LA MÁQUINA DE LA FELICIDAD

Creado el: 2024-08-26 07:48 am

Inspiración

“Tenemos para ti un nuevo aparato de vivir, uno donde la cabeza va despejada y la niebla bloqueada. Se trata de la nave en la que mejor avanzarás hacia mí, un medio eficaz de progreso y fortaleza, de libertad y comodidad. Nada mejor que una nave que te diga todo lo que no es importante, todo lo que hay que abandonar, lo ligero que debes viajar. Y es así como te presento mi columpio, el vehículo en la que viajarás a la eternidad.


No es un columpio cualquiera, se trata de uno que puede darte aire entre las piernas, e ideas en el corazón. Y uno también capaz de demostrarte que nunca retrocedes, solo sabes bien cuando esforzarte en dirección hacia ti mismo en vez de esforzarte hacia el mundo.


Ésta nave, impulsada por el atavío 🪶*, no necesita otro motor que la confianza. Si tú te dejas sacudir por la vida pues la nave avanza sola. La única manera entonces de detenerla es poniendo los pies contra la tierra pretendiendo parar a la tierra.


Tal vez no necesites este consejo, pero si pones los pies en la tierra buscando detenerla, lo que vas a detener es tu progreso.


Colúmpiate. Si aparece el mareo ve a decidir que te gusta el baile y arréglatelas para que te agrade. No sé cómo conoces un mundo que no se mueve, dónde lo exploraste, pero este en el que vives hoy es más uno donde no moverse es antinatural, y el intento de parar la realidad tiene como resultado un aumento progresivo de las fuerzas que intentan liberar el movimiento.


Resistirse tumba el pelo. No te recomiendo que sostengas esa resistencia al movimiento porque te enfrentas a la sutil fuerza implacable de la eternidad, el llamado a seguir avanzando en el vaivén de los acontecimientos y los cambios.


Ayer, mientras impulsaba el columpio de mi amigo Severo, pude sentir su intención decidida de detenerlo, y deje de ayudar. No voy a luchar con él, está en su derecho de intentar detener la vida.


De momento, Severo se siente sosegado, goza de la supuesta libertad que ha logrado de hacer las cosas a su ritmo: sin ritmo. Ese frío calculado que él le imprime a su deseo de vivir, si bien le da cierta falsa confianza, lo asoma al abismo de su capricho, al rigor de que nada lo afecte, y así a la tragedia de que nada cambie dentro de sí.


Clara, al contrario, juega con mi balanceo; casi que trata de aprovechar el impulso y volar. A ella le vengo pidiendo que se modere. Es soñadora, ambiciosa, y pretende ir siempre lo más lejos posible. Ella trata de robar el columpio y convertirlo en avión. Ya se ha caído, sin heridas graves ha comprendido que hay un ritmo que mejor puede aprovechar con astucia, y profundizarlo.


Con ella ya vamos logrando que se aplome más en el asiento, que pueda sentir que queremos pasos grandes, no pasos vistosos solamente. Incluso, cuando el balanceo trae calma, reposo, descanso, ella ha aprendido a serenarse y recobrar energía para continuar.


Te quiero balancear, amigo mío. Tengo para ti un movimiento impredecible de tu columpio, solo debes permitir, y tratar de acompasarte con él. Es así como te puedo ayudar, moviéndote a donde descubrirás tu poder y sanarás, hacia donde hay cosas que abandonar o hacia donde encontrarás la nueva virtud que espera por ti. No te afanes, que en ese viaje están tus metas más sinceras. Ellas se van a presentar con la gracia con la que las prendas se elevan con el viento resultante del balanceo, ellas serán el resultado dichoso, armonioso, de un ritmo más ambicioso que busca ir por lo más grande.


A ver si no te suena que hemos creado algo hermoso juntos cuando hemos trabajado en armonía. La armonía entre tú, el dueño de tu vida, y yo, la vida misma, no resulta de una programación eficiente de tu parte, resulta del movimiento integrado de las dos fuerzas que somos juntos si nos respetamos muy bien.


De mi parte te garantizo que respetaré siempre tu voluntad. Tienes derecho a lo que deseas aunque te equivoques. No me entregues la responsabilidad de impedirte un error porque estaría quitándote el poder de la voluntad. A cambio, me respetas si sabes que no obedezco a tus designios, que más bien tengo para ti intereses tan elevados que no puedo llevarte a ellos de manera vertiginosa o agresiva, y por eso vives un vaivén, un ritmo constante y progresista de cambios profundos.


