LOS QUE SANAN

Creado el: 2024-10-05 07:08 am

Lecciones

"Este dictado es una dedicatoria especial a toda la gente que merodea por aquí con el ánimo de ayudar. A ustedes amigos les recordaré una y otra vez que su tarea es siempre primero con ustedes mismos, y en eso estaremos trabajando sin tregua. Sin embargo, haremos un homenaje a los privilegiados llamados a servir a otros de puente hacia el alivio, la liberación, el progreso.


Sanar no es una tarea fácil. Tú mismo lo has notado cuando enfrentas alguna molestia y te ves atado, sin saber cómo resolverla. No es fácil porque a veces sanar algo es el medio esencial a través del cual la vida trata de enseñar algo profundo.


Cometen, entonces, el error de suponer con facilidad que el estado normal del ser humano es la salud perfecta, y eso, lejos de ser real, es un tormento cuando algún síntoma persiste o cuando el cuerpo llama a relaciones más complejas.


Veamos mejor cómo podemos asociarnos, cómo respetar, y a veces entender, la voluntad de la vida manifestada en la salud de alguien. Cómo acercarse al aprendizaje deseado que liberará la tensión entre lo material que es el cuerpo, y lo espiritual que es la tarea.


La tarea de sanar es sobre todo una tarea personal. Es decir, el gran tratante ofrece herramientas, hasta mueve cosas dentro de las personas, pero sanar depende en esencia de quien padece el problema.


Es por eso que procedimientos perfectos a veces causan desenlaces desafortunados. O es así como algunas ambiciones terapéuticas heroicas se quedan en el estoicismo del tratante.


Te corresponde amigo, si eres tratante, ser profundamente respetuoso del proceso ajeno. Se te olvida con frecuencia ese pedacito justamente, que se trata de algo ajeno. Entonces te veo frustrado o angustiado por no obtener los resultados acostumbrados, avergonzado por no hacer lo que otro tratante encontró obvio y exitoso, ofuscado por no proceder con celeridad o no estar seguro.


Si bien la ciencia alcanza ahora certezas comprobables, no existe aún un método que te garantice con absolutez los resultados anhelados. Tampoco existe una intuición a prueba de fallo, ni un ser humano a quien no le corresponda la tarea de fallar de vez en cuando.


Dicho eso, que espero lo apropies con un poco más de facilidad, recuerda que le sirves de puente a alguien más. La sanación misma no eres tú. Ya hemos hablado de la vanidad de quien da (https://www.dictadosdelcielo.com/blog/aprendices/la-vanidad-de-quien-da) y sé que es realmente difícil no caer en ella de uno u otro modo.


Al ayudar a sanar, querido amigo, los medios no deberían ser más importantes que la naturaleza misma de servir. Debo decirles que lamento verlos peleados con un método solo por ideologías, que me entristece que se nieguen nuevos conocimientos por haberse adscrito a una filosofía, o que se abstengan de recursos de cuenta de obedecer a la tendencia.


Un auténtico sanador es ecléctico por naturaleza. Ni desdeña recursos, ni se cierra a nuevas posibilidades. El criterio eso si es el mapa de mis amigos sanadores, un criterio flexible de hecho, y en constante retroalimentación.


Si quieres ser mi aliado para ayudar a sanar, lo cual me haría muy feliz, es indispensable que estés abierto a la parte también retadora de trabajar conectado con nosotros. 


Hace unos días disfrutamos escribiendo un mensaje para una amiga médica. Ella quiere aprender y cuando alguien muestra voluntad yo corro a enseñar. No digo que ella vaya a quedar lista con ese dictado, pero sé que se va a animar a seguir creciendo como tratante, ya veremos cómo garantizamos que el aprendizaje preciso toque a su puerta.


Reza su mensaje:


Querida,


"Hoy sí hablémosle a la bata blanca. El acto médico es bastante propicio para la intervención divina, y si tú me ayudas puedo servir y sanar a través de ti.

Sin más merodeos, te diré lo que es difícil de lograr, para que sepas que lo aprenderás con paciencia y devoción. Paciencia para entender que no siempre sale como esperas. Devoción para entender que a través del error, las pruebas, las devoluciones, es como mejor aprenderás.


