A CABALIDAD, POR FAVOR

Creado el: 2025-03-10 08:38 am

Lecciones

"Me gustan las cosas a cabalidad. Espero que cuando resuelves un problema, lo hagas a cabalidad. O si trabajas en un sueño, llegues al máximo de ese sueño, a cabalidad.


Estamos en una época en que empezar cosas es fácil, pero pocos la llevan al término de lo mejor que pueden conseguir. Puede que sea el afán, el impulso, la alegría de obtener algo inicial, o el descuido. Y es sobre este último al que les quiero invitar a reflexionar.


Pensemos hoy que el descuido es lo contrario de la cabalidad, de ir a la excelencia, a lo completo, a lo mejor. Quiero invitarte a esto porque te quejas mucho de las cosas que no te sorprenden, de lo poco bueno que te sucede, y para ayudarte necesito que entiendas que para que sucedan cosas extraordinarias hay que trabajar a cabalidad.


Esperas, equivocadamente, que una iniciativa, o un deseo muy sentido, conduzca a un resultado extraordinario. Eso no funciona así, creo que has tenido que vivir ya mucho que promete ser grandioso pero solo se asoma y no se concreta. Te alcanza la fuerza para el impulso o el inicio, y no para el esfuerzo sostenido que requiere trabajar por tus sueños hasta el final.


Una tarde, hace poco, encontré a mi amigo Miguel pensando en lo mucho que le gusta la poesía. Él no se anima a escribir porque le parece que la poseía está fuera de este tiempo, de su círculo social, y hasta de lo que se considera interesante o agradable.


Lo que no les he contado es que Miguel ya tiene el hábito de escribir durante el ocaso, es casi un ritual, y a veces suceden cosas extraordinarias sobre esas piezas de papel. A mi tristeza, cada vez que termina de escribir, Miguel se levanta de su escritorio desdeñando lo ocurrido y recordándose lo poco apreciado de su talento, lo íntimo pero a la vez inocuo que es.


En el periódico donde trabaja no saben que él escribe poesía. Su esposa recibió la última pieza poco antes de vivir juntos, y a su hija jamás le ha mencionado que decir las cosas de manera sentida es un gran recurso para vivir. 


Acabo de proponerle a Miguel que editemos una pequeña muestra, y Miguel se enojó. No quiere enfrentar la frustración, las opiniones ajenas, el desdén por ese arte, ni tampoco quiere exponer sus sentimientos. «Es una muestra de fragilidad», suele decir, y no entiende que abrirse es algo que deseo tanto para él como para el pequeño mundo que lo rodea.


Seguramente Miguel no ha considerado que exponer su poesía va a ayudarle con la timidez que lo limita para presentar nuevos proyectos. No sospecha que tratando de expresarse es como mejor ofrecerá al mundo sus talentos más sinceros. Tampoco cree mi amigo que a la familia le causará un estruendoso golpe de amor ver a ese hombre revelarse en su sensibilidad y sofisticación.


No sabes muy bien a qué vas con un proyecto. Llevarlo a cabalidad no es estrujarlo hacia donde tiene que ir según tus estándares o propósitos iniciales. A veces los proyectos cobran vida, y propósito. Si aprendes a sentir el llamado de ese proyecto, puede que te veas cambiando de rumbo, pero es ajustándote como mejor llegarás a aprovechar a cabalidad eso escondido que hay para ti, eso que te sorprenderá o te hará sentir maravillado con tu propia vida.


Te dices que quieres vender cosas, para aumentar los ingresos y diversificarlos. Yo creo que mucho de lo que deseas en verdad es explorar tu potencial en otras esferas, mostrarte al mundo de una manera más particular, y si las ventas no funcionan te retraes como si lo verdaderamente importante fueran las ventas y hubieras fracasado. La verdad amigo es que hay mucho de lo que inicias que no tiene solamente el propósito que te resulta obvio, hay propósitos escondidos en tus deseos más evidentes, la cabalidad es entonces la capacidad de seguir un impulso o un deseo y permitirle que te conduzca a un destino inesperado, a un destino vecino que otra vez transforma el propósito, y así.


No te engañes, o te detengas, diciéndote que ningún proyecto funciona si los objetivos no son totalmente claros y hasta rígidos. Yo he visto a mucha gente triunfar a través de ensayos y errores, de eso se trata en gran medida lo que conduce a lo extraordinario, que aprendes a seguir pequeñas pistas, pedazos de fracaso y pedazos de verdad, para terminar entendiendo en dónde ocurre la magia y pudiendo revelar tu interior y sucumbir al llamado de tu grandeza.


