APACIGUAR LA MENTE

Creado el: 2023-03-31 09:59 am

Inspiración

“Apaciguar habla de alcanzar paz de a pocos justo donde las cosas han estado turbias o conflictivas. Hablemos de apaciguar esas mentes alborotadas que traen caos y sufrimiento, porque es de ese modo como mejor se puede pensar, pensar bien y pensar más allá, dándose cuenta de lo que sí corresponde en vez de estar tan distraídos en ese ruido a veces incesante en el que se convierten sus pensamientos.

 

Calmar la mente es difícil si justamente tratas de hacerlo a través de pensamientos. Si buscas una respuesta desesperadamente y das vueltas una y mil veces no estás ayudando a calmar la mente para encontrarla. O si te has establecido como tu propio psicoanalista difícilmente entenderás aquello en lo que estás atrapado ya que le pides al artífice del engaño que se ilumine para vencerse a sí mismo cuando en verdad está ocupado sosteniendo su postura.

 

Es que vivir de pensamientos no es algo que les pueda recomendar. Se vive de ideas, mezcladas con sentimientos, sensaciones, acontecimientos, incluso revelaciones, pero solo vivir de ideas es inquietante por decir lo menos. Veamos que tanto estás dedicado a tus ideas y como las estás convirtiendo en tu carcelero.

 

Eres prisionero de tu propio parecer si además de querer expresar tu punto de vista permanentemente te ofuscas cuando no es escuchado o validado.

 

Cambias de parecer sobre algo y te descubres atacando con vehemencia aquello que ayer considerabas la verdad.

 

Te sientes maravillado cuando alguien habla con convencimiento y autoridad sobre algo, tanto como para apropiarte de sus ideas y replicarlas a la primera ocasión.

 

Tienes miedo de no saber, lo sabes porque te cuesta verte ignorante sobre algo, admitiendo tu ignorancia, o avergonzándote de no saber desde antes algo que parecía tan obvio.

 

Te han elogiado por ser inteligente, y con ello has creado un deber de saber, un apetito por ideas y conceptos que alimenten una posible conversación o una futura respuesta salvadora.

 

Consideras definitivamente despierto a quien argumenta y pasmado a quien no habla o evita expone sus ideas.

 

Te parece que reservar tus pensamientos es esconder tu poder.

 

Bueno, podríamos continuar, de hecho te invito a que elabores tus propias descripciones, porque estoy seguro de que has abusado en algún momento del poder del pensamiento. Y eso ocurre gracias a la necesidad humana de aventajarse, la lucha por la vida que salió de los bosques y selvas para vivirse en la jungla del pensamiento donde hay que competir por la supremacía a través del rigor del que parece más vivo.

 

Eres mucho más que pensamientos, solo que aún no conoces todo ese poder más allá de ellos. Ocurre que ese poder reside en la discreción, en la pausa o el silencio, y deviene más entre susurros y modestias que entre concluyentes hallazgos evidentes. Me refiero a que están los pensamientos al alcance inmediato, y más allá de ellos los susurros, las ideas del futuro, las insinuaciones de la vida coqueteando para invitarte a una nueva realidad.

 

La gente suele preguntarme cómo acallar la mente, yo les digo que tomen menos café, que practiquen algún arte, que disfruten la naturaleza. Algunos meditan, beben té de hiervas u oran. Incluso los más activos mentalmente se refugian en juegos, redes sociales, series o música para ocuparse de algo distinto a sus propios pensamientos.

 

Mi llamado, más que acallar la mente, es a aprovechar su poder para avanzar, alejarse al máximo de la desesperación que puede venir tras el desborde de la razón, incluso hasta aprender a evitarla con determinación y disciplina. Que se aloje entonces la idea de que pensar en exceso entorpece. Si ese primer paso es para ti, y lo conquistas, habrás logrado ya algo esencial, despreciar la desesperación y privilegiar la cordura. 

 

No estás desesperado solo cuando te sientes nervioso, si te encuentras hablando sin parar o rumiando pensamientos caóticos comienza a sospechar que la desesperación anda por ahí reprimida queriendo ser superada. De acuerdo a mi sensación de ustedes solo los veo tranquilos con facilidad de cuenta de la satisfacción o del cansancio, y me gustaría mucho que pudieran transformar esa realidad. 