Tú confía en mí, yo siempre confiaré en ti, en tus decisiones y hasta en la resistencia que de vez en cuando veas necesaria ejercer. A cambio, te ofrezco la más decidida fuerza del progreso a tu favor. Es decir, cuenta con que no te voy a permitir escapar del llamado a la grandeza”.


🪶* atavío: para este caso, me gustaría que entiendas atavío como los adornos, expresiones, cargas o entretenimientos en lo que distraes tu esencia y te dices ser otro menos amable, menos sabio, menos bondadoso.

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Olga Castaño

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Comentarios (6)

Nos encantaría saber lo que sientes y piensas con este dictado, comparte tus experiencias o preguntas, sugiere nuevos temas.

Paola Alejandra Vasquez
Olga, excelente manera de mostrar como es el viaje de la vida, compartido por la fuerza del Espíritu

2024-08-26 01:05 pm

Olga Castaño
Gracias Paola 💛✨

2024-08-27 11:35 am

Consuelo
Una vez más me convenzo que no estamos solos en este caminar de la vida,que gran regalo tener quien nos haga caer en cuenta.Dios siga bendiciendo su inmenso DON querida mía💌

2024-08-27 07:56 am

Olga Castaño
Gracias querida Consu, que así sea 🙏🏼

2024-08-27 11:36 am

Andrea
Solo puedo decir estoy sin palabras 😶 sentí que sin subirme al vaivén literal tenía náuseas ! Mucho que aprender del camino de nuestra existencia 🪄 Gracias por tu existir 🧡

2024-08-28 09:39 pm

Olga Castaño
"En realidad el dictado está pensado para que puedas sentir el movimiento. Si te mareas es porque te está resultando demasiado tu movimiento actual. Si sientes que te balanceas mientas lees, te encuentras en un momento de sensibilidad, de consciencia. Y si no sientes nada, solo debe prestar un poco más de atención. Así que vuelve en otro momento para ver si no ya no vas a vomitar, jaja"