Detienes tu grandeza cuando escribes en un papelito un deseo y ese deseo tiene que ser así como te la imaginas. Cómo decirte cariñosamente que tu imaginación es claramente escasa, poco creativa. La vida tiene ingeniosas maneras de conducirte a destinos inesperados que revelarán de ti lo que no puedes descubrir sentado en tu escritorio.


Puede que Miguel no triunfe en su publicación, si entiende triunfar como causar un éxito literario, pero esa publicación conducirá a Miguel al éxito de ser más abierto, a un arrojo mayor a la hora de escribir sobre otros menesteres, y a la apertura de su carácter que tanto bien le hace a todos los que lo rodean.


Puede que esa publicación salve a Miguel de la separación que se está cocinando, su mujer ya no da más con la parsimonia e inexpresividad de su compañero. A su hija esa publicación puede enseñarle que los hombres también sienten, y le dará una idea fuerte para llegar a la escuela y entender a quienes se burlan de una niña llorando o de un niño queriendo dulzura. Al jefe, a quien nada incomoda más que las sugerencias, saber eso de Miguel le permitirá escuchar la pista silenciosa de que hay un potencial por explorar en ese periodista disipado y juicioso.


No dejes amigo que los estándares sociales te digan a dónde no ir, mejor escucha ese llamado que susurra, y por favor escúchalo con la libertad de no saber a dónde te lleva. Esos sueños meticulosamente trazados limitan a la vida de causar vida dentro de ti, asfixian la creatividad de las situaciones, y te dejan encuadrado en lo que te resulta cómodo o imaginable.


Incomodarte, siempre te pediré incomodarte. Incomódate para tu propio bien. Si esa es la invitación, por favor sospecha que algo bueno ha de resultar. La incomodidad es la facultad de los valientes, que se mueven de su silla preferida para ir a una que les talla pero les muestra una nueva perspectiva de sí mismos y del mundo.


Esos ojos acomodados a un solo lente no traerán algo que te sorprenda, o algo extraordinario. Hay que cambiar el lente, y volverlo a cambiar. Eso que ayer fue esquivo, que hoy sea el reto de convertirse en una virtud cómoda y severa. Que las normas que te rigieron un día sean más bien el recuerdo que dice que te sabes transformar, y entonces te inspiren a más cambios, más aventuras, más iniciativas propicias para la ejecución de una iniciativa desde su principio intencionado a su fin inesperado, a su cabalidad.


Que ir a cabalidad a tus proyectos sea ir hasta el final absoluto de lo que esa experiencia te puede ofrecer. Ya verás que el miedo o la timidez no hacen mucho caso a los eventos que se enriquecen de lo que la vida va proponiendo en el camino. Si en cambio vas solamente con tus ideas, ahí si puedes verte detenido, atemorizado, dubitativo. La intención, enriquecida sana y profundamente por lo inesperado, conduce a la excelencia. La voluntad solitaria y rígida alienta un mundo austero, de resonancia, donde lo nuevo no cabe, y la alegría no puede brillar. 


Te invito amigo mío a esperar más de lo inesperado. Que al contrario de verte ofuscado por lo que no planeaste, seas astuto y sospeches que ese factor aparece deliberadamente para moverte hacia algo en lo que vas a encontrar más de ti. Así, la ilusión se abrirá paso sobre la incomodidad. ¿Qué prefieres, que te rija la ilusión, o la incomodidad?".

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Olga Castaño

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Comentarios (5)

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Adriana C
Wow!!!! Extraordinario Dictado. Sentí que me habló en cada línea de principio a fin. Cada vez más descubriendo la magia de la vida incluso donde pensamos que no la hay. Del principio intencionado al fin inesperado hay transformación y me encanta estar aprendiendo sobre eso.

2025-03-16 10:26 am

Olga Castaño
Qué gusto que lo disfrutes querida Adri 😊

2025-03-20 09:22 am

Ana Salinas
Tal vez podamos usar la palabra autosaboteo. El miedo al fracaso ante los demás puede paralizar pero lo que si es cierto es que cuando el impulso viene del corazón se abren las puertas para culminar. Gracias al cielo tenemos toda la ayuda y la fortaleza.

2025-03-19 07:23 pm

Olga Castaño
Normalmente no nos gustan los desenlaces inesperados. Queremos que las cosas tomen un curso sencillo y satisfactorio. Se sabotea quien decide no terminar algo porque no encontró satisfacción.