 

Entonces comienza por observar tus posibles momentos de desesperación, acude a ellos con mirada serena, es decir sospechando que no eres tú toda esa desesperación, que sigues estando ahí de otros modos mientras los pensamientos han decidido enloquecer.

 

Si te reconoces al margen de tus propios pensamientos e ideas habrás dado otro paso esencial, el de saber que tu inteligencia vas más allá del triste galope incesante que resuena sin tregua. Que si notas a tu lengua agitada como juguete de cuerda que se ha quedado trabado entiendas que estás atrapado en pensamientos, y que mirándote en silencio, con la debida paciencia, te vas a liberar.

 

No te declares por favor víctima de tus pensamientos, evita asumir, cuando tienes miedo, que esa idea temeraria te posee y tú solo sufres ese ataque externo. Los pensamientos que albergas son permisos que has otorgado, creencias, incluso fuerzas que en algún momento has aceptado.

 

Al contrario de negar lo que piensas admite, acepta que sabiéndote tan inteligente también crees aún en cosas que no corresponden a la realidad que anhelas. A eso se refiere apaciguar la mente, a superar paulatinamente el conflicto entre los pensamientos que te atormentan y la necesidad auténtica de ser libre de ellos y avanzar hacia verdades más creadoras, más formativas.

 

Terminemos con un ejemplo, a Marcela le parece que si no maquina constantemente su futuro, toma medidas y ejecuta acciones, nada ocurrirá. Vive disparada, debo decir, no solo en el sentido de ir acelerada, viviendo en el futuro, sino explotada en su interior, reventada por la ansiedad que a veces no puede notar de querer resolverlo todo. Ella tiene el anhelo fantástico de que un día ese ritmo le traerá la satisfacción que anhela para el resto de sus días. 

 

Creo que Marcela tiene un desfase, vive en una realidad paralela, la creada por sus pensamientos. En ese mundo las cosas se resuelven siempre pensando, solo pensando, no hay más que ello. Es por eso que cuando la realidad la llama, la reta, ella se desgarra, exagera, incluso desfallece ante la fuerza disruptiva de la naturaleza incomprensible de la vida. Se quiebra.

 

Tranquilos, Marcela ya se está dando cuenta de lo triste de ese mundo solitario. Aquí en el Cielo la acompañamos cuando abre sus instintos y se asoma al mundo de la realidad suprema, palpitante, creadora. Claro que se asusta cuando nota lo poco que tiene el control, pero ha fracasado tanto intentando regular la realidad que ya astuta comienza a decidir que no debe esforzarse más.

 

Amigos, apaciguar la mente es una necesidad de inocentes. Acéptate inocente, desconocedor del resto de tus inteligencias, apenas bebé en el desarrollo de tus múltiples posibilidades de pensamiento superior. Eso es mucho más poderoso que intentar calmarse de cuenta de paliativos a los que ya has inventado su trampa respectiva.

 

Apaciguar la mente es también decidir que quieres mucho más que pensamientos repetidos, es caminar de la inocencia a la ambición trascendente, a la dulce sospecha de estarte perdiendo de algo grandioso que estando a tu alcance aún no logras sostener”.

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Olga Castaño

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Comentarios (6)

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Ayda Mary Portilla Delgado
Gracias este dictado me resuena mucho, es uno de mis retos en el día a día, gracias por las pistas ...Apaciguar una necesidad de inocentes...

2023-04-03 07:18 am

Olga Castaño
Con mucho cariño 💛

2023-04-11 09:48 am

Adriana C.
Uno de los retos más difíciles en el proceso de quitarle protagonismo a la mente, es saber sortear la exigencia social y con ello "el reproche" que se te hace desde afuera porque "debes saber esto o aquello" en una carrera feroz en donde rápidamente te desactualizas. Lidiar con esa vergüenza en donde te hace sentir ignorante mientras te miran por encima del hombro y te levantan la ceja, puede resultar angustiante. Cuando entiendes, que todo esto de algún modo es también ignorancia, porque no tenemos la verdad total sobre cómo funciona el mundo o sobre cómo debemos vivir la vida y que tampoco lo vamos a lograr fundiéndonos la cabeza con ideas, se siente una gran liberación. Te ríes y puedes vivir de forma más simple, más tranquila y sin preocuparse por no saber. Adquieres otro tipo de sabiduría y a mi parecer, se disfruta mucho más el diario vivir.