2024-08-29 09:19 am

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MI AMIGA LA GERENTE
"Este dictado, especial para mis amigas que dirigen algo, que llevan algo sobre sus hombros, espera convencerlas de que siguen teniendo derecho a una vida única y tranquila.Mis amigas, las gerentes, llegaron a gerenciar algo porque son responsables, dedicadas, talentosas, y sobre todo decididas. Lo que pasa es que ellas, en su afán de hacer que todo funcione, se han descuidado a sí mismas y el cultivo de su mundo interior ha quedado rezagado a un pequeño espacio libre de vez en cuando.Yo sé qué es estar ocupado 24/7. Créanme, sé que es tener el mundo en la cabeza y ser responsable del destino de muchos. Pero descanso. ¿Cómo lo hago?, lo hago al tiempo que trabajo. Aprendí, desarrollé decididamente la capacidad de ser al mismo tiempo el cerebro de la vida y el balance de las cosas.Tú puedes hacerlo, querida amiga gerente, muy a tu manera eso sí, tan particularmente que tendrás que ser discreta y modesta con tus ejercicios al principio. Luego serás todo un ejemplo, todo un hito en el gremio de mis amigas que dirigen algún pequeño mundo.Tratemos por favor de entender que te exiges demasiado. Viviste para la máxima exigencia toda tu vida, y ahora solo puedes verlo todo así. Si vas a la tienda a comprar algunas provisiones, optimizas el tiempo y los recursos como si estuvieras en la fábrica. Si organizas un paseo familiar, administras los costos como ordenando el gasto de esa gran empresa que asesoras. Si charlas con algunos amigos, participas diciendo lo que hay que hacer en cada caso, como si estuvieras en la oficina atendiendo los problemas de la vida cotidiana laboral.Has adquirido un modo de ser hasta engañarte creyendo que ese modo de ser eres toda tú. Diriges a tu madre, a tu hijo de veinte años, al portero del edificio, al oficial de tránsito, y hasta al perro del vecino. Y eso, creo yo, es algo que te hace sobrevivir, no vivir.Déjame invitarte hoy, por favor, a reflexionar sobre quién eres cuando no diriges. No seas por favor la chica aburrida que solo sabe vivir de afán, concretando cosas, respondiendo a lo que no le han preguntado. No seas esa mujer rígida que a veces eres tratando de corregir lo que no está necesitando corrección. Y no te sacrifiques más. Tiene que existir un balance para ti, una especie de doble vida que, sanamente vista, es el equilibrio entre rigor y sensibilidad, dureza y flexibilidad, atención y calma. Hay una tú, no me lo puedes negar, que añora una vida más amable, con menos responsabilidades, menos enfocada en el mundo y un poco más complaciente contigo. Pero corres a responderte que ya habrá tiempo, o peor, que eso no es para ti.Yo lamento profundamente que no puedas ver que estás desperdiciando parte de tu vida decidiendo que esto se trata de hacerlo todo por el mundo. En verdad, cuando termines, cuando ese trabajo se acabe o llegue tu pensión, sentirás el peso severo del "¿yo qué?", sentirás un vacío doloroso, y te responsabilizarás (qué raro tú responsabilizándote) de haberte desgastado por un mundo que igual sigue girando sin ti, incluso mejor, a tu dolor.La invitación, amiga gerente, no es a que renuncies, es a que levantes tu identidad de la trastienda, la desempolves y redescubras quién eres en tu esencia. Ya sé, no tienes idea, la vida se te ha ido en correr para lograr unas metas. O lo sabes, pero ya tal vez no tienes energía para asumirlo.Lo bueno de todo esto es que hay una solución maravillosa y a la mano. Juega. Sí, juega a ser otra cosa en algunos momentos de tu vida, de tu día. Por ejemplo, cambia de zapatos en cuanto sales del trabajo, cambia tus diálogos radicalmente, que en vez de verte direccionando la vida de tu familia te veas escuchando a alguien sin prisa, viendo algo soso en la tele, o yendo a caminar para relajar las piernas.Al principio, por supuesto, aparecerá el rigor en tu cabeza diciendo que estás perdiendo el tiempo. Puede que recuperar el balance parezca una pérdida de tiempo mientras no recuerdas su valor. El balance, querida, es esa cosa ajena que parece que otras mujeres más tranquilas tienen, y que miras con melancolía porque crees que de eso no hay para ti.A veces, reconócelo, no te quieres balancear, solo quieres lograr algo. Te has hecho casi adicta a los logros, a mover las ruedas del mundo, a ‘mejorar’ la vida de los demás de uno o cierto modo. Pues tengo para contarte que puede que tu efecto, tantas veces agradecido, no sea tan amable o tan positivo al final de cuentas. Cuando alguien se encarga de la vida de los demás les quita su brillo, no seas una ladrona de