2025-03-20 09:23 am

Ana Salinas
Si… la satisfacción es importante . Gracias

2025-03-21 04:57 pm

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EL AROMA DEL ESPÍRITU
“Permíteme contarle algo a tu nariz, produces un aroma sutil, todos lo producen, uno que cuenta de qué está hecho tu espíritu. Si tienes una barita mágica en tu cuerpo, esa es tu sistema olfativo, un sistema capaz de captar la magia sutil y traducirla en sensaciones profundas. No hablamos justamente de aromas químicos, quiero que sepas que tu olfato, en el sentido más amplio de su poder, puede percibir la magia profunda y convertirla en sensaciones útiles para despertar acontecimientos prometedores. Pasa que te encuentras con alguien en el pasillo de un centro comercial, paran para saludarse y hablan solo del clima, pero una vez avanzas percibes una sensación satisfactoria ligada más a lo que percibiste que a la persona misma; en ese instante la persona no es lo importante, se trata de algo que habita en ella y te interesa. Puede querido amigo que estés captando en ese momento el aroma de su espíritu. Cuidado que no estoy diciendo que ya puedes percibir los espíritus ajenos siempre, no. Es que hay propósito en que percibas algo particular en un momento determinado, no percibes nunca cosas inoficiosas, si estás sensible a la magia espiritual de alguien entonces es que la vida quiere despertar para ti algún cambio favorable, preciso y oportuno, quizá inspirarte justo ahora, o brindar algún tipo de aliento necesario. Cuando tengas esa percepción, de alguien que te deja una sensación especial, suspira. Estás en la posibilidad de respirar una virtud, aprovecha. Lo mejor de todo esto es que no será algo explícito o consciente siempre. A veces solo experimentarás una alegría momentánea, o un aire de bienestar. Es que los espíritus se acompañan, tu espíritu acompaña a otros con similitudes o elementos para compartir, y eso ocurre no siempre entre gente que conoces; puedes experimentar el aroma momentáneo de un espíritu durante un corto viaje en autobús, o en la fila del banco. Así que mejor no trates de ser intencional a la hora de compartir tu espíritu. Primero, no es posible completamente ser consciente de tu espíritu. Ya que se trata de una fuerza oculta a la influencia de tus apreciaciones mentales, no esperes gobernar lo que él entrega o recibe. Sé que tienes buenas intenciones cuando quieres a voluntad entregar algo profundo, pero descuida, la fuerza espiritual no obedece a la intención racional, obedece más bien al llamado de la vida, y lo que ha de entregarse para bien simplemente va a ocurrir. Al contrario, te invito a que seas receptivo cuando inesperadamente captas el aroma de algo sutil. La mayoría de ustedes se incomoda o se fascina cuando percibe un misterio. Mejor déjense llevar a la intención profunda del evento, cuidado con eso de suponer que alguien con quien se sienten conectados profundamente es algo así como un alma gemela. Se trata de un instante, algo simple que espera propiciar un evento mágico dentro de ti, no tanto entre los dos espíritus que se encuentran. Por eso es que esos hallazgos son personales, de hecho, el otro individuo rara vez se percata, o solamente nota tu sorpresa. Percibir es un asunto exclusivo entre la magia y tus sentidos, por eso quiero que aprendas a vivir tu olfato con ambición trascendental, para perseguir talentos espirituales ajenos en los que puedas inspirarte.  Captar el aroma del espíritu debe animarte, cuando ocurra, a confluir en un instante mágico, a recibir, a tomar aire y disfrutar los matices, y sobre todo a pensar en ti. Con frecuencia los veo buscando algo útil que hacer con un evento extraordinario, piensan en arte o en ayudar a alguien más, y yo solo les pido que primero piensen en sus propias necesidades, porque para ello está concebida esta magia, para alimentar sus progresos más profundos. Dar debe más bien ocurrir desde la riqueza que ya has consolidado en ti. Imagina que al fin consigues ese ingreso soñado, y antes de organizarte y consolidar tus financias te dedicas a compartir con otros la dicha de sentirte satisfecho. Estarías entonces disfrutando primero la satisfacción antes que logrando que se fortalezca y perdure.  Eso es lo que espero que haga el alimento espiritual, que de sus frutos, y que siembre para obtener otros más a largo plazo. Hoy hablamos del aroma del espíritu, podemos identificar otras fuentes de alimento más adelante, pero siempre estaré recordándote que no se trata primero de las formas o de los demás. Hazte fuerte en una virtud, en un poder, en un cambio, luego dar simplemente ocurrirá y el gozo entonces será doble y real: el tuyo y el ajeno”.