2023-04-03 04:08 pm

Olga Castaño
Genial Adri, pasar de la inteligencia a la sabiduría con más facilidad 👏🏼

2023-04-11 09:53 am

Monica Osorio
Me siento muy atrapada en el mundo de las ideas, planeando hasta el más mínimo detalle de como debe ser y como debe verse, hasta lo veo en ocasiones muy limitante; poco a poco entiendo que el sueño se mantiene pero el camino para llegar a este sueño solo lo debo disfrutar y recibir con gozo, que cuando así lo hago hay más felicidad, magia y sorpresas ocultas. No es fácil, pero quita carga.

2023-05-17 06:26 am

Olga Castaño
“No es fácil soltar los viejos patrones cuando estás asumiendo que no vendrán soluciones, nuevas maneras de proceder. Aférrate mi niña al poder de la creatividad, la capacidad espontánea de crear y de paso sorprenderse del poder oculto de la improvisación”.

2023-05-17 07:52 am

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Estoy seguro que te gusta hacer parte de la magia profunda de la vida. Un corazón cerrado es uno más bien terco, obstinado con lo que siempre ha conocido, alguien con unos supuestos a los que se aferra y no les permite transformarse. Un corazón abierto es aquel que siéndole difícil cambiar o abrirse ambiciona cambios, armonía, grandeza, y se permite mirar la realidad de cabezas para ver el derecho que le corresponde.  No seas tan cuadriculado amigo mío, te veo más sufrir por no ajustarte que por los eventos mismos que sueles enfrentar. Los corazones generosos viven más a través del gozo y la armonía, resultado de su flexibilidad; si con este dictado al menos puedes sentir tu lado rígido y convencional entonces quedaré contento de saber que abriste al menos una pequeña ventana a la posibilidad de tener grandes puertas que conseguir. Algún día verás como ese corazón ahora ventilado por puertas doradas va queriendo ser una cavidad libre porque estás dispuesto a experimentar lo que venga sin detenerte, sin esperar comodidad o complacencia, sin resistirte a los retos que siempre significa vivir”.
CAUSEMOS UN MILAGRO
“Me gusta la palabra milagro, sé que tiene connotaciones religiosas pero déjenme invitarlos a verla aquí como ese evento en el que ustedes y yo nos alineamos para causar cosas extraordinarias.Un milagro ocurre cuando en medio de algo cotidiano brota una sorpresa o una especie de regalo divino. A veces es una pista o una respuesta anhelada, otras veces es un encuentro inesperado o un golpe de suerte, en fin los milagros son alianzas en las que tú no estabas esperando algo especial.Tengo muchas historias de milagros, muchos amigos que los saben permitir, les voy a contar el milagro de Juan justamente para que puedan ver que tal vez a ustedes también les ha sucedido.Viajaba mi amigo en su moto a toda velocidad, algo presuroso por muchas aspiraciones y poco tiempo. Se repetía en la cabeza todo lo que estaba tratando de conseguir en un mismo día cuando la moto se apagó. No alcanzó a mirar las agujas, antes de agachar la cabeza sabía que había olvidado poner gasolina. Sabía también que no habría un proveedor a varios kilómetros de distancia, estaba perdido. Comenzaba Juan a tomar aire para suspirar cuando chocó la mirada con una caseta de asistencia que vendía el combustible. Ayúdame por favor, ¿no es este un milagro?.Es aquí donde podemos tener dos conversaciones, una sobre lo lógico de la historia, las explicaciones racionales y demás. Otra donde observamos juntos lo inédito del evento y sobre todo lo que significó para Juan, tengo que decir que ésta segunda es la conversación que deseo, quiero que me acompañes a mirar los eventos sorpresivos con mis ojos no con los de un juez. Ahora, mis ojos tampoco quieren centrarse en lo emotivo o simbólico, esta vez quiero en especial destacar la precisión del mensaje que fluía entre mi amigo y yo.Hablemos entonces de la salvada de Juan, o de la tuya en algún momento. Los milagros brillan más en medio de la necesidad, ya lo sé, ustedes me ven mejor en medio de las hazañas o tras el miedo, no me molesto con eso, ya los conozco. Va a sonarles un poco raro, pero