlo y luego desarrollar estrategias para favorecerse, y esa es una historia diferente.

 

La inocencia que reside en pensar que controlas el clima con tu intención o tu devoción me hace pensar que así obras ante otras circunstancias no deseadas, en vez de pensar primero en adaptarte sueles sucumbir a la negación y a distraerte en artilugios que poco de eficientes tienen pero te dan la tranquilidad de haber hecho algo.

 

Vamos a decirlo de otro modo, no basta la intención amigo mío, ni con el clima ni con las cosas que son más grandes que tú. Debes saber, en el momento en que algo retador se presenta, que tienes mucho más que la negación para enfrentar las situaciones, que hay todo para saber que algunos eventos de la vida no vienen para ser retenidos sino precisamente para cambiarte a ti. 

 

Así que la próxima vez que tengas planes al aire libre y veas en el cielo un gran nubarrón recordarás que ese fenómeno complejo que es el movimiento de la atmósfera está acompañando el deseo de la vida de generar cambios, renovaciones, alteridades. Que cuando veas la lluvia veas el cambio que a veces viene inesperado y te abras a él, así como tu paraguas”.

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Olga Castaño

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Comentarios (10)

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Consuelo
Así es. La incomprensión y el orgullo nos hacen ciegos para ver la realidad.

2021-11-25 10:43 am

Olga Castaño
Sí Consu, y las ganas de que no llueva 🥰

2021-11-25 02:18 pm

Giovanna Bolívar
Qué buen mensaje Olga, gracias 🙏

2021-11-25 02:21 pm

Olga Castaño
Es un placer 😊

2021-11-25 04:01 pm

Adriana C.
Muy sabio, como siempre. Mantenernos en las recetas conocidas por darles un adjetivo de "infalibles" para creer que resolvemos ciertas situaciones, nos hace rígidos ante la realidad cambiante y en últimas, sólo conduce hacia nuestro propio sufrimiento.

2021-11-25 05:47 pm

Olga Castaño
Sí Adri, es una manera ‘amable’ de sufrir

2021-11-26 07:13 am

Mary Portilla Medica
La ilusión del control un consuelo tan escaso.... adaptarse y crear algo nuevo... gracias como siempre como anillo al dedo

2021-12-02 03:09 pm

Olga Castaño
Con mucho gusto Mary, que dicha poderte acompañar.

2021-12-02 04:20 pm

Carol
Gracias... Nos ahorra momentos de estancamiento...💡🕯️

2021-12-03 01:21 pm

Olga Castaño
Que lindo Carol, es astuto pensarlo desde todo lo que puedes evitarte si fluyes con los cambios, Gracias 💛