brillos por favor.Me gusta pensar que aprendes a vivir en dos mundos, uno donde alguien suplica que le resuelvas la vida, y otro, del otro lado de la puerta, donde nadie quiere que le digas qué hacer. Un mundo afuera de sofisticación y progresos individuales que deben ser respetados, un mundo en el que estás llamada a ser más tú, con tu propio estilo, en medio de mucha gente que no lleva a cuestas tanto, aparentemente eso sí.Afuera, ¿quién eres? ¿Allá también pisas duro y decides sin corazón dese las trivialidades hasta los gastos millonarios?. No creo que desees ser una sola cosa en la vida, escribimos este dictado porque puedo sentir tu dolor, tu vacío, tu desesperanza cuando se trata del amor bonito, de la esperanza, de la pausa que la vida a veces requiere, o merece. Me miras como una niña que carece de lo esencial y ni siquiera suplica. Te has dado al dolor de solo tener que estar enfocada en producir. Tienes entonces por crear un camino para cruzar esos dos mundos. No sabes cómo, lo sé, no te apures. Esa ruta desconocida y amenazante está llena de vida, así que es justamente a través de las experiencias que aprenderás a cruzar a tu lado más auténtico. Experimenta ser una mujer sencilla en contraste con la mujer elaborada que debes ser en la oficina. Ten los dos matices, abona las dos facetas, eso está bien.Practica por favor la modestia, ella le viene bien a cualquier persona, pero a ti en especial te pone, te regresa, al lugar de la sencillez, y te recuerda que aunque dirijas la vida o los recursos de muchos también tienes necesidades sencillas y sensibles que otros deben ayudarte a solventar.No se trata de ser una mujer en el trabajo y otra por fuera, más bien los dos mundos son dos facetas, el día y la noche, el corazón y el cerebro, lo esencial y lo material, que juntos conforman una misma vida. Ahora estás coja. Caminas sobre ese lado duro porque ahí te dices estar sólida. No quiero desalentarte, pero ese lado sobre el que te apoyas ya ha fracasado en los aspectos sutiles de la vida, y son cosas que te apagan, y te hacen doler el corazón.Hay que empezar a sospechar que también puedes ser grandiosa en lo sensible, en lo menudo, en los detalles, en las flores que componen la vida. No te llevarás el rendimiento y los indicadores cuando termines tu etapa productiva. No serás amada por las metas o cuidada por la bolsa de valores. No tendrás un amorío con otro gerente y serán gerentes los dos en casa creando una familia saludable. La vida espera poderte formar también para la vida misma, que ya dejes de golpearte para triunfar, y comiences a tener éxito también en sentirte grandiosa de ti misma, en ser una inspiración, que la vida vaya valiendo la pena en todo.Aquí está mi invitación. Aprende por ahora a ser esas dos personas. Pronto entenderás que eres una sola mujer capaz de ser muchas cosas al mismo tiempo, con muchos matices, rica por dentro, abundante, polifacética, radiante y milagrosa. También entenderás pronto que una pausa en el trabajo no es delito carcelario, que un poco de desdén a veces es sano, y que ser tú es un valor que en vez de quitarle al trabajo lo va a enriquecer.Puede que sea difícil comenzar, pero no será para nada difícil entender que te debes esa vida, darle color a ese lado parco, y lograr una vida un poco más armónica, no tan rígida y austera".Nota: ayúdame a llevar el menaje, comparte este dictado con aquella amiga, o amigo, que sientes que necesita leer algo así 😇✨
CAUSEMOS UN MILAGRO
“Me gusta la palabra milagro, sé que tiene connotaciones religiosas pero déjenme invitarlos a verla aquí como ese evento en el que ustedes y yo nos alineamos para causar cosas extraordinarias.Un milagro ocurre cuando en medio de algo cotidiano brota una sorpresa o una especie de regalo divino. A veces es una pista o una respuesta anhelada, otras veces es un encuentro inesperado o un golpe de suerte, en fin los milagros son alianzas en las que tú no estabas esperando algo especial.Tengo muchas historias de milagros, muchos amigos que los saben permitir, les voy a contar el milagro de Juan justamente para que puedan ver que tal vez a ustedes también les ha sucedido.Viajaba mi amigo en su moto a toda velocidad, algo presuroso por muchas aspiraciones y poco tiempo. Se repetía en la cabeza todo lo que estaba tratando de conseguir en un mismo día cuando la moto se apagó. No alcanzó a mirar las agujas, antes de agachar la cabeza sabía que había olvidado poner gasolina. Sabía también que no habría un proveedor a varios kilómetros de distancia, estaba perdido. Comenzaba Juan a tomar aire para suspirar cuando chocó la mirada