Es difícil:

Sentir para el otro cuando yo no estoy interesado en que sientas. Por mucho que lo intentes, o estés involucrada, cuando no es, no es.

Tratar sin corazón. No habrá, desde ahora, caso en el que no te quiera sensible. A veces solo para perdonar, para deje pasar, para ser, te necesito sensible.

Dejar de lado tu conocimiento de la medicina. Utiliza la ciencia, no la discutas, no la niegues, no la excluyas. A veces, la solución inesperada será un medicamento de rutina.

Dominar este arte. Siempre será una ilusión, te sentirás grandiosa algunos días, otros tan solo habrá silencio o vacío. Siempre este arte depende de mí, no de ti…"


Bueno, mejor no les cuento más, el resto del dictado es tan personal como quiero que sea el aprendizaje de cada uno, incluso como tratante.


Ahora, si miramos todo esto a los ojos de quien recibe un tratamiento, quiero que el compromiso esté por sentado. Es obvio que quien te trata no puede darte la salud y el bienestar que tú mismo no trabajas. Sé que hay gente que alivia con su sola presencia, eso lo aprecio y lo reconozco como una ayuda de valor inconmensurable. Pero, ni siquiera estos seres de presencia sublime pueden entrar en ti a cambiar hábitos, mecanismos, patrones. Los cambios a larga han de venir de ti mismo.


Que por medio de la ayuda de estos tratante maravillosos que sueñan con proveerte salud, tú mismo cruces distintos umbrales de aprendizaje.


Entendamos a la salud como una cuestión misteriosa y compleja, dándole el permiso de obrar sobre terrenos austeros que necesitan progreso.


Y siempre entiéndase aliados. Para los tratantes, quien padece es necesariamente un socio; para los tratados, su tratante ha de ser un facilitador al que se le respeta por su formación y su idoneidad.


Conciliemos entonces en este camino de ser más progresistas en la idea de sanar. Sigue habiendo mucho qué descubrir, pero ya se han revelado tantos medios maravillosos que deberían estar más enfocados en adelantarse en su camino espiritual a través de las necesidades manifiestas de su salud.


Para mí, quien busca sanar se ha colgado la mochila y ha emprendido un viaje. Esos son quizá mis mochileros favoritos".

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Olga Castaño

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Comentarios (5)

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Consuelo
Hoy tienes una más con mochila colgada .esta lección de hoy me llego al alma como paciente.un abracito querida.

2024-10-07 03:23 pm

Angela Moldón
Como siempre Olguita muy valiosos tus dictados,aportan demasiado y me ayudan a crecer en tantos aspectos de mi vida....un abrazo enorme

2024-10-07 10:04 pm

Olga Castaño
Gracias por reportar tu visita, me encanta que los dictados te hagan bien 💛 ¡abrazos!

2024-10-08 08:07 pm

Adriana C.
Una dosis necesaria de sabiduría también para quienes a veces recetamos remedios para el corazón y las emociones de los demás. Incluso también, para azuzarnos a la sensibilidad de quién a veces necesita sólo ser escuchado. De alguna u otra manera, todos hemos estado siendo tratantes o tratados y cuán distinta puede ser la experiencia en un rol u otro.

2024-10-10 05:11 pm

Olga Castaño
La invitación es a suponer una sola orilla del aprendizaje. Personas aprendiendo juntas sobre su salud, su complejidad. Dar un consejo querida Adri puede ser la manera más efectiva de obligarse a encontrar los propios con aceptación y apertura. Gracias por escribir 🌺