2021-12-03 08:44 pm

Nuevo comentario
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"Hay muertes de variadas maneras. Hay muertes parciales, y está la muerte definitiva cuando te marchas de aquí. Hay muertes rosa, las que transforman algo sin deje de dolor, y hay algunas muertes que duelen profundamente por cuenta de la resistencia a aceptar algún cambio o abandono.El fin de año, de un trabajo; la partida de un hijo, una separación, son muertes también. Y las transformaciones radicales en un estilo de vida o en la identidad, cuando cambian algo profundo, son muertes contundentes, apresuradas.Para algunas personas, esas muertes han llegado a voluntad. Deciden cambiar de país, de familia, de género, y se rehacen. Para otras, una enfermedad o una pérdida son la muerte en persona, aunque sigan vivos y aquí.Me temo, amigos, que su relación con la muerte en general es distante y prejuiciosa. Quisiera que siguiéramos construyendo un vínculo con ella que reconozca lo benéfica que es, y que elogie sus alcances a nivel espiritual cuando ustedes se abren a los talentos supremos que ella posee.Tengo un amigo que se vio cerca de la muerte definitiva hace unos días. Ayer regresó a casa, y sé que puede sentir que renace lentamente. Su enfermedad aún lo acompaña, pero para su sorpresa, todo parece haber cobrado un nuevo orden.Trataremos aquí de recordarle a él, y a todos ustedes, que la muerte, o las muertes, son aliadas de la transformación. Buscan ellas traer consigo cambios profundos, abismales a veces, y lo más comprensible es que ustedes sientan resistencia, dificultades, molestias. Sin embargo, es bastante sano también que sientan agrado, liberación, cierta paz.El agrado ante la muerte, por ejemplo, viene del deber cumplido, del amor entregado, de la apertura a cambios indeseados, de la disposición ante la vida de entenderla y respetarla. La paz de la muerte es una indiscutible, puedes sentirla en la solemnidad de lo que cambia. Y hay mucha liberación, más allá del evento mismo, cuando una persona logra acoplarse a ese cambio y perder de paso algunos atavíos de los que estaba padeciendo.Es que tiene tal poder la muerte, que puede traer sus beneficios incluso alrededor. En el sepelio de mi amigo Pedro hace unos días, era fácil sentir cómo las personas más bien se dirigían a la inspiración que Pedro fue, que al dolor o al enojo por su accidente. Claro que lloraban, claro que les dolía, pero había construido Pedro una vida tan recta y libre que hasta su muerte fue así, sin tormento, sin merodeos, y liberadora para un espíritu que ya estaba preparado para volar.Cuando la gente evita hablar de la muerte, tratarla, prepararla, me lamento mucho. Se dicen que no a una parte esencial de la vida, se rehúsan al dolor, al miedo o a la molestia que ya deciden sentir, y se enmarañan en prejuicios y temores que rara vez son realidad cuando la verdadera muerte llega. En este momento mi amigo Felipe está viviendo una muerte de esas parciales. Fue diagnosticado con una enfermedad neurológica, que hasta ahora incipiente, ha sido precisa en amenazar su sensación de poder y control. No se imaginen por favor a un Felipe dominante o supremacista, hablamos de un amigo severamente dulce y apasionado que se repuso a la vida empuñando el dolor y parándose sobre el fracaso para llegar muy lejos.  La enfermedad de Felipe viene a marcar la muerte de ese dolor y ese fracaso de hace muchos años. Ella quiere obligar a Felipe a reformar su identidad hacia una libertad más auténtica, que no dependa de demostrar nada a nadie, que le recuerde constantemente que él mismo ya esta convencido de su grandeza. Quien sale de la muerte, o inicia una vida junto a ella, tiene pocas posibilidades en lo que a fallarse se refiere. A partir de lo que ha vivido, o sigue viviendo, alguien que enfrentó alguna muerte ya vio la vida pasar ante sus ojos, demostrarle su poder, e invitarle a seguir de un nuevo modo.