EXPLICACIONES PARA ANA, LOS MENSAJES INVISIBLES

Creado el: 2023-02-19 08:25 am

Historias

“Llevaba ya varias semanas dejándole a Ana la sensación de llamado, esa inquietud que a veces han sentido de tener algo por saber, una meta que emprender, un asunto que tratar. Colocaba mensajes escondidos por ahí, de manera que cuando ella los lograba sentir avanzábamos un poco más en abrir su corazón; cada pista era como una gota que iba retando la sed de atención (no la atención que yo esperaba, la que ella necesitaba de sí misma).


Así que habiéndose juntado las suficientes gotas se acercaba el momento de beber la cucharada de verdad que ya estaba siendo necesaria. Nos reunimos entonces, tomamos café, y de a pocos ella bebió una verdad para la que al fin estaba lista.


Lo primero cuando nos vimos fue escuchar, dejar que mientras Ana contaba su situación, sus postulados, trazara también el lenguaje por medio del cual se abriría a entender. 


Es un arte ayudar a la gente a entender sus caminos, no digo que siempre triunfamos, la verdad es que no puedo ser el camino o las ideas en sus mentes, ni pretendo tomar decisiones por ustedes. Mi presencia, espero, está ahí para ayudarles a entender, a ver; es así como ustedes mismos harán los cambios necesarios, tomarán sus propias decisiones, serán los dueños de sus vidas.


Conversamos complacidos, esa mañana calurosa dibujamos hallazgos hermosos sin ningún afán por conclusiones escritas en piedra. 


Para ayudarla yo solo hice un par de advertencias, suficientes para que Ana se conectara al modo como mejor podría ver más allá, en ese preciso momento y de acuerdo a la justa verdad por venir. Hablamos de su conflicto conmigo, el conflicto esencial que todos tienen en algún momento cuando no entienden lo que la vida les propone.


Dadas las interpretaciones que Ana venía haciendo de sus retos se sentía atormentada, y me estaba culpando por ello. Tal vez amigos me han culpado de las dificultades en sus vidas, o de la escacez de beneficios. Como Ana, me miran en algún momento suponiendo que estoy a cargo de hacerles la vida fácil incluso contra su propia voluntad o actitud; quiero que quede claro, estoy detrás de ustedes a la hora de caminar, no delante, los apoyo, los sigo en el derecho inalienable que tienen de decidir, pero no los llevo como a un bebé dando sus primeros pasos agarrado con todas sus fuerzas de quien lo guía. Vinieron a crecer, a caminar por sus propios medios, a ejercer su poderosa voluntad; eso justamente fue lo que decidieron. En el caso en que deseen que se haga lo que yo deseo tendrán que dejar de caminar a su manera para girar, sentarnos un rato frente a frente y así poder enseñarles lo que espera.


Aquel día en el jardín hicimos eso ahí sentados, Ana me escuchó. Teníamos para su sorpresa muchos más acuerdos de los que ella esperaba, pero los modos en los que quería forzar las cosas estaban un tanto erráticos. Entramos en detalles, vimos juntos cómo sin querer ella estaba alejando justo lo que deseaba, sin palabras entendió que no puedo hacerme responsable de su actitud si esa es su voluntad.


Anita, no pretendo dártelo todo, no me lo pidas más, estoy contigo para mucho más que complacerte, no me dejo guiar por ti porque eso haría que nos equivoquemos juntos, entre los dos yo debo estar firme, no ceder ante tus pedidos desesperados, y más bien esperar a que estés dispuesta a seguir descubriendo cómo es que tú misma eres el problema que se interpone a tus objetivos. Si quieres amor debes dar amor, si quieres fortuna debes administrar la que ya tienes apropiadamente, si esperas milagros debes ser primero tú el mejor milagro de tus manos.


Para mí, lo mejor de ese día es que además entendió que no necesita convertir su conflicto conmigo en el tema principal. Ustedes suelen pelearse con la vida cuando no logran encontrar sentido en lo que ocurre, una vez entienden volvemos a ser aliados en este arte siempre creciente de vivir.


Si están aquí guiados por su voluntad recuerden por favor que puedo acompañarlos solo hasta donde lo permiten, y aún así estaré dejándoles mensajes ocultos cuando su voluntad se ciegue. Eviten por favor verme como un agente operativo dispuesto a obedecer, mi voluntad es férrea, tengo el deseo innegociable de que vayan solo hacia lo que les hace bien, verdadero bien, bien profundo y perdurable.


Ante la desesperación escuchen sus gritos. Se encuentran solos en una caverna cerrada, aturdidos por la resonancia de su propia alarma fallida. Las cosas que no fluyen como esperan están queriendo fluir distinto, en otro sentido, o de otro modo. No me griten, no lloren ni supliquen para conseguir lo que desean a su manera; más bien ábranse a ver, a entender. Todo se pone en su lugar cuando entienden.