2024-10-17 07:23 am

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“Amigos, vengo escuchando esta palabra con insistencia, vamos a hacer algunas aclaraciones encaminadas a evitar al ego convertirse en el pretexto de moda, en ese rincón oscuro que pareciera intocable. Ustedes tienen todo para conquistar esos espacios cualquiera sea el nombre que le quieran asignar. No es que esté mal esperar atención y reconocimiento, de hecho es una necesidad humana que motiva a crecer y a hacer las cosas cada vez mejor, el límite ha de estar en la realidad de lo que se entrega, en aquello que tienes para dar al mundo y te lo guardas porque prefieres recibir. Ahí está mi reparo más importante, si estás enfocado con absoluta atención en recibir primero que en dar algo anda mal.  Hablamos de la vida en general, no de una relación afectiva o el trabajo solamente. De hecho a la vida le gusta ofrecerte los recursos, las oportunidades, la bondad, pero si tu disposición a la vida es siempre demandante tu atención estará centrada en lo que esperas conseguir. La insatisfacción entonces no se hará esperar, tendrás siempre algo que soñar o comparar con otros, algo en lo que te sientes menos favorecido.  Para nosotros el equilibrio verdadero consiste en el progreso de la vida, una vida que crece es una que ofrece a su entorno su propio fruto puesto que ha tomado todo para crearlo. Quien acapara, quien pretende crecer solo para sí mismo está limitando el desarrollo de la vida dentro de sí, una manera directa de estar en contradicción con la natural expansión de la vida. Entonces, obligarse a dar no puede ser la solución, una entrega obligada carece de creación, de bondad; el reto de alguien que tiende a centrarse en sí mismo es encontrar su valía. Una vez alguien descubre su verdadero valor está en sintonía con la fuerza creadora que mueve a entregar sin temor a perder. Ahora, encontrar tu valía no es algo que alguien pueda hacer por ti. El entorno, la familia, ayudan o limitan esa tarea, el hallazgo del propio valor consiste más bien en ponerse a prueba hasta tener que ver en acción ese algo que cada uno de ustedes tiene que los hace fabulosos. Algo por lo general simple, implícito, bello por naturaleza, algo que le dice a los demás que te encuentras conectado con la vida y que aquello que tomas de ellos construye más para devolver al mundo. Si nos estamos entendiendo queridos amigos el ego no es más que una forma de decir “yo quiero lo que otros tienen”. Un punto de comparación que hace el mismo daño que un espejo cuando pones al lado a alguien con una belleza distinta, puede resultar insultante verse diferente a otro si piensas que alguien deliberadamente te quitó la posibilidad de ser o lucir de ese modo, y no te estás dando cuenta de lo singular que eres, del potencial que tienes, de todas las cosas que puedes lograr cuando te abres a tus singularidades y entras abiertamente en el juego de la vida de dar y recibir sin medir milimétricamente lo que te corresponde. En cambio la posibilidad del amor siempre está ahí, comprender con amor esas condiciones que te corresponden para así abrirte a la posibilidad de la verdadera tarea, hay algo realmente importante que viniste a hacer aquí, por los otros y por ti, algo especial que juega un papel en la rueda de la vida y que va a dejarte satisfecho de existir cuando aprendas a valorarlo y a exigir tu propio aprecio”.
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"Me gustan las cosas a cabalidad. Espero que cuando resuelves un problema, lo hagas a cabalidad. O si trabajas en un sueño, llegues al máximo de ese sueño, a cabalidad.Estamos en una época en que empezar cosas es fácil, pero pocos la llevan al término de lo mejor que pueden conseguir. Puede que sea el afán, el impulso, la alegría de obtener algo inicial, o el descuido. Y es sobre este último al que les quiero invitar a reflexionar.Pensemos hoy que el descuido es lo contrario de la cabalidad, de ir a la excelencia, a lo completo, a lo mejor. Quiero invitarte a esto porque te quejas mucho de las cosas que no te sorprenden, de lo poco bueno que te sucede, y para ayudarte necesito que entiendas que para que sucedan cosas extraordinarias hay que trabajar a cabalidad.Esperas, equivocadamente, que una iniciativa, o un deseo muy sentido, conduzca a un resultado