¿Quién dijo que esa invitación es sencilla?, ¿quién dijo que los seres humanos son naturalmente valientes para dejar morir? El corazón humano no solo es apegado a la vida como la conoce, sino que tiene este impulso protector con el que a veces se equivoca. No protejas amigo una vida que necesita cambiar, asústate, es normal, pero avanza echando el susto al bolsillo de una manera ambiciosa. Te adaptarás. La adaptación es a mi gusto la virtud humana esencial. Lamentablemente, las comodidades que han desarrollado con el tiempo los han convencido equivocadamente que todo debe ser placentero. La muerte no tiene que ser placentera, ya que está hecha para lograr los cambios más radicales, pues moverá necesariamente a alguien sacándolo de alguna comodidad no tan provechosa.Entonces te fallas ante una muerte si te detienes a voluntad, si te empeñas en congelar el progreso del tiempo y el efecto del movimiento que ella causó. Te fallas si esperas sentirte cómodo muy pronto y para ello despliegas medidas contrarias al cambio profundo. Eso lo puedo ver con frecuencia, pierden algo y corren a suplirlo, a encontrar un sucedáneo por falso o perverso que este sea. Felipe, con la afectación de su fuerza, puede refugiarse en la autoridad que le da su posición actual y abusar. 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EL CADÁVER DE LA FLOR
Sentada frente a la mesita de la sala Elena se preparaba para estudiar. Hacía tiempo quería aprender a conjurar la magia discreta y al fin encontró un maestro, un hombre de cien años en el corazón que ha comenzado a escribirle cartas de instrucciones en las que sin reparo le enseña artilugios de la más fina procedencia. Lleva un tiempo leyéndolas, esperando pasos de acción que hasta ahora no se han presentado; su propósito de ponerse al nivel de la gente mágica que ha estado observando viene corriéndose como ella en el sillón cada vez que no logra descifrar el verdadero sentido de las frases. Ordenando poco antes supo que la esperaba una nueva carta en el correo, en cuanto pudo pausarse corrió al sillón para enfrentarla, tomó aire para comenzar y leyó: “Señorita Elena, viene practicando debidamente el arte de pensar distinto, por lo que desde ahora deseo presentarle un avance significativo a sus ojos pero simple al corazón, es hora de intervenir la realidad”. No acababa Elena de leer el primer párrafo cuando sintió asfixiarse por los latidos de su corazón, de inmediato comenzó a imaginarse milagros para dejar de cocinar, para aliviar el asma de papá, para librar de la pobreza a sus amigos más queridos. Como si supiera que eso pasaría su guía de cien continuó diciendo: “Cuando el corazón se encuentra preparado basta desear, desde la pureza de los deseos diáfanos la realidad se corresponde con el sentir y se mueven juntos al unísono. Esto significa que hay que comenzar por aprender a desear, desea entonces hoy la muerte de una flor”. Su asfixia se convirtió en apnea, en un lapso sin tiempo Elena notó que se trataba de un mundo desconocido, seguramente para comenzar nada que ver con sus ambiciones iniciales, pensó. Como el maestro sabe que muchos se quedan ahí, donde la frustración supera a la comprensión, la alentó a continuación explicándole que después de aprender a desear iba a darse cuenta de sus verdaderos anhelos e incluso iba a poder ayudar. Los pensamientos de Elena merecieron una buena taza caliente, se paró a la cocina y mientras caminaba simplemente apareció en su mente el recuerdo de como siendo niña solía conspirar en sus juegos de te. Junto a su hermana más pequeña se acostaba en el suelo del patio a pensar lo que sería la mañana siguiente en la escuela, y palabras más palabras menos sucedía, al parecer en ese entonces se cumplía su deseo del corazón. Parada frente a la hornilla, mientras su mirada perdida suponía como el agua ganaba calor, comprendió que ya tiene ese poder de desear del que habla el maestro. Claro que no sabría aplicarlo a sus ilusiones de adulta, ni siquiera sabría explicar lo que hacía de niña si alguien se lo preguntaba, pero saberse poseedora de un súper poder escondido bastó para cambiar los males respiratorios por suspiros de ilusión. De regreso a la mesa le faltaron las piernas para sentarse y los dedos para descargar la taza, todos ellos se quedaron apretados terminando de leer la carta en un instante, como si fuera ajena y tuvieran que aprovechar el minuto que su dueño la dejaba al descubierto. Con la última