con una caseta de asistencia que vendía el combustible. Ayúdame por favor, ¿no es este un milagro?.Es aquí donde podemos tener dos conversaciones, una sobre lo lógico de la historia, las explicaciones racionales y demás. Otra donde observamos juntos lo inédito del evento y sobre todo lo que significó para Juan, tengo que decir que ésta segunda es la conversación que deseo, quiero que me acompañes a mirar los eventos sorpresivos con mis ojos no con los de un juez. Ahora, mis ojos tampoco quieren centrarse en lo emotivo o simbólico, esta vez quiero en especial destacar la precisión del mensaje que fluía entre mi amigo y yo.Hablemos entonces de la salvada de Juan, o de la tuya en algún momento. Los milagros brillan más en medio de la necesidad, ya lo sé, ustedes me ven mejor en medio de las hazañas o tras el miedo, no me molesto con eso, ya los conozco. Va a sonarles un poco raro, pero yo también bailo, celebro con alegría esos momentos en los que ustedes están más cerca de este lugar ideal que es el Cielo.Se acerca al Cielo quien obra desde la inocencia o la pureza, incluso equivocándose. Y espero que suene a truco, amamos facilitar las cosas que teniendo cierta picardía pueden revelar asuntos trascendentales.Hagamos la salvedad necesaria, no vas a provocar un milagro con tu voluntad, si me guiñas el ojo ya veré cómo respondo, pero rara vez dejaré que pongas el juego, como es un evento divino debo yo darte la guía.Dicho eso te pido que anheles los milagros, piénsate como una niña ilusionada que espera a su papá con los ojos cubiertos por sus pequeñas manos, ella lo puede escuchar y hasta oler, pero eso de descubrirse la cara y encontrarlo cerca no tiene igual. Algo así es lo que estamos haciendo cuando confabulamos un milagro, nos acercamos justo como mejor tu corazón se inspira. Sí es un juego, juégalo, sé inocente, encuéntrame cuando bajes las manos. Los juegos de amor son mis favoritos, y los milagros además lo dejan en evidencia.Para jugar este juego de los milagros tengo tres recomendaciones: recuérdame, aún estando perdido; háblame, aunque sientas que no estamos juntos en tus eventos más recientes; sonríe para mí, en el secreto de tu bienestar o tu satisfacción personal, justo antes de decirle a alguien lo que has logrado.Conozcámonos como amigos, eso es lo que más deseo”.
ALCANZA TU TOCADO
"Llevas un tocado, o tal vez lo quieras llevar. Es que justo arriba de tu cabeza puede representarse nuestra ubicación. Lo divino amigos, lo etéreo y elevado, puede vivir allí. No solo allí eso sí, podemos estar en cualquier parte de tu cuerpo o de tu espacio, pero allí está bien ser representados porque es bastante bueno que entiendas algo arriba de ti.Muchos ya lo dicen de distintas maneras, hablan de ese punto de energía o de conexión, y quiero que hablemos de él porque te puede ayudar mucho a llevarnos más vivos junto a ti. Me gusta mucho más esa idea que la de vernos como humanoides alados y ponernos a la misma altura y con la misma forma.  Me gusta más que entiendas que estamos por encima, con la habilidad expedita de movernos y tocar los puntos bajos necesarios, que nos posamos en tu corazón cientos de veces y que también podemos habitar tu cerebro.En el orden de la vida, puedes incluso imaginar esas redes eléctricas invisibles que desplazan un tren a toda velocidad o que hacen flotar cosas. Nosotros habitamos fácilmente ese espacio entre tú y el resto del universo infinito. Somos, en un sentido extremadamente literal, tu conexión con lo más profundo y grande que el universo tiene para ti.Así que me gustaría que te hicieras consciente de ello, de ese espacio, de esa zona eleva, del cosquilleo que a veces puedes sentir, de ese aire, de ese espacio sagrado.Así que, si lo más elevado está justo arriba de ti, entonces un tocado es una ofrenda, o una representación que haces de tu encanto para compartirlo conmigo. Y me agrada, qué puedo decir, disfruto que lleves en tu cabeza dicha y amorío por lo celestial.Es que la parte alta de la cabeza es un punto de mucha sensibilidad, una poco comparable con la que ya conoces. Ese punto presenta un sensibilidad única frente al error, al llamado, al coqueteo divino. Por eso no es raro que en un momento inesperado la cabeza te pique curiosamente o sientas cosquilleo, somos nosotros tratando de llamar tu atención sobre una pista puntual según el momento.Así que a veces nos relacionamos en esa zona por medio de tocados, es decir, de elementos intermediarios. Es que es fácil entender que no siempre va a darse esa conexión directamente. Por eso los tocados son útiles, como medios para crecer en este vínculo