extraordinario. Eso no funciona así, creo que has tenido que vivir ya mucho que promete ser grandioso pero solo se asoma y no se concreta. Te alcanza la fuerza para el impulso o el inicio, y no para el esfuerzo sostenido que requiere trabajar por tus sueños hasta el final.Una tarde, hace poco, encontré a mi amigo Miguel pensando en lo mucho que le gusta la poesía. Él no se anima a escribir porque le parece que la poseía está fuera de este tiempo, de su círculo social, y hasta de lo que se considera interesante o agradable.Lo que no les he contado es que Miguel ya tiene el hábito de escribir durante el ocaso, es casi un ritual, y a veces suceden cosas extraordinarias sobre esas piezas de papel. A mi tristeza, cada vez que termina de escribir, Miguel se levanta de su escritorio desdeñando lo ocurrido y recordándose lo poco apreciado de su talento, lo íntimo pero a la vez inocuo que es.En el periódico donde trabaja no saben que él escribe poesía. Su esposa recibió la última pieza poco antes de vivir juntos, y a su hija jamás le ha mencionado que decir las cosas de manera sentida es un gran recurso para vivir. Acabo de proponerle a Miguel que editemos una pequeña muestra, y Miguel se enojó. No quiere enfrentar la frustración, las opiniones ajenas, el desdén por ese arte, ni tampoco quiere exponer sus sentimientos. «Es una muestra de fragilidad», suele decir, y no entiende que abrirse es algo que deseo tanto para él como para el pequeño mundo que lo rodea.Seguramente Miguel no ha considerado que exponer su poesía va a ayudarle con la timidez que lo limita para presentar nuevos proyectos. No sospecha que tratando de expresarse es como mejor ofrecerá al mundo sus talentos más sinceros. Tampoco cree mi amigo que a la familia le causará un estruendoso golpe de amor ver a ese hombre revelarse en su sensibilidad y sofisticación.No sabes muy bien a qué vas con un proyecto. Llevarlo a cabalidad no es estrujarlo hacia donde tiene que ir según tus estándares o propósitos iniciales. A veces los proyectos cobran vida, y propósito. Si aprendes a sentir el llamado de ese proyecto, puede que te veas cambiando de rumbo, pero es ajustándote como mejor llegarás a aprovechar a cabalidad eso escondido que hay para ti, eso que te sorprenderá o te hará sentir maravillado con tu propia vida.Te dices que quieres vender cosas, para aumentar los ingresos y diversificarlos. Yo creo que mucho de lo que deseas en verdad es explorar tu potencial en otras esferas, mostrarte al mundo de una manera más particular, y si las ventas no funcionan te retraes como si lo verdaderamente importante fueran las ventas y hubieras fracasado. 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Cómo decirte cariñosamente que tu imaginación es claramente escasa, poco creativa. La vida tiene ingeniosas maneras de conducirte a destinos inesperados que revelarán de ti lo que no puedes descubrir sentado en tu escritorio.Puede que Miguel no triunfe en su publicación, si entiende triunfar como causar un éxito literario, pero esa publicación conducirá a Miguel al éxito de ser más abierto, a un arrojo mayor a la hora de escribir sobre otros menesteres, y a la apertura de su carácter que tanto bien le hace a todos los que lo rodean.Puede que esa publicación salve a Miguel de la separación que se está cocinando, su mujer ya no da más con la parsimonia e inexpresividad de su compañero. A su hija esa publicación puede enseñarle que los hombres también sienten, y le dará una idea fuerte para llegar a la escuela y entender a quienes se burlan de una niña llorando o de un niño queriendo dulzura. Al jefe, a quien nada incomoda más que las sugerencias, saber eso de Miguel le permitirá escuchar la pista silenciosa de que hay un potencial por explorar en ese periodista disipado y juicioso.No dejes amigo que los estándares sociales te digan a dónde no ir, mejor escucha ese llamado que susurra, y por favor escúchalo con la libertad de no saber a dónde te lleva. Esos sueños meticulosamente trazados limitan a la vida de causar vida dentro de ti, asfixian la creatividad de las situaciones, y te dejan encuadrado en lo que te resulta cómodo o imaginable.Incomodarte, siempre te pediré incomodarte. Incomódate para tu propio bien. Si esa es la invitación, por favor sospecha que algo bueno ha de resultar. La incomodidad es