palabra vino un nuevo suspiro esta vez acompañado de un nudo en la garganta, entre dulce por el amor de la esperanza y salado por su grandeza profunda. “Ve a la calle, camina, persigue las flores silvestres y elige una para desear su muerte, visítala, grábala en tu mente hasta sentir que llegó su hora y ve a verla el día en que la muerte le corresponda. Todo para que entiendas que si deseas lo que es natural, verdadero, propio de la vida, sabrás aprender a desear lo que de verdad a ella pertenece. Diferenciarás fácilmente el anhelo infundado del progreso de las cosas, dejarás que tu papá cuide su aire como la planta busca el sol para la flor, aprenderás a estimular a tus amigos hacia el progreso conseguido por las propias manos y entrarás en armonía con enseñar el poder en vez de regalarlo. Todo eso porque tú eres luz para guiar no panela para alimentar, a quien corresponde la tarea de ser panela también le llega su explicación”.Elena solo pudo respirar, que digo, al fin pudo respirar. Quedó atónita, embalsamada, flotaba en el mundo de la fantasía con el deje que ella necesita para que funcione bien. Se distrajo limpiando para ir a dormir, sin ni siquiera pensar en lo que había leído, más bien dibujándolo, suspirándolo. Esa noche como pocas durmió plácida, embelesada.Al día siguiente, como de costumbre tras levantarse, Elena asomó la cara entre las cortinas para apreciar el día, mientras miraba al horizonte algo resplandeció con amarillos vivos bajo sus ojos, era el cadáver de una flor de salvia en el regazo de la ventana mostrándole lo fácil que es hacer las tareas cuando se corresponden con la magia más sincera.  
LA VOLUNTAD DE LA MALETA
En un pueblo muy lejano estaba María, devota a su cordura, decidida a viajar en busca de su destino. Ese pequeño hogar del que venía no la colmaba más. Los problemas eran los mismos y la gente también. Estaba convencida de que allí no había nada para ella. A la mañana siguiente estaría rumbo a lo desconocido, segura de que tendría las respuestas que estaba buscando.Para despertar programó su reloj, pensó en las 6 pero decidió madrugar, entonces dijo 5:30. Cuando sonó el despertador postergó levantarse para creer que su criterio importaba y prolongó la cobija hacia sus cienes como demorando el abrazo de la despedida. Para las 6 María aún yacía entredormida, con un leve dolor en el pecho, temiendo dar ese paso que antes parecía tan prometedor.Su madre preparó desayuno calientito. La maleta aún incompleta le mostraba a María que quizá no estaba lista para esa decisión. Se sentó y preguntó: “¿A dónde iré si amo este lugar?”. La maleta contestó: “A cualquier parte, así lo decidiste”. Entonces el dolor progresó al abdomen, era miedo sin duda alguna para el abdomen, era indigestión para la cabeza de María.Hay decisiones que toma la barriga, sabia consejera en momentos de dudas, que dice con insinuaciones a dónde quiere ir o cuándo prefiere esperar.María, suspicaz, dejó que el desayuno decidiera. Al contrario de empeorar su dolor fue justamente el olor, a desayuno y a mamá, lo que le hizo entender que aún no era el día de viajar por las respuestas, de hecho acababa de recibir una que le daría la tranquilidad de entender que no todos los pensamientos están de acuerdo con el vientre, incubador de magras verdades.Allí radica la diferencia entre parecer y voluntad. Le parecía a María que ya era hora de partir, ahora esperará a que la voluntad construya una decisión más basada en la sensatez que en la desesperación por una respuesta.
MENSAJES SIN PALABRAS: UN DIBUJO PARA MARY