entrañable y sutil.Entonces, me gustaría que buscaras tu tocado, que lo persiguieras, que lo alcanzaras. ¿Qué lleva tu cabeza ahora justo arriba? Si lo que ves es una paloma u otro animal, entonces estamos construyendo algo muy vivo. Si ves en cambio un adorno sintético, estaremos seguramente lidiando con una relación impostada en este momento.Por ejemplo, mi amiga de la ilustración está persiguiendo algo muy fino. Se trata de una amiga cercana que me tiene en cuenta a menudo, y juntos venimos persiguiendo para ella algo exquisito sobre la delicadeza de sus pensamientos y lo fino que espero que hile a la hora de elegir de qué ocuparse.Los tocados, por supuesto, van cambiando de acuerdo a los progresos, o las demandas del momento. A veces los tocados son aparatosos. Por ejemplo, puede que veas un frutero en tu cabeza. Seguro que pesa, y que lleva vida y jugosidad. Ese sobrepeso colorido está llamándote a dar más vida, a gozar, a balancear tus caderas y a proveer. Si no es a ti a quien hay que dar, entonces tienes un invitación a dar generosamente algo de ti que ya es colorido, abundante y vital, solo que te lo guardas porque aún no has sabido valorar muy bien lo que puede hacer por los demás.Entendamos algo, el tocado es físico, es decir, palpable, o es imaginario. Y en los dos casos puede cumplir perfectamente su función de simbólico. Las personas que necesitan ponerse cosas en la cabeza pueden estar ocupando un vacío, una posible desconexión. Un cabello muy protagónico seguramente es una invitación a sentir más gracia y belleza. Los conflictos con el cabello están enraizados en el reto de encontrar un modo más cómodo de conectarse con lo divino.Y en el mismo sentido, los tocados simbólicos, esos que ves si te concentras, son representativos de lo que ahora me ofreces. Si al percibir te ves ofreciéndome un animal muerto, no te asustes. Tu tocado puede ser una ofrenda, un alimento, y estás conectándote ahora justamente a través de un despojo de la vida para acercarte a mí.Si lo deseas, deja en los comentarios el tocado que ves, te ayudaremos a interpretarlo. Recuerda, no lo saques de tu imaginación idílica, evita elaborarlo, sé espontáneo, lo primero que aparezca, por extraño o incomprensible que te resulte. Es más, si no lo ves, puedo contarte qué es eso que justo ahora me ofreces, o si andas muy ocupado de las partes de abajo y no me ofreces nada en particular.Finalmente, par aclarar, este ejercicio del tocado invita más bien al reconocimiento de una relación sobre la cabeza, no dentro de ella. Si te animas, acepta que existe una especie de convivencia entre los dos arribita de tu cráneo. No solo allí, por supuesto, pero hoy hablamos de esta que me agrada y que remite a un recurso que puede servirte para sentirme y permitirme ayudarte mejor".
COMO CONECTARSE CON EL ESPÍRITU
“Aquí en el Cielo buscamos estar cada vez más cerca de ustedes, por eso espero atraerlos a esta intención de encontrar las maneras de acercarnos, en lo preferible las propias maneras, ya que cada uno hará su conexión desde la riqueza de su corazón. Ha pasado mucho tiempo desde que los hombres son conscientes de su propia voluntad, pero poco han aprovechado esa consciencia en lo que a nosotros se refiere. Con nosotros me refiero a la naturaleza también divina de la vida, al misterio, a la sabiduría sin fin, a todo lo que un hombre puede obtener cuando se conecta con esa parte más elevada que es su espíritu. Para aceptar mejor esa pertenencia a lo divino, ese vínculo inescrutable, cada persona ha de saber, con los ojos cerrados más fácil que con ellos abiertos, que ya tiene algo muy dentro vinculado con la esencia de la vida, con la magia y el encanto de un misterio sin igual. Ahora, ¿qué tal si esa algo misterioso que los une tan estrechamente a la vida es precisamente el misterio de la vida ya vivo en ustedes en forma de espíritu?. Hablamos entonces del espíritu de la vida, es decir no de algo netamente individual, hablamos de la vida dentro de ti y como tú, un ser con voluntad, la facilitas o la detienes. Facilitar la vida consiste en fluir con ella en su dinámica siempre cambiante, detenerla ocurre cuando pretendes guiar a la vida en vez de permitirle a ella, vieja sabia, mostrarte el camino del progreso. Así, la voluntad funciona como un facilitador o un freno a la vida, cada día tomas elecciones en las que propicias o retienes el progreso de la vida en todos sus matices, lo que pasa es que no siempre te das cuenta. Por eso es que conectarse con tu espíritu es una disposición de la voluntad a algo que ya existe, algo así como animarse a percibir el