la facultad de los valientes, que se mueven de su silla preferida para ir a una que les talla pero les muestra una nueva perspectiva de sí mismos y del mundo.Esos ojos acomodados a un solo lente no traerán algo que te sorprenda, o algo extraordinario. Hay que cambiar el lente, y volverlo a cambiar. Eso que ayer fue esquivo, que hoy sea el reto de convertirse en una virtud cómoda y severa. Que las normas que te rigieron un día sean más bien el recuerdo que dice que te sabes transformar, y entonces te inspiren a más cambios, más aventuras, más iniciativas propicias para la ejecución de una iniciativa desde su principio intencionado a su fin inesperado, a su cabalidad.Que ir a cabalidad a tus proyectos sea ir hasta el final absoluto de lo que esa experiencia te puede ofrecer. Ya verás que el miedo o la timidez no hacen mucho caso a los eventos que se enriquecen de lo que la vida va proponiendo en el camino. Si en cambio vas solamente con tus ideas, ahí si puedes verte detenido, atemorizado, dubitativo. La intención, enriquecida sana y profundamente por lo inesperado, conduce a la excelencia. La voluntad solitaria y rígida alienta un mundo austero, de resonancia, donde lo nuevo no cabe, y la alegría no puede brillar. Te invito amigo mío a esperar más de lo inesperado. Que al contrario de verte ofuscado por lo que no planeaste, seas astuto y sospeches que ese factor aparece deliberadamente para moverte hacia algo en lo que vas a encontrar más de ti. Así, la ilusión se abrirá paso sobre la incomodidad. ¿Qué prefieres, que te rija la ilusión, o la incomodidad?".
ALGO PARA ABANDONAR
”Amigos, con frecuencia los veo tratando de dejar algo o a alguien y se sienten impedidos, como si ustedes mismos no tuvieran la solución guardada bajo las cuerdas que los limitan. Quiero contarles lo fácil que es e invitarlos a que lo logremos juntos, ya verán que solo se trata de buen amor, iremos entendiendo por qué. Cuando te quieres poquito todo es más difícil, tienes miedo de abandonar algunos placeres inmediatos porque se te hace que la vida va a ser peor y eso te envuelve en círculos viciosos que te impiden avanzar, ¿acaso la vida se hizo para sufrir?. Sufres cuando compensas el dolor o la insatisfacción con pasteles o comidas que no te hacen bien, sufres al pensar que debes soportar a alguien que te maltrata porque eso te hace mejor persona, sufres al asumir que nada va a cambiar y te debes resignar. Vamos a despejar un poco ese miedo que tienes al cambio, ¿acaso del otro lado asustan?. Siempre, lo que está esperando para ti es mejor, me refiero a que siempre adelante está una nueva libertad y maneras de hacerte más grande, no te las puedes perder. Entiendo que no te hace bien pelear con nadie, estamos casi de acuerdo, pero imagina quien serías si rompieras esos vínculos viciados que sostienes, no me refiero a quien serías para esa otra persona, lo que digo es: quién serías para ti. Sentirte orgulloso de los límites que sabes crear alimenta relaciones positivas y construye caminos para arreglar conflictos hasta de décadas, entonces no te detengas a enfocarte en el otro, arregla tu parte que ahí estaré yo para ayudarte. Me piden ayuda constantemente con cosas por las que sufren pero a la vez están alimentando el sufrimiento, no solo me confundo sobre el verdadero deseo sino que me pregunto como los podré ayudar si para dejar de sufrir lo que quieren es corregir a los demás. Entiéndelo, no puedo ayudarte a ti a cambiar a los demás si no me pides primero ayuda para cambiarte a ti, es el orden lógico de las cosas en el que tú eres tu primera responsabilidad. Deja entonces de lamentarte por lo que los demás te hacen, hay algo incorrecto que arreglar primero y es los permisos que tú otorgas, una vez arregles eso voy a ayudarte a frenar la fuerza de tu sufrimiento; cuando vives relaciones dañinas todo se enfoca en el daño y ese es un error, el foco debe estar precisamente en el beneficio de abandonarlo. Es decir, quiero que dejes algo que te hace mal para irnos hacia algo que te hace un bien que aún no conoces, dejar ese alimento en particular te está costando justamente porque piensas en la molestia de abandonarlo, si te enfocas en los beneficios evidentes de no comerlo vas a dejar de comerlo con alegría. Deja de pelear con la mamá con la alegría de sentirte bien y