yo también bailo, celebro con alegría esos momentos en los que ustedes están más cerca de este lugar ideal que es el Cielo.Se acerca al Cielo quien obra desde la inocencia o la pureza, incluso equivocándose. Y espero que suene a truco, amamos facilitar las cosas que teniendo cierta picardía pueden revelar asuntos trascendentales.Hagamos la salvedad necesaria, no vas a provocar un milagro con tu voluntad, si me guiñas el ojo ya veré cómo respondo, pero rara vez dejaré que pongas el juego, como es un evento divino debo yo darte la guía.Dicho eso te pido que anheles los milagros, piénsate como una niña ilusionada que espera a su papá con los ojos cubiertos por sus pequeñas manos, ella lo puede escuchar y hasta oler, pero eso de descubrirse la cara y encontrarlo cerca no tiene igual. Algo así es lo que estamos haciendo cuando confabulamos un milagro, nos acercamos justo como mejor tu corazón se inspira. Sí es un juego, juégalo, sé inocente, encuéntrame cuando bajes las manos. Los juegos de amor son mis favoritos, y los milagros además lo dejan en evidencia.Para jugar este juego de los milagros tengo tres recomendaciones: recuérdame, aún estando perdido; háblame, aunque sientas que no estamos juntos en tus eventos más recientes; sonríe para mí, en el secreto de tu bienestar o tu satisfacción personal, justo antes de decirle a alguien lo que has logrado.Conozcámonos como amigos, eso es lo que más deseo”.
AYER ME DIVERTÍ CONMIGO
“Si me preguntaras sobre tu felicidad te remitiría siempre a la de los instantes contigo mismo. No hablo de grandes momentos de revelación solamente o de satisfacciones contundentes, me refiero a tu capacidad de entrar en alguna conexión sencilla que normalmente sucede espontánea. ¿Esa bobada es la felicidad?, pues sí, lo es. La felicidad consiste en sentirse bien con ustedes mismos; por supuesto que los logros importan, que el amor alienta la felicidad, que la familia es el bálsamo de la vida, pero amigos la felicidad es un sentimiento personal. Imagínate que creo una máquina de monedas para darte cuenta de tu propia felicidad, hago que te muestre indicadores para evaluar un momento; tengo manzanas, peras y fresas. Debes introducir solo una moneda, una que tiene dos caras, una cara es la felicidad que tú crees sentir, la otra cara es la felicidad que yo te quiero mostrar.  Es decir, desde el momento que introduces la moneda estas dispuesto a aceptar que tal vez eso que identificas como felicidad (o infelicidad ) no lo es tanto como parece y que te quiero devolver la moneda para practicar un día más. Así, devolverte la moneda es una invitación a considerar más en serio las dos caras de la felicidad. Lo que va a pasar cuando introduzcas la moneda es que recibirás una fruta de repuesta. La pera te dice ‘espera’, piénsalo mejor, deja que más en lo profundo se muestre tu verdadera sensación con esto que ahora de pronto es emoción solamente. La manzana dice ‘mordiste’, ya lo tienes, vives una felicidad que debes valorar mejor. La fresa en cambio es aprobación, dice ‘dale puntos’, súmale a esto que ya sabes conseguir. Así que podemos jugar, tú pon la moneda, envía un comentario (si prefieres por WhatsApp) con la fruta que crees que vas a recibir, según tu sensación sobre la propia felicidad, más allá de lo que estés viviendo en este preciso momento. Por ejemplo: ¿🍐?, ¿🍎?, ¿🍓?. Te devolveré la moneda con una pista sobre tu verdadera felicidad. Entiende por favor, no es un juego de adivinación, mucho menos una declaración de que no eres feliz. Lo que quiero es que te familiarices cada vez más con esa disposición hacia ti mismo que finalmente, al margen de hazañas o decepciones, te deja en un balance de agrado por ti. Seguiremos buscando juntos, como ya lo hacemos, más elementos para la felicidad. Solo recuerda, cuando buscas la felicidad directamente en eventos, personas, cosas, estás dando muchas vueltas dirigiéndote a algo que solo te devolverá a la intimidad de lo que haces directamente por ti. Quiero decir, al final de todo lo que anima y desanima en la vida, queda esa conexión esencial contigo mismo en la que el centro de la felicidad es lo que sientes por ti. Vamos a jugar, a comprender un poco más la felicidad”.