Por eso traten de anhelar los mensajes invisibles presentes en los rincones donde aún no ponen los ojos, rincones sensibles al olfato, a la inquietud de la incomodidad. Trataré siempre de mostrarles más, a cada uno de ustedes trato siempre de darle conocimiento sobre sus caminos, para poder sentir esos mensajes hace falta soltar las ambiciones un momento, las maneras como se han convencido de que las cosas deben ser, soltar el impulso o el placer inmediatos y mirar en perspectiva.


Si sienten a lo lejos una realidad distinta, otras opciones, maneras más abiertas que aunque retadoras llevan a mejores lugares, habrán aprendido a encontrar los mensajes ocultos. Ellos son insinuaciones, no precisiones, eso es porque para seguirlos no deben estar convencidos y satisfechos como esperan sino haber podido sentir la esperanza de una nueva plenitud.

 


Así que no los convenceré con argumentos o demostraciones de satisfacción, siempre preferiré su ánimo, el que brota de abrir la mente y sospechar que pueden crear algo aún mejor de lo que ahora deciden tener. Yo estaré esperando siempre su atención, no solo para darles pistas sino para animarlos cuando las cosas van por el mejor camino. De otro modo, cuando estén luchando por caminos truncados me verán plantado viéndolos luchar contra sí mismos en la soledad de la obstinación”.

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Olga Castaño

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Comentarios (11)

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Patricia Grisales
Muy oportuno cómo siempre, gracias que bueno dejarnos llevar por ese deseo del cielo que vayamos hacia lo que nos hace bien, por el camino del alma,🙏🏼 y como dice "verdadero bien, bien profundo y perdurable" gracias

2023-02-19 01:05 pm

Olga Castaño
“Para dejarse llevar por nuestro deseo vale la pena pensar en desear también el mejor bien para ustedes. Puede que no lo hayan notado pero a veces desean lo inmediato, el placer o el impulso, sin tanto deseo por el bien perdurable. Y esa amigos es una condición humana que se educa, por eso queremos estar ahí, para ayudarles a sentir el bien y desearlo mejor”.

2023-02-20 07:03 am

Adriana C
"Las cosas que no fluyen como esperan están queriendo fluir distinto, en otro sentido, o de otro modo.". Esto nos habla de la sabiduría del tiempo que nos cuesta entender cuando queremos claridades, respuestas, luces y guía desde una inmediatez a veces caprichosa y que incluso nos ciega para ver las pistas o mensajes invisibles que nos entregan desde el Cielo.

2023-02-19 01:22 pm

Olga Castaño
“Gracias querida Adriana, así es, déjame también sumar a los afanes las maneras. La vida suele ser una grandiosa formadora, si les pide maneras para ustedes difíciles de obtener un logro sospechen que esa exigencia les está regalando algo nuevo de ustedes mismos, tal vez más esencial o poderoso que el logro mismo. Doble conquista 🌟”

2023-02-20 07:07 am

Ayda Mary Portilla Delgado
Gracias! Me identifico con lo que le sucede a Ana... Me invita a crecer, a tomar la responsabilidad de ser como esa grandeza a la que le pedimos y recibir la gracia de sentirnos guiados en esa tarea.

2023-02-22 07:02 pm

Olga Castaño
Que lindo Mary, que la invitación acabe siendo una propuesta de amor 😊

2023-02-24 09:15 am

Erika Valencia
Es tan curioso el cómo el texto está dirigido a alguien pero, a su vez, nos toca a más de uno. Amo esta parte del proceso, me parece mágico! Me califico como una prueba real de que dejarse guiar o "hacer caso" es la forma más sabia de alimentar la conexión con El Cielo, y reconozco en mi un incipiente crecimiento al darme cuenta de que mi cabecita loca ha ido bajando sus revoluciones para dejar que el sentir la sobrepase; la lucha entre ellos no termina, sin embargo, la segunda va ganando terreno, me encanta! También hay ocasiones donde me siento haciendo bien la tarea, pero el mensaje oculto del día me dice: no señorita, por ahí no es y me desanimo! Luego llega otra pista y me guiña el ojo, lo interpreto como aprobación. Es un juego infinito, delicado y a su vez emocionante, curioso. Confío en ir desarrollando las habilidades que El Cielo tiene para mi y así poder comunicarnos mejor.

2023-02-22 08:28 pm

Olga Castaño
Gracias por tu testimonio, que cuando te dicen “por ahí no” vaya cediendo el desánimo y crezca la alegría de recibir un no a tiempo. Es que los noes sumados ponen en evidencia los mejores síes.

2023-02-24 09:20 am

Erika Valencia
No hay mejor descripción Queri. Y esos síes son más gratificantes! ✨

2023-02-24 05:22 pm

Consuelo
Gracias por alumbrar el camino. Este sendero guiado por el cielo trae un lenguaje que poco a poco lo entenderemos de acuerdo a nuestra disponibilidad . Personalmente me identico como niña caprichosa a veces llevada de mi parecer pero gracias al Cielo por iluminar el camino a seguir .