poderla mirar con una sonrisa, deja de fumar cosas raras porque sientes la dicha de una aire limpio dentro de ti, en fin procura soñar con lo bien que estarás mejor que pensar en el horror de levantarte y perder lo que ahora es una pequeña ilusión de felicidad. La verdadera felicidad mi buen amigo se parece más a la libertad de avanzar siempre en busca de lo mejor según la situación y el momento, una felicidad duradera y real se compone más bien de adaptación, renovación e ilusión por nuevas conquistas. No quieras más quedarte pegado a lo viejo cuando evidentemente te está haciendo daño, ya verás que cuidarte tú mismo del mal es la mejor estrategia para conseguir ese mundo que esperas que alguien más te dé”.  
NO SÉ SI DEJARTE UNA PLUMA
“Vengo llamando a Luz hace algún tiempo. Cuando la llamo ella rompe en alegría y corre a encontrarme en lo que conoce; los animales que le agrandan, las señales, los signos; claves que escucha por ahí y le gusta asociarlas conmigo. Luz, mi niña, soy mucho más de lo que entiendes, no me busques solo en lo que ves, búscame también en tu corazón. No me pienses solo en lo que entiendes, déjame ser un enigma, un misterio, ahí seremos mejores amigos que si me intentas descifrar. Escucharás cientos de cosas sobre mí, que soy así o asá, que tengo esto o que me gusta aquello, que me pongas una vela o que digas tales palabras. ¿Y qué tal si de repente deseo hablarte al oído?, pues corres el peligro de estar ocupada diciéndome cómo comunicarnos. Si los dos levantamos nuestra línea de comunicación al mismo tiempo por favor ten la astucia de callar. Déjame hablar, no siempre hablo, no siempre es posible, entonces aprovecha como a un milagro esos eventos en los que puedes identificar mi susurro, mi caricia, mi amor exclusivo para ti. Además, de qué te preocupas, tenemos todo el tiempo para los dos, nadie puede estar en medio de este vínculo invisible, nadie puede venir a decirnos cómo acercarnos o en qué invertir nuestro tiempo juntos. Te he dejado algunas plumas, porque sé que alertan tus ojos y disponen tu corazón, pero ya no sé si dejarte otra pluma. Visitaste el manual de significados ajenos y eso cambia el efecto que deseaba para ti. Yo quería algo más íntimo entre los dos, que sintieras la pista y fueras de inmediato al siguiente paso. Lo que hizo el dichoso manual fue llevarte a consagrar a la propia pluma. Amiga, la pluma no soy yo, no es mía de hecho, no tengo plumas ni mucho menos alas, no las necesito. Soy algo muy distinto a lo que a veces alcanzas a imaginar, así que permíteme por favor decirte con claridad que no espero que me sigas reconociendo en las partes de ave que alguna vez anhelaste con ilusión infantil. Desde ahora quiero que escuches las señales inesperadas, que aprendas a sentirme incluso a través de los medios que aún no has considerado. Déjame sorprenderte, probarte, enseñarte a ser más astuta, más alerta para mí. Por supuesto que amo la espontaneidad, y me gusta cambiar de opinión. No esperes entonces que la experiencia que un día coincidió con lo que dicen por ahí se convierta en una verdad terminada, escrita en roca, definitiva. Qué aburrido sería vivir de una sola verdad para siempre, en serio eso no me agrada. Ten la bondad de no quedar triste por ceder en el tema de las plumas. Más bien debes estar orgullosa de ti, si podemos ya prescindir de esas señales primerizas es porque vas estando más cerca de mí, y podemos avanzar hacia una comunicación más profunda. De tal manera que si un día, sin esperarlo, entra por la ventana de tu carro en movimiento una pluma persiguiendo tu corazón, tú ya puedas entender que no soy yo acechándote para enamorarte, eso ya está hecho, que es más bien un pajarito con excelente puntería que he enviado a dirigirte una de sus partes con el fin de llamar tu atención sobre algo en particular. Prefiero que sea así, encuentros desprevenidos, descargados de intenciones o deseos. Que nuestra comunicación evolucione, que yo no signifique siempre lo mismo para ti, y que si hemos de volver a algo viejo sea para renovarlo, para hacernos el guiño de amigos con historia que empiezan a tejer sus propios misterios”.PD: si tienes una experiencia semejante por favor compártela en los comentarios, este juego de señales entre ustedes y nosotros no es solo un tema para principiantes 😉