“Te resguardas, te ocultas, llegas incluso a molestarte con la luz. Esta historia va a ayudarte a saber que no siempre es algo intencional y que si te abres a la luz por mucho que ciegue es allí donde mejor crecerán las flores. Mi amiga Mary pidió una ilustración que le ayudara a aprender a aterrizar su propia sabiduría. Ella viene recibiendo luz, inspiración, cuotas preciosas, pero siente que esas manifestaciones se le escapan, que no logra darles forma o atenderlas a tiempo. Su respuesta es la ilustración que acompaña este dictado, que ella amablemente permitió compartir. Te propongo el ejercicio de interpretar el dibujo de Mary, velo haciendo mientras lees, pues al final esta la respuesta. En esta ocasión amigo quiero invitarte especialmente a sentir el dibujo, mucho más allá de los aspectos técnicos deseo que lo aprovechemos para aprender a comunicarnos de una manera distinta, que aprendamos a encontrarnos en distintos espacios y a través de diferentes partes de tu inteligencia. Por eso es que mejor juguemos con la imagen, que cuando veas una luego de este ejercicio tengas elementos para captar su mensaje íntimo sin necesidad de entrar en conflicto con algunas ideas generales que aparecerán. ¿Qué sientes con la ilustración?. Enfócate por favor en tus sensaciones más íntimas, querrás leer a Mary o adivinar ciertos rasgos de su personalidad, sin embargo intenta centrarte en el propósito mismo, el mensaje de ahora sin sesgos o patrones.Puede que haya algún detalle particular del dibujo que llama tu atención, no te respondas de inmediato, siente ese detalle y permite que hasta una frase venga espontánea. Ejemplo: Juanita se encuentra absorta en la sombrilla, le produce fascinación, y me dice que la sombrilla es clara y hermosa. No necesariamente tendrá sentido el comentario de Juanita para ti, pero lo tiene para ella y eso es todo lo que quiero que aprendas a lograr cuando sientas nuestros mensajes sin palabras, que sigas tus propias pistas para permitir despacio que se vayan mostrando los elementos centrales en una correlación impensada entre lo íntimo y en este caso la ilustración. Lo contrario de eso es correr a dar explicaciones a lo que llame tu atención, cuando te veas en esa situación mejor quita la mirada y refréscala en otro tema. Educa a tu intuición forzando de cierto modo el silencio de tus ideas. Ocurre que puedes decirte no cuando te pongas parlanchín sobre una apreciación y volver así a la espontaneidad de los chispazos maravillosos. Podríamos decir que la intuición sorprende fácil, y esa es la inteligencia que quiero que pongas en acción. Sorprenderte de lo que encuentras es una prueba válida de que habla la intuición, hasta te preguntarás por qué no se te había ocurrido antes, en el camino de lo nuevo la intuición es una guía fabulosa. A Rita le ocurre que cuando ve la ilustración toma la postura de Mary en el dibujo y replica su gesto, ella no lo planeó, más bien fue su manera de reaccionar ante la sintonía que sintió. Ahora, por algo lo hizo, Rita expresa mucho con su cuerpo, y su cuerpo le cuenta bastante sobre lo que ella debe procesar. Es como si acomodándose así supiera lo que ocurre y la respuesta de cómo solucionarlo, cómo actuar en consecuencia. ¿Lo ves?, no hay que pensar, que afán cuando esa información del dibujo no está en tu mente, la vas a buscar en el momento. Ahora, no desconozcamos a la curiosidad, en ella hay riqueza, aprovéchala abriendo más los ojos en actitud de captar, evita jugar al detective siguiendo pistas coherentes o dando rienda suelta a la lógica, no se trata de en un ejercicio de análisis, este es más un acto creativo. Y hablando de curiosidad les contaré mi versión, lo que quise que Mary sintiera. La invito a ella a compartir sus impresiones iniciales para que juntos le mostremos a los amigos lectores que se trata mucho del momento, de lo que temes, de lo que tienes en la cabeza. Quiero decirle a Mary que cuenta conmigo, yo, en la estrella, estoy para ella siempre, nunca la he dejado. Tampoco dejo de enviarle ayuda y mensajes, solo que una vez hace tiempo me puso una barrera, confundió sus experiencias conmigo y me cubrió. Por fortuna esa barrera viene deteriorándose, así que le dije: ayúdame a dejar la sombra. Espero de hecho que la dejemos juntos, la siento tímida, esperando certezas. Yo le tengo mucha paciencia y espero que sienta en el dibujo que esta etapa la hace lucir hermosa. No tengo prisa de enviarle toneladas de información o que todo sea destello, me interesa más que nada darle la opción de que se embellezca saliendo de la sombra, que se fortalezca en el proceso.Cuéntame por favor, ¿puedes sentir mi mensaje en el dibujo?, ¿crees que se cumplió el cometido?, ¿qué elementos centrales encuentras que no he mencionado aún?. ¡Ayúdame por favor a convencer a Mary de mi amor!”.