QUÉ CARA TIENE TU BONDAD
“La bondad es un concepto amplio, vamos mejor a meterlo en el corazón como la apuesta sin discusión al bien puro y elevado. Ahora, entendamos mejor lo que implica hacer el bien más allá de la caridad, la generosidad o las buenas intenciones. Es que bondad, amigos míos, también es aquello que promueve un bien mayor, como los límites por ejemplo. No hablo solo de los límites que pones a los niños o en una relación personal, decimos límites a los que ustedes mismos se ponen como los esenciales para construirse un bien sincero. Las caras del bien son entonces maneras, negociaciones con el placer, a las que hay que llegar a acostumbrarse. Veamos algunas: Llenarse de rabia te hace daño, controlar la rabia te hace bien. Puede que las injusticias o las agresiones lo merezcan pero quien se daña con ese enojo duradero eres tú, aliviar la rabia es un bien mayor porque detiene el daño hacia ti y te prepara para corregir lo que corresponde. Superar el miedo y el dolor son tareas de máxima bondad. Al contrario veo a muchos todavía unidos a la idea de que el martirio engrandece, son personas que pudiéndonos ayudar en la tarea de mejorar el mundo están concentradas en lamentarlo o temerle y por eso dejan de aportar para retirarse a sufrir con una reprochable idea de estar haciendo bien. No lo hacen amigos, hay que superar al dolor y al miedo para enfrentar la vida y descubrir lo mejor de ustedes mismos escondido tras ese velo, por favor déjense llamar por ese bien verdadero. Hace el bien quien se trata bien, en especial en darse tiempo. Contrario a eso están sintiéndose realizados quienes corren sin cesar y se jactan de estar siempre ocupados, la excusa de no tener tiempo se convirtió en una justa causa. A mis ojos la falta de tiempo es falta de orden, de aclarar las prioridades y lo que verdaderamente vale o funciona, la gente que vive de afán hace daño en el tráfico, a los hijos, a su salud y a su esperanza de vida. Solo con corregir los afanes harían un gran bien a sí mismos y a su mundo. Hace el bien más que nadie quien evita juzgar. Sé que lo han oído muchas veces pero juzgar se ha hecho entretenimiento en este tiempo, levantar las cejas o mirar con desprecio las acciones de otros pareciera una respuesta que defiende el bien, cuando en verdad es el comienzo de una barrera para quienes piensan diferente, es una manera de crear discordia y de sentirse libre de todo mal solo por juzgar. También hace el bien quien entrega su cariño sabiendo cuando restringirlo. La ternura es uno de los medios más poderosos del bien, pero utilizada sin control puede persuadir al más firme de abandonar un propósito loable. ¿Acaso porque algo es pedido con cariño es siempre correcto?, presta atención a lo envolvente que puedes llegar a ser para favorecer tus propósitos gracias a una actitud cariñosa. Ahora, me preocupa más que nada la confusión que existe en asumir que algo que les gusta o les funciona en verdad hace el bien; o que las ideas que han reinado por siglos hacen el bien solo porque han perdurado. Veo a las personas asumiendo principios de bondad que no han asimilado antes de replicarlos, es gente con corazón el corazón abierto que obedece la norma social o su placer y no se toma el trabajo de discernir si eso es lo que en verdad corresponde. Es decir nobles imitadores de patrones que no están construyendo a la larga la bondad que tanto espero que puedan conquistar. Bondad amigos es poder actuar con el espíritu tranquilo hasta saber que a su paso la huella queda limpia, que los campos que han tocado sean terreno fértil para las semillas que vendrán. Una vida basada en el bien es aquella que con firmeza se detiene cuando así corresponde para permitir que ocurra únicamente lo que eleva la vida, una que presta atención al descuido y evita tolerar lo que daña simplemente por estar acostumbrados. Que lindo sería verlos romper la costumbre frente al mal”.