movimiento de la tierra por pequeño que seas ante ella. Tu espíritu es la hoja en progreso de un gran árbol, aceptarlo vivo es sintonizarse con sus ciclos y avanzar integrado a las fuerzas naturales de la vida. Una sintonía así causa sensaciones hermosas, además de aciertos inesperados derivados de sentir cierta guía, en especial a abandonar la resistencia al cambio, al reto. Mejor dicho, estar sintonizado con el espíritu es recibir ayuda para crear sobre lo que la vida quiere proponer; cientos de veces va a proponer tu propia transformación, otras tantas hará que renuncies a limitaciones aprendidas, pero unas pocas también va a ocurrir que el espíritu te regale la fuerza, las ideas, los recursos excepcionales para generar cambios a profundidad que llevarán al espíritu a un nuevo nivel. ¿Cómo se siente un espíritu que gobierna la vida? Básicamente como una existencia sin grandes conflictos, en armonía con la transformación natural que implica existir. Dejando de lado los anhelos más caprichosos, ser guiado por el espíritu es la manera directa como una vida se enaltece para ser llevada a su mejor expresión. Tu mejor expresión eres tú desbloqueado, abierto, creciente, cambiante, sobre todo siempre listo para dar grandes pasos prescindiendo de la innecesaria comodidad de tus pensamientos, ¿cómo resuena esa invitación?”. 
MUJER, TE DIGO UNA COSA
“Lamento las conmemoraciones, lamento que estén felices de ser mujeres hoy y muchos días del año ese sea un verdadero dolor. Y lamento más que no puedan apreciar la trascendencia de ser mujer. Permítanme regañarlas hoy, con el amor que saben que ello contiene. Tienen esta mirada triste por el mundo que las rodea, por la brutalidad y las ideas ajenas, pero siguen bebiendo esa misma limonada al desayuno, incluso hasta creerlo. ¿Quién dijo que ser mártir es bueno para ustedes?, hay que sacudirse de la molestia para llegar a los límites, mientras no construyan cada vez mejores límites no podrán superar las quejas o el dolor. Llevan sus cabellos recogidos, absortos en modelos, cuando en ellos vive su creatividad. Permítanles que cambien, que se caigan, que muestren su verdad. Para qué seguir ocultando lo que va por dentro, que el cabello cuente a los cuatro vientos que ustedes no son siempre hermosas porque son cambiantes y los cambios pasan por etapas donde la belleza no es la prioridad. Se dicen cosas bonitas para sentirse bien, que propaganda odiosa la del amor propio cuando las engaña haciéndoles pensar que tratarse bien arregla todo. Hay cosas que sencillamente deben irse, cambiar, romperse. Excusadas en embellecer hasta lo más feo se quedan atrapadas en los adornos y no logran una vida hermosa con los ojos cerrados, que triste realidad. Ocultan su inteligencia, eso sí que me molesta, porque la ocultan incluso de ustedes mismas. Su poder intuitivo es tan elevado que él mismo las guiaría a su grandeza, a su sabiduría, pero para ajustarse y no molestar a nadie se ocultan, hacen invisible su propio poder. Me molesta en especial esa necesidad instaurada de sostener a su propio costo la paz y la armonía de aquello que las rodea. No las estoy llamando a la rebeldía o a la frustración, las quiero en la determinación de su propia magia, de su sabiduría inesperada para resolver cosas, para mover la vida propia y la ajena hacia la honestidad, el respeto, la bondad. Que enojado me siento de verlas supeditadas, en gran parte por pereza de ser grandes. No despiertan sus talentos porque se acomodan a entregarle la vida a otros, a que otros brillen. No se dan cuenta que si se dedican a ser grandiosas igualmente servirán a otros, incluso mejor. Pero les gustan las sombras, y todo lo que anhelo es que brillen, que iluminen el mundo, que nos representen para bien. Tenemos tanto por lograr juntos, ustedes allá y nosotros desde aquí, que mejor anímense a aceptar su poder. Ya lo han visto en acción, lo sé, ya saben lo que ocurre cuando se atreven a sentir su verdadera superioridad, a ser discretas y severas, a tratar los asuntos con mirada suspicaz, esperando el momento, sabiendo ir más allá. Esos afanes de lograr cosas visibles las distraen terriblemente de su capacidad de lograr cosas grandiosas. Nos tienen como aliados, aquí en el Cielo amamos a las mujeres que nos invocan para ir más allá, corremos felices a su auxilio y les entregamos más poder. Deja ya mujer de escudarte en el pasado, en los dolores ajenos, en la tragedia de vivir. Vive esta vida de fantasía que solo tú que eres mujer puede lograr, perdura en la mirada de los otros sabiéndote especial, iluminada por la vida para lograr la magia de lo invisible”.