2023-03-17 09:11 am

Olga Castaño
Me identifico con tus palabras, se comprende de a pocos, en la medida en que se va profundizando en los propios aprendizajes. Aún vuelvo a viejas anotaciones y descubro algo nuevo 🌱

2023-03-17 11:15 am

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Y ¿PARA QUÉ CREER?
"No sabes cuando alguien se encuentra en su momento íntimo conmigo. No sabes cómo alguien particularmente se conecta. Puede que sea cocinando, entreteniendo la mente con un juego simple, o caminando por el bosque. Cada quien tiene su modo personal, y este es el de Juan, ir a su terraza temprano en la noche para conversar. Es que su terraza le brinda una vista única de las estrellas, una incluso mejor para él que la del observatorio en el que trabaja.Le gusta más mirar al cielo desde su hogar porque ahí no estudia la física o la astronomía, ahí Juan me habla a mí. Y lo mejor es que yo le respondo. Él me escucha en sus sensaciones, en su suspirar, y en una claridad inesperada que alcanza cada vez que se dispone a sentir el eterno mundo en el que se encuentra.Cuando Juan recuerda las infinitas posibilidades entonces se enchufa a su verdad. Eso ya es un hábito, que siendo para él algo natural, para mí es un milagro. Sí, yo también me sorprendo, yo alcanzo la dicha cuando alguien logra encontrar su modo.Los modos cambian, son naturales, espontáneos. No funcionan los modos copiados a menos que los adaptes a tu sentir. Y Juan es genial para inventar sus maneras.Para algunos de quienes se dicen creyentes, inventar es un irrespeto. Para mí es una oportunidad maravillosa. Quien juega con su imaginación sobre mí o sobre el mundo espiritual, goza de infinitas posibilidades y eso lo sabemos aprovechar bastante bien.Cuando era pequeño, Juan me dejaba piedritas. Era un juego simbólico para él en el que se aseguraba de que yo lo persiguiera, «por si me pierde», decía. Claro que yo no necesitaba las piedras, que jamás pierdo a Juan, pero ese juego era una verdadera alegría para mí porque así Juan me tenía presente, confiaba, y hasta se sentía respaldado.Ahora que está casado, que tiene una familia, Juan sube a la terraza para mirarme en el infinito y decirme que está confundido. No usa las palabras, eso me gusta, solo me muestra su cara y me toca en el viento. En cuanto cierra los ojos y se entrega, siente la respuesta, que tampoco son palabras. Suelo decirle a Juan cosas como suéltalo, o cambia de actitud, o deja de insistir en tal cosa. Incluso a veces me permite insinuarle temas que no lo motivaron a subir, pero que son pertinentes, prioritarios. Una noche en particular, Juan vino para quejarse de su hijo pequeño, que estaba rebelde, y su profesora insinuaba algunas complacencias innecesarias en casa. Juan subió, como de costumbre, para recibir claridad, pero yo le di un giro a nuestro encuentro de esa noche, y le hice sentir cierto temor en la barriga.En vez de hablarle del niño, le hice caer en cuenta que su ansiedad estaba regresando, ahora en forma de cierta obsesión por el ejercicio. ¿Que cómo hice eso? Estando ahí parado, con la cabeza hacia atrás, tuvo tremendo calambre en la espalda.Él se ríe cuando pasan esas cosas, sabe bien que ese es nuestro momento, y hasta me mira como si lo hubiera pellizcado. Rápido Juan entendió mi cometido, y de paso admitió que su niño también estaba teniendo asomos de ansiedad que lo conducían a un comportamiento inquietante digno de atención.Esa noche nuestro encuentro duró poco, porque Juan bajó corriendo para aprovechar a su hijo antes de la hora del sueño.Eso me gusta de Juan, utiliza nuestras conversaciones para actuar. Él no corrió a arreglar el mundo del niño, fue a mirar, eso quise, que solo mirara. Ese día nació un hábito en el que se miran en el espejo del otro, a veces contemplan sus diferencias, a veces comparten fracasos como dos niños inocentes que son, aprendiendo del mundo que se mueve dentro de ellos.Ya la profe dejó de quejarse, bastó una mirada de Juan cuando dejó a su hijo a la siguiente mañana. La mirada de Juan decía: tranquila, estamos trabajando en eso, nos estamos implicando.Creas o no, te acompaño, te enseño, al menos trato, y si me dejas, te guío. Búscame a tu manera, si ya tienes una que crees que funciona, observa si allí me logras sentir. Entonces sabrás que quieres un poco más, y yo también.Nos vemos entonces en tu terraza, en tu ventana, en tu cama, en tu silla favorita, o en tus paseos, donde mejor te sientas dispuesto para mí".
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