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“Tal vez más de lo que puedas reconocer, por eso hicimos este dictado, para que entiendas porqué te interesa tanto y como evitar los excesos e intromisiones. La vida, ajena, es fácil de decir, es asunto de los demás, pero pensar en ellos es una de las maneras más inmediatas de aprender a vivir y de ahí nace su verdadera importancia. Ahora, cuando tu mirada es de juicio, o de imitación, corres el peligro de perderte del verdadero propósito de observar. Observas a la gente para aprender, para encontrar soluciones a tus necesidades o para inspirarte, y aún así no te quedas solamente con las observaciones en torno de tus respuestas sino que captas a los demás desde tu propia experiencia, te comparas. Compararse significa en este caso medirse las soluciones o problemas ajenos y decidir cómo te calzan, para después obtener una conclusión. Lo que haces con esa conclusión es a lo que quiero que prestes mucha atención, pues se trata de una semilla o de un veneno. Por ejemplo, si tienes esa opinión personal de que la gente dañina es despreciable deduces que despreciarla es parte de corregir el problema; así, cuando te enfrentas a un daño cercano, íntimo, y te fuerzas a despreciar pero no resulta, caes en concluir que ese daño no tiene solución. Hablamos de parejas, de padres e hijos, de las relaciones laborales, gente a la que en principio no deseas renunciar o despreciar, gente con la que seguramente compartirás algunos años de tu vida. Cuanto cambia el panorama cuando lo que juzgas habita cerca en el corazón, quien hace daño en un noticiero es un dañino fácil de despreciar, quien lo hace al otro lado de la cama o del escritorio es alguien con quien discernir y actuar puede ser un verdadero reto.  La invitación no es a dejar de fijarse en la vida de los demás, de hecho lo seguirás haciendo instintivamente. Lo que trato de decir es que es liberador aprender a ser consciente de lo que haces con lo que observas, o de lo que dejas de hacer. Hemos hablado de la importancia de los límites, recuerda, incluso en el amor conserva la distancia; solo que a veces no lo deseas aunque lo sepas conveniente, y esperas que el otro al que aprecias entre en tu mundo en total armonía cuando eso mi amigo nunca va a ocurrir tal como supones que es el mundo para ti.  No esperes más que tu lealtad se traduzca en un mundo leal, o que la gratitud o la generosidad que te caracterizan hagan eco en quienes amas solo porque has decidido acogerlos en tu mundo; esta verdad sobre lo que los otros son en su esencia no cambia porque los incluyas en tu vida, la gente sigue siendo lo que es y tú más bien debes ser inspiración para causar la semilla. En cambio te enfocas en crear armonías obligadas, en atender detalles desesperados que reinventen el mundo propio más allá de la verdad esencial y te quemas, causas veneno que tú mismo ingieres porque sacrificas la verdad de cuenta del inmediato placer que produce idealizar. Hablamos amigos de sentir con valentía la verdad y poder convivir con ella o de llenarse de fantasías para padecer las agonías del veneno invisible del deseo no cumplido. Quiero que la próxima vez que observes a alguien y saltes a las conclusiones pienses en tomarte los instantes para hacer semilla, no veneno. No esperes más que el mundo sea como tú, no quieras más controlar el comportamiento o el deseo de quienes hacen parte de tu vida, esa conducta además de alejar tu bienestar está redundando en empeorar los daños ajenos, pues además del daño original tu cometido de redirigirlo lo vuelve una mentira, hay que pensar otra vez la próxima vez que quieras juzgar”.
TALENTOS ESPIRITUALES
Estamos en un momento bastante propicio para desarrollar nuestros talentos espirituales, pues la espiritualidad auténtica es aquella que complementa la vida cotidiana y sirve de herramienta real para enfrentar los retos y avanzar. Aquí, algunos tips para entender mejor lo que significa tener una inclinación auténtica al desarrollo espiritual y las maneras de detectar las capacidades particulares y desarrollarlas.  Percepción La percepción es una habilidad física que todos poseemos. Con fines trascendentes podemos incluir ahí desde la información proveniente de los sentidos hasta la intuición, pasando por emociones y sensaciones. La interpretación que se hace de ellas es otro talento, es decir aunque tengas una extraordinaria percepción lo que haces con ella no define su calidad ni mucho menos su especialidad. La percepción es en esencia el medio por el cual captas información íntima y profunda. El exceso de percepción de hecho es relativo ya que no tienes una percepción más allá de tus capacidades naturales de administrarla. Tal vez ahora no lo estés haciendo bien pero eso no significa que no lo lograrás cuando entiendas mejor el para qué de tu virtud. Si en cambio crees que nunca percibes nada solo obsérvate soñando, hablando de cosas que no conoces o detectando la humanidad tras ese individuo que acabas de conocer. Algunas personas captan poco en los detalles pero son especialistas en ver la esencia de las cosas cuando hace falta una solución o un buen consejo.  Inspirar Este talento es natural a la gente simple, el tipo de personas que todos en algún momento necesitamos ser. Gente que no anda atenta a las señales minúsculas o a los llamados ajenos sino siempre enfocados en el ahora. Su sola presencia es una riqueza para quienes necesitan ecuanimidad, la facultad misma del instante bien entendido en la que todo fluye, se soluciona o simplemente se sabe dejar pasar. Desarrollas tu capacidad de inspirar siempre que tienes la mente en paz y haces que fluya la naturalidad. Sé que los más mentales están ahí refunfuñando sobre lo imposible de esta opción, yo les digo que intenten no opinar, esa es la tarea puntual que tienen para desarrollar su paz. Inspira quien está complacido de si mismo y se atreve a dejarse observar del otro libremente.  La palabra No estamos hablando aquí necesariamente de quienes se dedican a enseñar estos temas o conversan sobre ello, la palabra se refiere a esa respuesta espontánea y auténtica con la que sabemos desempeñarnos gracias no solo a lo que ya hemos aprendido sino a lo que sabemos crear a través de la intuición.Sé que has tenido que sorprenderte diciendo cosas que no habías pensado antes, de las que te sientes orgulloso a la vez que un poco sorprendido. Allí la intuición tomó la palabra, dejándote ver una espontaneidad que no siempre gozas pero que de verdad es creativa. Desarrollar la palabra comienza justamente por guardarla, saber cuando callar o cuando tus pensamientos no son oportunos de promulgar. Hay que tener mucho tacto para poder callar, luego viene el tacto para elegir qué decir, su momento y su tono. No creo que la palabra llegue a ser un arte terminado, más bien es el reflejo de aquello que vamos aprendiendo en el andar de la existencia, de modo que lo que un día fue verdad hoy es una idea que mañana será reemplazada por un nuevo hallazgo. La palabra en el mejor de los casos es el reflejo de los aprendizajes reales.  Decoro El arte de la discreción y la presencia a veces relativa llega a ser mucho más importante que otros talentos espirituales por cuanto reversa los posibles errores innecesarios y da tiempo a la sana reflexión derivada de congelar los instantes. A través del decoro la dignidad prevalece y se detienen los juicios capaces de destruir o retrasar. En armonía con la palabra, el decoro permite a los incautos abstenerse de reacciones inesperadas y guardar discreción y a los más aguerridos atraerse a la prudencia, tan necesaria cuando se piensa que todo se tiene que decir. El decoro se desarrolla liberándose en vez de absteniéndose. Hacerse libre de juicios y prejuicios es el ejercicio necesario, una vez se supera la necesidad de expresar todo lo que se piensa el decoro comienza a asentarse como un traje de luces en medio de la oscuridad. Si bien no es una virtud fácil de alcanzar el esfuerzo es poco frente a los beneficios de tener una fuente propia y directa de paz.  Austeridad En un mundo colmado de información pareciera que todo se tiene que saber; hay que saber ser un personaje público, hablar de tal o cual manera, explicar todos los fenómenos o tener siempre una respuesta apropiada. Viviendo así, qué queda para el diálogo interno si no es una conclusión apresurada que cierra toda inquietud, un afán innecesario y limitante por terminar todos los temas evitando profundizar. La austeridad es ese talento de navegar entre inespecifididades, en el océano de verdades que no siempre cobra forma o se definen, presenciando corrientes con vida propia que fluyen hasta ellas mismas encontrar su rumbo. Desarrolla tu propia austeridad para encontrar ese bálsamo al exceso de pensamientos, por medio de entender tu saludable incapacidad de resolverlo todo y ordenar al mundo en las ideas. Que el mundo sea un océano a tus pies y no una caverna en tu cabeza. Por favor diseña tus propios ejercicios, retos de liberación que despertarán paulatinamente tus talentos espirituales y darán alivio a los padeceres de tu existir. Si deseas apoyo solo escríbenos, este tiempo de buscar los propios caminos no se debe desperdiciar.